¿A dónde va México?

  • Antonio Tenorio Adame
Explicar el progreso desde las instituciones que encauzaron la vida social a través de la democracia

Noticias de primer orden se cruzan en busca del destino patrio de México:

UNA: La decisión presidencial de incluir a la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en el Consejo Asesor Empresarial (CEO), a favor de fortalecer la vinculación comercial de Norte América;
DOS: La sentencia de un juez de los Estados Unidos a Genaro García Luna y;
TRES: La nominación del Nobel a tres economistas autores del ensayo, “Por qué fracasan los países”.

Las minorías asumen fuerza de la razón

UNA: La fuerza centrífuga de la inseguridad tiende a separarnos y aún confrontarnos a nuestras contrapartes continentales, con quienes compartimos el territorio de Norteamérica.

La presidenta Sheinbaum acordó participar en la Cámara de Comercio de EE. UU. en el Consejo Asesor Empresarial, a dos años de revisar el T-MEC; el conflicto de las drogas tiende alejarnos como parte de su territorio comercial hacia el punto de no retorno.

Ni Kamala, como tampoco Trump, son partidarios del Tratado, como sí abundan en México a pesar de sus resultados adversos; desde su aplicación se cumplen tres décadas sin desarrollo. ¿Nos conviene más su apertura al proteccionismo?

DOS: La presidenta Sheinbaum ha declarado que no se investiga al expresidente Calderón, aunque lo calificó de “cínico” por su deslinde de García Luna.

El país sufre el ataque de una guerra híbrida sujeto a la ocupación de una tercera parte de su territorio por comandos armados que sirven a interés ajeno a la nación, sin ser cuestionados por su evidente flagrancia ni sujetos a control, ni siquiera a su nominación delictiva y a la naturaleza de su pertenencia nacional.

En el escenario se revela la postración del gobierno de México ante la potencia norteamericana de juzgar a sus nacionales, como también se reconoce en otros casos de connotados criminales de origen mexicano.

En primer resultado de la relación internacional de seguridad muestra un fracaso, en tanto la soberanía se pone a prueba de varios aspectos, como la actividad desarrollada que se vincula al interés de otra nación, Estados Unidos, a la que sirve y le castiga por sus faltas, como evidencia de traición a la patria; México, donde como servidor público se encontraba sujeto a responsabilidades oficiales que no se aplicaron, por omisión o por impunidad oficiosa.

No se dispone de información si el inculpado presenta doble nacionalidad, la que por ley le prohibía ser miembro del gabinete de Felipe Calderón quien, en su afán de desligarse, acude a la inocencia por ignorancia. En tanto, el hoy convicto sigue aún con la nacionalidad mexicana como dispone la Constitución. En México, el Presidente no es responsable durante su mandato, pero los Secretarios sí lo son. En realidad, ninguno de ellos, excepto el ingeniero, Jorge Díaz Serrano, fue juzgado.

TRES: El Premio Nobel de Economía 2024 se otorgó a la investigación “Por qué fracasan los países”, ensayo escrito por tres universitarios estadounidenses cuya atención se centra en definir “la influencia de la calidad de las instituciones de un país en su prosperidad económica”.

Los académicos Daron Acemoglu y Simon Johnson, del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), y James Robinson, de la Universidad de Chicago, fueron reconocidos por su trabajo sobre las grandes diferencias en prosperidad entre las naciones.

En este ensayo se establece una comparación entre dos entidades diferenciadas por el nivel de progreso; una de ellas es Nogales, Arizona, y la otra es Nogales, Sonora, para explicar y medir las diferencias de progreso a partir de la fundación de instituciones que encauzaron  la vida social por medio de la democracia.

El razonamiento que arroja el estudio comparativo lleva a la conclusión de que los países ricos son prósperos por ser democráticos, y aquellos donde priva el atraso no son prósperos por sus sistemas políticos autoritarios.

Las mayorías son determinantes si son incluyentes

La diversidad social lleva a plantear situaciones diferentes como China,  donde el autoritarismo es forma política dominante, al que se estima de excepción, pero lo que queda en el fondo es el origen de las naciones, y velocidad y ritmo al que avanzaron para encontrar factores adicionales a la democracia y de la acumulación de capital de formación originaria a padrinos de dos modelos de ocupación territorial que definieron, a su vez,  los dos modelos económicos sociales de la colonización de América.

