Río Atoyac: simulación y abandono gubernamental
- Pablo Ruiz Meza
En mal momento para el rescate y saneamiento del río Atoyac el gobierno de Claudia Sheinbaum Pardo recortó las aportaciones federales a los estados.
Puebla tendrá una reducción de 11 mil mdp en las participaciones de la Federación, lo que dejaría a la entidad sin recursos para el plan hídrico, el proyecto ferroviario México-Puebla-Veracruz y limitada inversión en el saneamiento integral de la cuenca del Alto Atoyac.
Colgarse de la agenda electoral presidencial para ganar los comicios locales por la gubernatura obedeció a la inercia electorera de la propaganda, y cumplió su función con el “carro completo” de Morena y partidos satélites.
Ya lo dice el refrán: "prometer no empobrece, cumplir es lo que aniquila", y una vez instalados en el gobierno del “segundo piso” de la 4T, empiezan los desencantos y los incumplimientos.
El gobernador electo Alejandro Armenta Mier tendrá que hacer frente a ese recorte presupuestal en el proyecto del Presupuesto Egresos de la Secretaría de Hacienda, y las promesas quedarán en “salivazos” y ejercerá un gasto de sobrevivencia en el ejercicio fiscal 2025.
La organización no gubernamental “Dale la cara al Atoyac” considera que para el rescate y saneamiento del río Atoyac se quiere un presupuesto anual de 1 mil millones de pesos (mdp), seis mil mdp del sexenio de Armenta.
El problema hidráulico es mayor para el entrante gobierno de la 4T porque solo para desprivatizar el sistema de agua potable y alcantarillado requiere más de 8 mil mdp para revocar la concesión a Agua de Puebla, empresa de la familia Hank Rhon.
“Danza” de los millones del fallido saneamiento del Atoyac
Y los esperados recursos financieros de la Federación para fortalecer la distribución hídrica en el estado nunca llegarán porque Puebla quedó excluido de proyectos federales, y hasta la fecha no ha establecido montos destinados para el saneamiento de cuenca del Alto Atoyac.
No será la primera vez que a los gobiernos federales les tenga sin cuidado la grave contaminación del embalse; quien ignoró por completo el daño ambiental fue la administración de Andrés Manuel López Obrador, quien por el contrario disminuyó el gasto a la Semarnat, CNA y Profepa.
Pese a los discursos a favor del agua como de seguridad nacional, esta prioridad no ha sido acompañada por presupuestos ni instituciones gubernamentales robustas.
Durante el gobierno obradorista redujo el presupuesto a la Conagua a 62 mil mdp en 2024; su techo era de 120 mil mdp y actualmente cuenta con solo 164 inspectores para todo el país.
Con limitados recursos federales y locales, lo hicieron a medias gobiernos federales y locales en los sexenios del PRI y PAN.
Contabilizan unos 5 mil 800 mdp los “anunciados” por las administraciones de los exgobernadores Mario Marín (PRI), Rafael Moreno Valle (PAN), Antonio Gali (PAN), y Miguel Barbosa (Morena), pero sin ningún resultado concreto para revertir la grave contaminación.
Simulación y protección a ediles, empresas y Antorcha Campesina
El gobernador sustituto Sergio Salomón Céspedes Peregrina se lavó las manos, descartó iniciar una "cacería de sanciones" contra las empresas que más contaminan el río Atoyac, pues consideró que “eso no solucionaba el problema de raíz y se vuelve un proceso recaudatorio”.
De esta manera permitió que agrupaciones dedicadas a la extorsión como Antorcha Campesina liderada por Aquiles Córdova Morán invadiera, ocupara y vendiera una barranca federal de la ribera del río Atoyac al sur de la ciudad de Puebla, utilizada como tiradero de escombro para rellenar y construir viviendas ilegales, con un alto impacto ambiental.
En uno más de sus actos de simulación a favor del medio ambiente y de la salud pública, funcionarios de la Secretaría de Medio Ambiente (Smadsot) se reunieron con la Comisión Nacional de Agua donde solo balconearon a municipios, una vez anunciado el plan presidencial.
Norma Angélica Sandoval exhibió a los ocho municipios contaminantes y repitió la cantaleta de la supuesta clausura de cincuenta empresas por incumplir la normatividad ambiental, nada nuevo; no precisó cuáles y encubrió el daño ambiental al Atoyac causado por antorchistas.
El gobierno sustituto se dedicó a los eventos de oropel de supuesta coordinación con Tlaxcala, pero ambos titulares del Ejecutivo morenistas ignoraron el reporte del “Centro Fray Julián Garcés” en Tlaxcala que documentó daños a la salud, y en 2014 presentó ante la CNDH el impacto a la salud en las comunidades aledañas al río desde principios del siglo XXI.
