México: Entre reformas y retos ante un 2025 decisivo
- Javier Cobos Fernández
A medida que 2024 llega a su fin, México enfrenta un panorama económico, social e institucional profundamente transformado. Este cierre de ciclo presenta logros medibles, pero también revela desafíos estructurales que delinearán el rumbo de la nación en 2025.
Con el desmantelamiento de organismos autónomos, la persistencia de problemas de desigualdad y una economía en crecimiento moderado, el país se encuentra en un momento crucial. Aquí, un análisis que busca ir más allá de las cifras superficiales para profundizar en los dilemas y oportunidades que nos esperan.
1. Crecimiento económico: Moderación y desigualdad sectorial
El crecimiento económico para 2024 cerrará con una tasa estimada del 1.4 por ciento (OCDE), ligeramente por encima de las proyecciones iniciales, aunque insuficiente para satisfacer las necesidades de un país con más de 130 millones de habitantes. Para 2025, se proyecta un crecimiento de apenas 1.2 por ciento, reflejando el estancamiento estructural en sectores clave.
Por sectores, el panorama es heterogéneo:
- Manufactura: La industria manufacturera sigue siendo el motor económico gracias al T-MEC y a la nearshoring, lo que permitió un crecimiento del 4% anual en exportaciones durante 2024 (INEGI). Sin embargo, persiste la dependencia de las cadenas de suministro extranjeras.
- Construcción: Este sector cayó un 2% respecto al año anterior, en parte por la disminución en la inversión pública en infraestructura. Los grandes proyectos insignia, como el Tren Maya, no lograron detonar el crecimiento esperado en las economías locales.
- Servicios: A pesar de representar el 62% del PIB, los servicios tuvieron un desempeño modesto, con un crecimiento del 1.3%, limitado por el bajo consumo interno y las desigualdades regionales.
Por otro lado, la tentación del Ejecutivo federal de “vender” al interior del país una imagen de “valentía y arrojo” mostrando una imagen da una presidente capaz de responder las amenazas por parte del presidente entrante de los Estados Unidos en un tono altivo y retador, para ganar simpatías al interior, pudiera costar muy caro al exterior. Lo anterior, derivado de la enorme asimetría de costos para México frente a los Estados Unidos bajo el escenario de una guerra comercial en la que el 14.6 por ciento del comercio total de los Estados Unidos involucra a México, mientras que, para nuestro país, más del 80 por ciento de su comercio depende de Estados Unidos.
En este contexto, solo apenas hace unos días llenos que ya se le han estimado impactos al crecimiento económico en caso de materializar dicha guerra arancelaria: según un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), incluso un arancel del 10 por ciento podría reducir el crecimiento económico mexicano en un punto porcentual, llevando la proyección del PIB de 1.2 por ciento a apenas 0.2% para 2024. En un escenario de aranceles del 25 por ciento, las implicaciones serían aún más graves, con una alta probabilidad de que el país entre en recesión.
2. Bienestar social: Avances parciales y retrocesos críticos
Aunque el CONEVAL reportó una reducción de la pobreza multidimensional del 41.9 por ciento en 2018 al 36.3 por ciento en 2022, lo que representa una reducción de aproximadamente 5.6 millones de personas, opaca contundentemente el aparente logro por un retroceso preocupante en el acceso a servicios básicos. En particular:
- Salud: El acceso a servicios de salud cayó de 16.2% a 39.1%, afectando a 50.4 millones de mexicanos (CONEVAL). La transición del Seguro Popular al INSABI y posteriormente al IMSS-Bienestar dejó enormes vacíos en cobertura y calidad de atención.
- Educación: La pandemia y las deficiencias en infraestructura digital exacerbaron las desigualdades educativas. Según el INEGI, 28% de los estudiantes en zonas rurales abandonaron la educación básica entre 2021 y 2024.
Estos retrocesos revelan un debilitamiento de las políticas sociales integrales, que han priorizado transferencias monetarias sobre el fortalecimiento de servicios públicos esenciales.
3. Reformas Institucionales: El Desafío de la Centralización
El desmantelamiento de siete organismos autónomos, incluidos el INAI y el CONEVAL, marca un punto de inflexión en el marco institucional del país. La concentración de sus funciones en secretarías de Estado plantea serias interrogantes sobre la capacidad de garantizar transparencia, rendición de cuentas y monitoreo de políticas públicas.
Por ejemplo:
- El caso del INAI: La transferencia de sus funciones al Poder Ejecutivo genera incertidumbre sobre la protección de datos personales y el acceso a la información pública en un contexto donde la confianza en las instituciones es limitada (Expansión Política, 2024).
- Impacto en la política social: La desaparición del CONEVAL elimina un mecanismo clave de evaluación independiente. Si bien el INEGI asumirá algunas de estas responsabilidades, carece del mandato normativo y la autonomía que garantizaban la credibilidad de las evaluaciones previas.
4. Déficit y sostenibilidad fiscal: Un balance preocupante
El déficit presupuestal cerrará en un 5.9 por ciento del PIB en 2024, el nivel más alto en una década, impulsado por un gasto público expansivo y una caída en los ingresos tributarios debido a la falta de una reforma fiscal estructural. Para 2025, el Paquete Económico proyecta una reducción del déficit al 3.9 por ciento, pero esto dependerá de una combinación de recortes en gasto y mejoras en la eficiencia recaudatoria, ambas medidas políticamente sensibles.
La deuda pública se mantiene estable en el 51.4 por ciento del PIB, pero su sostenibilidad dependerá de un crecimiento económico más robusto y una estrategia fiscal de largo plazo.
5. Perspectivas para 2025: Una Encrucijada Decisiva
De cara a 2025, los principales retos incluyen:
- Fortalecer la gobernanza: La desaparición de organismos autónomos exige diseñar nuevos mecanismos que garanticen la transparencia y la rendición de cuentas. Esto será fundamental para restaurar la confianza ciudadana y de los inversionistas.
- Impulsar el crecimiento: Será clave diversificar la economía más allá de la manufactura, priorizando sectores como la tecnología, energías renovables y servicios de alto valor agregado.
- Reforma fiscal: Una reforma estructural que amplíe la base tributaria y reduzca la dependencia del petróleo es impostergable.
- Políticas sociales efectivas: Es urgente fortalecer los sistemas de salud y educación para revertir las carencias que afectan a millones de mexicanos.
Conclusión
México enfrenta un 2025 lleno de incertidumbres, pero también de oportunidades para reorientar su rumbo. El país tiene la capacidad y los recursos para superar estos desafíos, pero el éxito dependerá de un liderazgo político comprometido con el fortalecimiento institucional, la inclusión social y la estabilidad económica. A medida que cruzamos este umbral crítico, la pregunta es: ¿Estaremos a la altura de las circunstancias?
Este momento demanda visión, estrategia y, sobre todo, la voluntad de construir un México más justo, equitativo y sostenible. ¿El 2025 será el año en que transformemos nuestros desafíos en oportunidades? Esa es la gran apuesta.
Opinion para Interiores:
Anteriores
Economista por la UDLAP y M.A.P. por la Universidad de Columbia de Nueva York, con estudios de Maestría en Derecho en el ITAM y doctorante en Derecho por el Centro de Estudios Carbonell. Exdirector Asociado en S&P, consultor en IADB.