La modernidad democrática se entiende como resultado de un cambio civilizatorio, donde trasciende el sistema capitalista al desplazar al feudalismo; en consecuencia, entre los métodos de ocupación se dio la diferencia entre lo militar y lo civil; la llamada Conquista española fue una guerra de alcance genocida y etnocidio, en cambio la operación anglosajona fue un trasplante poblacional de europeos a territorio americano.

La migración proveniente del Báltico se distinguía como un trasplante de población europea a la América, bien definido por sus ideas religiosas como efecto de la reforma de Lutero a los oficios de las creencias católicas, en especial, el concepto de interrelacionarse; el creyente y el supremo creador no requerían intermediarios sino la palabra de la biblia, lo que resultaba de lo que sabían leer.

Por tanto, se alumbraban del sentimiento de la reforma religiosa y la separación del Vaticano; la reforma cultural de la imprenta; del avance de la competencia mercantil del utilitario laboral y financiero; y de la revolución industrial en ciernes.

En contrasentido, su proyecto colonizador destacó por la supremacía racial, auspiciadora de la esclavitud, la exclusión de indígenas despojados de sus territorios y concentrados en reservas, así como el racismo y discriminación. 

Su iluminismo religioso fue la base de su expansionismo territorial y marítimo con base a la Doctrina Monroe 1823; y el Destino manifiesto después; supuestas bases de legitimación para provocar las guerras a México 1848, a España, Filipinas y Cuba 1898. Además de decenas de intervenciones armadas en América, así como en el resto del mundo.

Las contingencias a las que se enfrentaron son variadas, algunas las anota el historiador británico John Elliott, quien refiere que a principios del siglo XVI Europa se dividió en la Europa rica en el sur, en tanto la Europa pobre era la del norte.

A la cabeza de Europa estaba la monarquía española, mientras la Europa pobre estaba al norte donde se desarrolla la reforma religiosa.

En primer término, las naciones europeas nacieron en 1648 con el Tratado de Westfalia que sellaron la guerra de Treinta Años al reconocer la corona española la independencia de los Países Bajos.

Es necesario precisar sin regatear el carácter innovador del estudio que existen ya tratados que abordan el tema de manera diferente como Los imperios del Atlántico, John Elster, así como 400 Años de comercio México Estados Unidos, de Raúl Bringas Nosti.

El primero de los estudios se enfoca en el sistema descentralizado que operó el Imperio británico, en contraposición al centralismo del Imperio español; el segundo estudio recorre los vericuetos de una relación comercial con detalles.

Cito estos estudios en razón del entusiasmo ensordecedor y maligno que revela la parcialidad de intereses del individualismo neoliberal con el que se pretende manipular la pretensión de ubicar el rezago del desarrollo o división del trabajo universal en las consecuencias y no en las causas, como es la propiedad privada y la forma de gobierno democrática como ejes de la historia.

El vocerío exaltado y desatado equívocamente en torno a ¿Por qué fracasan los países?, al examinar comparativamente la población fronteriza de Nogales (México-Estados), donde el ingreso per cápita de Estados Unidos se ubica en tres veces y media más que el mexicano, 78,000 contra $22,000 utilizando paridad de poder de compra, pues en términos nominales la diferencia es de siete a uno, que parecen dar veracidad a ciertos argumentos (J. Vélez Suárez, Reforma 17.10.24); para cerrar con “la devastación institucional durante los gobiernos de Morena pasa por la brutal interferencia del Ejecutivo en la independencia del Poder Judicial; sin proponérselo el comité que acaba de otorgar el premio”.

 Para fines constitucionales

La visión parcial de asentar el nivel social de desarrollo en las estructuras sociales es invertir el orden del origen de las consecuencias al azar, saltándose las causas determinantes como son el cambio de civilización, así como la violencia “partera de la historia”, los avances científicos y tecnológicos, etc.

La inclinación de la balanza llega al exceso de señalar a la 4T como opositora a la prosperidad en beneficio de reducir la desigualdad del ingreso entre los Estados Unidos y México, así como destruir las instituciones que favorecen esas estrategias.

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Antonio Tenorio Adame

Licenciado en Economía por la UNAM, y docente en la BUAP. Fundador de la Academia de Historia y Crónica Parlamentaria y cofundador de la Asociación de Periodistas Democráticos junto con Renato Leduc. Ha sido diputado federal en diversas legislaturas, desde donde ha impulsado la apertura democrática.