La Nueva Escuela Mexicana
- Guadalupe Grajales
Con este primer artículo del 2025 deseo iniciar una serie de reflexiones en torno a distintas temáticas muy estrechamente relacionadas con el ámbito educativo.
La orientación filosófica que me guía es la del gran filósofo vienés Ludwig Wittgenstein. Para él la filosofía es una actividad que se centra en el análisis del lenguaje, de los distintos “juegos de lenguaje”, así denominados por él, que se entrelazan con un conjunto de actividades reconocidas por una comunidad que comparte una misma forma de vida.
Así, no hay un solo juego de lenguaje, sino tantos como actividades desempeñadas por los miembros de una comunidad. Nosotros, como usuarios del lenguaje, aprendemos estos juegos de lenguaje junto con la actividad que realizamos. Las palabras que usamos tienen justamente los significados que compartimos con los miembros de la comunidad a la que pertenecemos.
Mi interés se centra en el análisis de los juegos de lenguaje entrelazados con la actividad educativa. Como toda actividad compleja, comprende el uso de distintos juegos de lenguaje que no sólo describen esta actividad, sino que también la valoran, esto es, la evalúan, la planean, la dirigen y la sustentan en visiones del ser humano.
Cuando uno analiza estos juegos de lenguaje trata de descubrir las conexiones lógicas entre los conceptos o palabras clave que los conforman para establecer, entre otras cosas, la coherencia entre ellas y, sobre todo, la congruencia con la realidad que describen y evalúan.
Este ejercicio te permite tener una plataforma desde la cual puedes abordar la descripción y el análisis de las políticas públicas en materia de educación superior, que es el objeto de mi reflexión.
Ayer, en la “Mañanera del Pueblo”, la doctora Sheinbaum invitó a Diego Prieto a hablar sobre la Nueva Escuela Mexicana e ilustrar con ello el fundamento de los cambios propuestos específicamente para la Educación Media Superior. Precisamente en un documento publicado por primera vez en 2023 por la Subsecretaría de Educación Media Superior se da una visión de la clase de persona que la educación mexicana tiene el propósito de formar, así como de la sociedad a la cual pertenece.
En la Introducción del mencionado documento se asienta: “la Secretaría de Educación Pública (SEP), preocupada por brindar una educación de excelencia y con sentido humano, propuso transformar el Sistema Educativo Mexicano a través de la Nueva Escuela Mexicana (NEM)”
A continuación se exponen las razones del surgimiento de este proyecto educativo, así denominado por sus creadores. La primera tiene que ver con el fracaso del sistema para lograr la movilidad social intergeneracional, misma que describen de la siguiente manera: “Cuando los padres de familia animan a sus hijas e hijos a continuar asistiendo a la escuela es debido a que confían en que ello les servirá para que en un futuro ejerzan una profesión, mejoren sus condiciones económicas y tengan una mejor calidad de vida. A esto se le llama movilidad social intergeneracional, es decir, las nuevas generaciones logran tener mejores condiciones económicas y sociales que sus progenitores.”
Lo catalogan como un fracaso pues afirman: “Sin embargo, no siempre es así, en ocasiones las escuelas reproducen, profundizan e incluso legitiman las desigualdades académicas, económicas y sociales de quienes pasan por sus aulas. En este sentido, es fácil señalar que alguien no tiene recursos económicos porque no concluyó sus estudios, sin considerar siquiera si dicha persona tuvo las condiciones para ejercer su derecho a una educación integral o para acceder a un trabajo digno.”
Sin duda los autores tienen razón en señalar la necesidad de estudiar para lograr la movilidad social intergeneracional, pero equivocan el punto al señalar que alguien se apresura a concluir que una persona no tiene recursos económicos suficientes por no concluir sus estudios, porque efectivamente esperamos que a mayor educación corresponda mayor capacidad para obtener un empleo mejor remunerado y condiciones sociales igualitarias. Justamente esto es lo que señalan cuando hablan de las ventajas que los padres de familia ven en la educación que sus hijas e hijos pueden alcanzar.
Más bien, a lo que apuntan los autores es a criticar el recurso fácil de culpar a quien no logra superar los obstáculos para completar su educación, cuando sabemos que las circunstancias que rodean al estudiante incluyen factores que están fuera de su control, circunstancias que le impiden acceder de manera igualitaria a la oportunidad de estudiar y culminar su proyecto de vida.
No obstante, la visión de los autores respecto al valor que la sociedad concede a la educación como fuente de recursos económicos en cierto sentido sí es crítica, pues señalan: “Uno de los problemas en México es que, tanto en las escuelas como en la sociedad, se ha dado demasiado valor a la acumulación de conocimientos como un medio para mejorar la condición económica de las personas, pensando que únicamente se trata de competir y de ser el mejor, de adquirir mayores conocimientos y de obtener la mejor calificación. Todo esto ha llevado a creer que la educación es una carrera individual, donde el esfuerzo personal y el egocentrismo servirán para ser exitoso. Sin embargo, la experiencia ha mostrado que el individualismo conduce al aislamiento, la reducción de posibilidades de crecimiento personal y social, de apoyo solidario entre personas, dentro y fuera de la escuela, así como a desequilibrios socioemocionales.”
Hay aquí una crítica a la formación de las personas sustentada en la competencia y, consecuentemente, en la llamada meritocracia. Una crítica también a plantearse como meta de la educación el alcanzar el éxito personal, y se ofrece como evidencia el fracaso del individuo para formar parte de su comunidad.
En realidad, lo que los autores nos ofrecen es una visión distinta del ser humano y de la sociedad. Están estableciendo valores y contravalores. Frente al éxito personal está la solidaridad social. Frente a la competencia está la colaboración. Frente al esfuerzo personal está la valoración colectiva. Todo esto está muy bien, sólo nos falta saber de qué manera se proponen alcanzar esta transformación humana y social.
¿Cómo creen ustedes que esta transformación impactaría sus propios proyectos y su vida?
Opinion para Interiores:
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Licenciada en Filosofía por la UAP con Maestría en Filosofía (UNAM) y Maestría en Ciencias del Lenguaje (UAP). Candidata a doctora en Filosofía (UNAM). Ha sido coordinadora del Colegio de Filosofía y el posgrado en Ciencias del Lenguaje (BUAP), donde se desempeña como docente. Es la primera mujer en asumir la Secretaría General de la BUAP.