Programas Bienestar-Partido-Votos: fórmula AMLO 2024
- Pablo Ruiz Meza
El 2024 es un año para registrarse en la historia política del país y del estado, porque es un parteaguas en la vida pública nacional.
Fueron las elecciones presidenciales y su efecto arrollador en los comicios estatales lo que confirmó la supremacía política del movimiento lopezobradorista.
Ni el viejo PRI logró lo que consumó el renovado nacionalismo revolucionario con el proyecto de la Cuarta Transformación con el partido Morena: convertirse en Partido-Estado.
Morena y la 4T no es el gobierno del partido único, ha escalado para convertirse en un gobierno absolutista al lograr el control de los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial.
Por los tropiezos y las formas de hacerse del poder absoluto, y en la manera de gobernar como el Partido-Estado, Morena supera la “dictadura perfecta” atribuida al PRI por el escritor Mario Vargas Llosa.
El “padrino del Bienestar”, el tabasqueño Adán Augusto López Hernández, no dudó ni un segundo en presagiar la ostentación del poder de Morena con gobiernos de la 4T, en por lo menos cinco décadas.
En el andamiaje de la continuidad del proyecto cuatroteísta tendrá una excelente posición el llamado segmento del relevo generacional que auguró con el propio Andrés Manuel López Obrador.
El presidente que pasa por su séptimo año de facto dirigiendo el gobierno, tras bambalinas constitucionales, se refirió al relevo con la llegada de Luis María Alcalde y su hijo Andrés Manuel López Beltrán a la dirigencia nacional de Morena.
El año por concluir es histórico porque se consuma una estrategia de obtener el poder por el poder, como parte de una política ortodoxa, sin mayor filo ideológico de una izquierda democrática o moderna.
Hacedor de ese proyecto, López Obrador se consolida como el líder absoluto que tiene en segundo piso de la 4T la consolidación de la toma del poder, y la instrumentación del plan de gobierno para perpetuar la fórmula exitosa de programas sociales transformados en votos electorales.
El político tabasqueño le ganó la partida social y política a la derecha priista ahogada en la corrupción en medio de la debacle del modelo económico neoliberal, liderado en México por Carlos Salinas de Gortari -y los Chicago Boys- que concluyó con el sexenio de Enrique Peña Nieto.
Ubicó muy bien López Obrador el fracaso de los sexenios de los conservadores Vicente Fox y Felipe Calderón, que se quedaron en la alternancia de gobierno sin favorecer la transición democrática, lo que ayudó al retorno del PRI a la presidencia de la república con Peña Nieto.
Los gobiernos conservadores del PAN prefirieron la zona de confort con el modelo neoliberal, para continuar el mismo modelo social y económico de los priistas neoliberales, en su alianza ideológica con Carlos Salinas, Ernesto Zedillo y con los empresarios y hombres de negocios.
De la alternancia a la fallida transición democrática
Los panistas, en la orfandad ideológica y doctrinaria de los fundadores de Acción Nacional, luego de expulsar al coahuilense Pablo Emilio Madero, los empresarios se adueñaron del partido conservador, aliados a Carlos Salinas, con el modelo neoliberal.
Destacan entre los empresarios neopanistas el grupo de Monterrey, Nuevo León, con Fernando Canales Clariond a la cabeza, o Manuel Clouthier, “Maquío”, de Sinaloa, liderando a las cámaras empresariales como la Coparmex; o la Concanaco, con el poblano Eduardo García Suárez, “El Pichón” (+).
Formado en la escuela del nacionalismo revolucionario priista, AMLO se utilizó el movimiento democrático emprendido por Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo y Ifigenia Martínez, para poner en práctica su política pragmática para hacerse del poder por el poder.
La frustración nacional por los fallidos gobiernos panistas, principalmente por la imagen engañosa del cambio con Vicente Fox, generó en la población la necesidad del cambio de régimen, ante el hartazgo por la imagen de corrupción y enriquecimientos ilícitos en los sexenios del PRI y PAN.
Programa solidaridad: De Salinas, padre putativo del bienestar de AMLO
Peña Nieto lo corrompió todo, incluido al principal partido de oposición de la presunta izquierda, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) que al suscribir el Pacto por México, con las reformas eléctricas y educativas privatizadoras -cabildeadas por el exgobernador José Murat, papá del morenista Alejandro Murat- firmó su sentencia de muerte, hasta su extinción.
Se puede no coincidir con la práctica política de López Obrador, con profundas raíces del autoritarismo del priismo del Partido-Gobierno, pero se tiene que reconocer en él la capacidad de generar un movimiento social con un partido más orgánico para tener el control de los poderes del Estado.
A diferencia de los gobiernos del PRI y PAN, de donde se enriquecieron grupos rapaces, y se consolidaron otros, o surgieron los nuevos ricos con inversiones en paraísos fiscales, el proyecto de López Obrador giró en torno a la inversión del dinero público en programas sociales para lograr un control orgánico del poder del Estado.
El mismo modelo social orgánico con la fórmula Partido-Programas Sociales-Votos lo concibió y fundó Carlos Salinas de Gortari, al instrumentarlo en su gobierno con el Programa Solidaridad.
Dirigentes de la llamada izquierda maoísta, como Alberto Anaya, líder nacional del Partido del Trabajo, lo aplicó con Raúl Salinas de Gortari en las comunidades laboratorio social del movimiento Tierra y Libertad que Anaya fundó con éxito en Monterrey, Nuevo León y en Durango.
Beto Anaya encontró en López Obrador al Carlos Salinas del Programa Solidaridad, y sumado priistas enemigos de Salinas, como Manuel Bartlett, y con panistas como Manuel Espino y Germán Martínez, en alianza con charros sindicales como Elba Esther Gordillo y Napoleón Gómez Urrutia, dieron el paso a la continuidad del nacionalismo de AMLO, como pasaporte a la perpetuidad.
No sería posible la hazaña política de López Obrador en este 2024 de hacerse del poder político absoluto, de no ser por la inteligencia en su estrategia de mantener el modelo económico neoliberal con el neoliberal Rogelio Ramírez de la O en la Secretaría de Hacienda.
De esta manera, con el control social, político y de los poderes del Estado, sentó las bases del Segundo Piso de la 4T de AMLO ofrece garantías a la banca extranjera, a los grupos financieros internacionales, protege los privilegios de los principales hombres de negocios de México -que llamó “rapaces de la mafia del poder”-, genera una nueva élite de ricos y no tocar los negocios y el poder del crimen organizado.
Un buen año 2024 para López Obrador.
X@pabl_ruiz
Face: Pablo Ruiz Meza
como_director@yahoo.com.mx
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Periodista con más de 30 años de trayectoria como reportero de staff, investigaciones especiales, corresponsal nacional, director editorial, autor de la columna "Nada personal" y colaborador en diferentes medios de comunicación multimedia.