Entropía social: ¿Por qué las sociedades se desintegran?

  • Carlos Anaya Moreno
La entropía en la vida social y las estrategias para promover su estabilidad y cohesión

En un mundo cada vez más interconectado y complejo, resulta evidente que las sociedades enfrentan momentos de fragmentación y caos, un fenómeno que los sociólogos han llamado entropía social. Este concepto, tomado de la física, hace referencia al desorden en los sistemas, pero aplicado a la sociedad, nos ayuda a comprender por qué las comunidades pierden cohesión y cómo podemos evitar este deterioro. A continuación, analizamos cómo se manifiesta la entropía social y qué podemos hacer para mantener la cohesión en nuestras comunidades.

¿Qué es la "decoherencia" social?
En la física cuántica, la decoherencia describe el momento en que un sistema equilibrado pierde su coherencia debido a influencias externas. Aplicado a la sociedad, la decoherencia social ocurre cuando una comunidad que solía compartir valores, normas y objetivos comunes comienza a fragmentarse debido a presiones externas como la globalización, el avance tecnológico o las redes sociales (Zurek, 2003). Esta fragmentación hace que las personas se centren más en sus intereses individuales, debilitando las conexiones que solían mantener unida a la sociedad.

Por ejemplo, Putnam (2000) documenta cómo en Estados Unidos ha habido una fuerte disminución del capital social –esas redes de confianza y reciprocidad que sostienen a las comunidades–, lo que ha llevado a una mayor fragmentación social. Esta pérdida de cohesión se refleja en la disminución de la participación en actividades comunitarias y un aumento en el individualismo, lo que genera un entorno más susceptible a la desintegración.

La fragmentación social y la polarización
Cuando la sociedad experimenta fragmentación, el siguiente paso suele ser la polarización. Esto significa que los grupos dentro de una sociedad comienzan a separarse y tomar posiciones radicalmente opuestas, con poca o ninguna disposición al diálogo. Como resultado, los conflictos sociales se intensifican y se hace mucho más difícil encontrar soluciones comunes para los problemas colectivos. Bauman (2000) señala que vivimos en una "modernidad líquida", un tiempo en el que todo está en constante cambio, y las relaciones y las identidades se han vuelto más frágiles y volátiles, lo que contribuye al debilitamiento de la cohesión social.

La polarización es un claro signo de que la decoherencia ha tomado fuerza en una sociedad. Los discursos políticos y sociales se separan en burbujas ideológicas, donde los grupos no se comunican entre sí y no buscan puntos en común. Este tipo de dinámica es peligroso, ya que disminuye la capacidad de la sociedad para enfrentar problemas colectivos y crea un entorno de mayor desconfianza y conflicto (Joos et al., 2003).

La entropía y el desorden social
La entropía social se refiere al proceso por el cual las sociedades tienden al desorden cuando las normas y valores que tradicionalmente mantienen el orden se debilitan. En la física, la entropía mide el nivel de desorden en un sistema; en la sociedad, ocurre cuando los mecanismos que mantienen la cohesión social fallan. Esto puede deberse a la corrupción, la desigualdad, la falta de liderazgo o la pérdida de confianza en las instituciones.

Beck (1992) introduce el concepto de la sociedad del riesgo, en la que la modernidad ha generado un ambiente de incertidumbre sistémica. Las crisis financieras, los desastres ambientales y otros problemas globales han aumentado la entropía social, creando un entorno de desorden e imprevisibilidad. Un ejemplo de esto fue la crisis financiera de 2008, que generó una fuerte desconfianza en las instituciones y exacerbó las desigualdades sociales (Nielsen & Chuang, 2010). Esto resultó en protestas masivas, desempleo y una sensación generalizada de caos.

¿Cómo reducir la entropía social?
Para evitar que nuestras sociedades se fragmenten, es esencial fortalecer el capital social, que se refiere a las redes de confianza y cooperación que existen entre las personas. Como argumenta Bourdieu (1986), las relaciones sociales son fundamentales para la estabilidad de una comunidad. Actividades como el voluntariado, las iniciativas comunitarias o los espacios públicos donde las personas puedan interactuar ayudan a construir lazos más fuertes y reducir la entropía.

Putnam (2000) señala que el capital social actúa como un amortiguador contra el desorden social. Las comunidades que promueven la participación ciudadana y las relaciones de confianza son menos propensas a sufrir fragmentación o polarización. De esta manera, el fortalecimiento del capital social es clave para mantener la cohesión en tiempos de incertidumbre.

Políticas para promover la cohesión social
La reducción de la entropía social también requiere la implementación de políticas que promuevan la igualdad y la justicia social. Giddens (1991) destaca que en una sociedad moderna y en constante cambio, es crucial construir una identidad común que mantenga a las personas unidas. Esto se puede lograr a través de políticas que promuevan la inclusión social y el diálogo entre diferentes grupos. Además, es necesario abordar las causas subyacentes del desorden, como la desigualdad económica y la falta de oportunidades.

La educación intercultural y los programas que promuevan la participación ciudadana son esenciales para crear una sociedad cohesionada. Estas políticas no solo fomentan la cohesión, sino que también ayudan a las comunidades a desarrollar la resiliencia necesaria para enfrentar desafíos futuros.

Conclusión
La entropía social es un concepto útil para comprender cómo las sociedades pueden desintegrarse cuando los lazos que las mantienen unidas se debilitan. Sin embargo, es posible contrarrestar este proceso fortaleciendo el capital social y promoviendo políticas inclusivas que fomenten la cohesión y la justicia social. Al hacerlo, podemos construir sociedades más fuertes, resilientes y cohesionadas, capaces de resistir las presiones del cambio global y la fragmentación.

Referencias
Bauman, Z. (2000). Liquid Modernity. Polity Press.
Beck, U. (1992). Risk Society: Towards a New Modernity. Sage Publications.
Bourdieu, P. (1986). The forms of capital. In J. Richardson (Ed.), Handbook of Theory and
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(pp. 241–258). Greenwood.
Giddens, A. (1991). Modernity and Self-Identity: Self and Society in the Late Modern Age. Polity Press.
Joos, E., Zeh, H. D., Kiefer, C., Giulini, D. J. W., Kupsch, J., & Stamatescu, I.-O. (2003). Decoherence and the Appearance of a Classical World in Quantum Theory. Springer.
Nielsen, M. A., & Chuang, I. L. (2010). Quantum Computation and Quantum Information. Cambridge University Press.
Putnam, R. D. (2000). Bowling Alone: The Collapse and Revival of American Community. Simon & Schuster.
Zurek, W. H. (2003). Decoherence, einselection, and the quantum origins of the classical. Reviews of Modern Physics, 75(3), 715-775.
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Carlos Anaya Moreno

CEO de Servicios Geo Enlace, empresa de Internet de las cosas desde el año de 2010; y fundador de la Unión de Servicios Solidarios-Banco de Tiempo (2018). Se desempeñó como director General del Registro Nacional de Población de 2004 a 2010.