Plan de rescate de organizaciones ambientales
Hay un desgobierno del agua y los procesos de gestión hídrica en el estado se encuentran fracturados y son ineficaces. Los resultados están a la vista.
Se han realizado múltiples estudios y diagnósticos sobre la cuenca del Alto Atoyac; diferentes instancias de gobierno han propuesto y publicado soluciones, constituido consejos y comisiones, firmado convenios de colaboración y todo ha sido infructuoso.
La cuenca pasó en menos de cien años de ser mayoritariamente agrícola a ser una zona industrial de alto impacto. Dos ejemplos: la instalación de VW de México en 1964 y el Complejo Petroquímico Independencia en 1969 se sumaron a la potente industria textil de esos años.
El cambio de vocación de la zona no fue acompañado por herramientas modernas y eficaces de gobernabilidad, deteriorándose todo el sistema hídrico de la cuenca a una velocidad inesperada, establecen en la agenda del agua para el gobierno estatal las agrupaciones ambientalistas Dale la cara al Atoyac, Puebla Verde AC y Ciudadanos por el Río Atoyac.
La construcción de la agenda hídrica para el gobierno del estado surge el entendimiento de la problemática de la cuenca del Alto Atoyac; pocos casos ejemplifican mejor el desgobierno y abandono del agua en el país y la urgencia de un buen desempeño y compromiso del gobernador entrante Alejandro Armenta.
El río Atoyac tiene una longitud aproximada de 200 kilómetros (km) en la parte alta de la cuenca que cruza por Puebla y 326 km incluyendo Tlaxcala.
La zona más visible cruza el municipio de Puebla en una longitud de 23.87 km, desde el Puente de México y hasta la Presa “Manuel Ávila Camacho”, de una subcuenca de 4 mil 021 kilómetros cuadrados con una población de 3.7 millones de personas de los estados de Puebla, Tlaxcala y Edomex.
Dale la Cara al Atoyac, liderado por Verónica Mastretta, documentó con base a sus propios muestreos e investigaciones el daño al Atoyac.
Con estos datos interpuso una acción colectiva de 42 personas mediante un amparo indirecto en 2017 para denunciar la gravísima contaminación del Atoyac, señalando las omisiones de las autoridades competentes en materia de agua.
Asimismo, existen otros estudios que han documentado la mayor incidencia en malformaciones congénitas, ciertos tipos de cáncer y leucemia, y enfermedades renales en la población que se encuentra asentada en las proximidades del río en donde hay zonas industriales que descargan este tipo de sustancias tóxicas.
Si bien el tramo del Atoyac que cruza el municipio de Puebla es solo el 7 por ciento del total de su longitud, el volumen de descargas contaminantes en dicho tramo es superior al 70 por ciento del total que llega a la presa de Valsequillo.
El Atoyac nace limpio en cientos de arroyos y afluentes de los bosques de la Sierra Nevada Ixta Popo y la Malinche, sin embargo, al llegar a los municipios y poblados de la cuenca de Puebla empieza a contaminarse; al cruzar la ciudad de Puebla ya es un río muerto, un río tóxico, un río que enferma. En ese tramo el Atoyac es uno de los ríos más contaminados del país.
Propuestas de ambientalistas para el rescate
En la agenda del agua presentada a los candidatos a la gubernatura Dale la cara al Atoyac, Puebla Verde AC y Ciudadanos por el Río Atoyac proponen fortalecer a la Comisión Estatal de Agua y Saneamiento de Puebla (Ceaspue).
Incluye la agenda propuesta la instalación del Sistema Estatal de Información del Agua; la creación de organismos operadores intermunicipales; la asignación de presupuesto superior a 1 mil mdp y una partida presupuestal suficiente para la gestión hídrica integral.
La homologación de la reglamentación en materia de agua en los municipios de la cuenca; crear el Observatorio Ciudadano con una figura análoga al Sistema Estatal Anticorrupción, para así poder articular de manera eficaz y vinculante a la sociedad organizada.
En la agenda del agua, las organizaciones ambientalistas proponen recuperar y fortalecer la “Fábrica de Agua”; retomar y generar programas de restauración de cuenca con la reforestación, recuperación y conservación de suelos…, apoyados en el modelo del Centro de Capacitación de Cuencas de la Universidad Autónoma de Querétaro.
El recorte a las participaciones federales a los estados impedirá la realización de grandes obras; una vez excluida Puebla de los proyectos hídricos y ferroviarios, falta por conocerse las aportaciones para el rescate integral de la cuenca del Alto Río Atoyac.
X@pabl_ruiz
Face: Pablo Ruiz Meza
pabloruiz91516@gmail.com
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Periodista con más de 30 años de trayectoria como reportero de staff, investigaciones especiales, corresponsal nacional, director editorial, autor de la columna "Nada personal" y colaborador en diferentes medios de comunicación multimedia.