En el transcurso de la presente semana, la magistrada del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la federación, Mónica Soto Fregoso emitirá la resolución de validez de la elección presidencial por medio de la cual declare Presidenta Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos a Claudia Sheinbaum Pardo.

Por primera vez en la historia de México una mujer se convierte constitucionalmente en Presidenta de la República.

La minoría analiza el régimen de gobierno

El acto entraña en sí el orto y el ocaso para dar término al gobierno de Andrés Manuel López Obrador, a la vez dar inicio a los acuerdos y decisiones de la administración de Claudia Sheinbaum.

La transmisión de poderes ha sido tersa y emblemática marcada por el continuismo aparente, como se desprende de los nombramientos de reconocidos servidores públicos del anterior régimen con cargos en la nueva administración, en particular en las posiciones fundamentales, como la Secretaría de Gobernación o la Coordinación Política y de Gobierno. 

Además la giras presidenciales donde la presidenta electa acompaña a su antecesor son reveladoras de un celo primordial de mantener en pie el logro alcanzado con las obras públicas, no resulta casual que el celo generado por la destrucción del aeropuerto de Texcoco ahora ya sin el bastón de mando queda a merced de la severa decisión popular, a pesar de que varias de las obras sean resguardadas por el Ejército ya sea porque se les asignara su operación, o bien sea por disposición directa de su resguardo.

Dos tormentas más acompañan el interludio de entrega del poder al nuevo régimen. Por una parte, la reforma al Poder Judicial que lo lleva al campo electoral de su designación y por otra, el declarado posicionamiento de Morena como una mayoría constitucional en el Poder Legislativo.

Los tres dilemas que oscilan entre el continuismo y el renacer son decisivos para promover la esperanza como lámpara votiva que mantiene aún con aliento la oportunidad de transformar lo irreductible.

En principio el cambio vendría por la dinámica del poder, el nuevo centro de decisiones se convierte en la razón de ser de la política, sea por coincidencia o consenso, ya sea bien por dinámica del mismo proceso. Un simple vistazo al “maximato” dio por sentado que los nombramientos de gabinete lo dieran el antecesor, Plutarco Elías Calles, sin que Lázaro Cárdenas tuviera ninguna opción más de nombrar a segundos niveles, como ocurrió con la nominación estratégica de las zonas militares, las cuales fue controlando gradualmente hasta alcanzar su control.

Luego de casi año y medio de su llegada a la presidencia de Cárdenas, el 9 de abril de 1936, el exmandatario “jefe máximo” salió del país rumbo al exilio, en tanto, desde Palacio Nacional se argumentó que se trataba de evitar una “guerra civil”. Ese fue el fin del frustrado plan de retener el poder fuera de la Constitución.

El poder de la mayoría bajo revisión

La toma real del poder entre sucesor y antecesor presidencial quedó cifrada en actos simbólicos de separación entre los mandatarios dentro de la coyuntura de la transmisión de la Presidencia:

1. Echeverría nombró a Díaz Ordaz embajador de México en España;
2. A la vez López Portillo otorgó a su antecesor un cargo similar, pero en las islas Fiji;
3. Cuando De la Madrid llega a sentarse en la silla presidencial recibe a su antecesor en Palacio Nacional, pero su ingreso al recinto del Ejecutivo se realiza por la puerta trasera;
4. Salinas se reprime a la inconformidad ciudadana opositora con la muerte de 300  ciudadanos de la oposición, a la vez, efectúa un cambio de señales, al encarcelar a la “Quina” líder sindical petrolero señalado como patrocinador de la oposición”;
5. Zedillo por su parte descarga el castigo con la cárcel de Raúl Salinas;
6. Felipe Calderón castiga al público que llena la Plaza Melchor Ocampo en Morelia Michoacán con un atentado terrorista, también declara la guerra al narcotráfico y saca al ejército de los cuarteles;
7. Andrés Manuel cambia el mecanismo de violencia a terceros y promueve la destrucción de construcciones faraónicas, como en el caso del Aeropuerto de Texcoco y la rifa del avión presidencial, que “ni Obahama lo tiene”.

¿Cuál será “el golpe en la mesa” que dará la primera Presidenta de México? No todo es compromiso de continuidad, como tampoco el “segundo piso” concierne a un proyecto de gobierno de seis años.

Existen evidencias de acciones y políticas de gobierno que se pondrán en curso, por citar algunas:

La declaración de Sheinbaum de reducir el tamaño del Congreso. Se ha dicho que se quiere eliminar los plurinominales, lo que significa romper el carácter de partido hegemónico con un sistema mixto de representación directa con la de carácter proporcional; ahora se busca someterse a la representación directa, lo que abre expectativas diversas, a la vez se admite la crisis del sistema de partidos como ocurre en la actualidad con la discusión de la sobrerrepresentación. Es decir, se abrirá una nueva reforma electoral.

La tarea de fondo para mantener vivo el espíritu del segundo piso de la 4T.  Se requiere dar un fundamento real al Estado de bienestar, porque ni la Cartilla Moral de Morena ni el Humanismo de la 4T, implementan un nuevo pensamiento político de la izquierda.

La toma de poder de Andrés Manuel no se basó en el viejo comunismo de la lucha de clases, como tampoco se sustentó en el antiimperialismo ni se recurrió a los argumentos del bolivarismo  o el ascenso al poder por la vía armada, sino fue un proyecto capaz de competir en la liza democrática de los votos; además del activismo personal del tabasqueño, fue posible por la extinción del fraude electoral , un problema superado dejando en su lugar la incertidumbre del financiamiento de las campañas, como ocurrió en algunos casos con fondos ilícitos de la narcoviolencia

El avance ideológico que ha surgido en América Latina se encuentra en Bolivia, dice Rafael Rojas de El Colegio de México, “más cerca de la renovación conceptual de la izquierda latinoamericana está el vicepresidente boliviano Álvaro García Linera, cuya articulación de katarismo y marxismo apunta a una potenciación del perfil comunitario, indigenista y plurinacional del “socialismo del siglo XXI”.

La torpeza con que la izquierda narra su ascenso al poder le impide capitalizar uno de los elementos que la distinguen del viejo comunismo: su mayor comprensión de los fenómenos de la cultura popular.

Uno de esos fenómenos está presente en México en el programa de bienestar social, cuyos objetivos deben revisarse para su mejor aplicación racional de eficiencia. A efecto de no solo apoyar el asistencialismo sino las políticas públicas de educación, salud, a la vez reencauzar la sociedad de producción de bienes y servicios con fines de generar empleos permanentes y remunerativos. Todo acorde con un gasto público sujeto al manejo honesto sin corrupción. Una tarea por dilucidar en la próxima aprobación del Presupuesto del Gasto Público federal de 2025.

Para fines constitucionales

El acotamiento de los excesos de poder del Poder Judicial se habrán de realizar acorde con la reforma respectiva que apruebe la LXVI Legislatura, la que deberá de proceder conforme a la normatividad propia, lo que signfica que la herencia que busca dejar comprometida la legislatura que se va, a de ajustarse con la presentación de proyectos de decreto elaborados y discutidos en el seno de la nueva legislatura no de la anterior, solo el pleno de las Cámaras aprobarán o rechazaran con su voto los alcances de esa reforma,

¿El país renacerá con esperanzas de cambio para mejorar?