Cómo orar por los hijos

  • Elmer Ancona Dorantes
Acompáñalos siempre en su camino, vela y ruega por ellos; llénalos con las gracias abundantes

Padre Eterno, Creador y Señor Nuestro, te pido de todo corazón que sumerjas en el mar de tu misericordia divina, en el abismo de tu misericordia divina a mis amados hijos e hijas.

Llénalos con las gracias abundantes de tu Espíritu Santo para que siempre estén llenos de salud, para que siempre gocen y disfruten de salud plena.

Llénalos con las gracias abundantes de tu Espíritu Santo para que siempre estén llenos de amor, de alegría, de felicidad, de dicha, de paz, de armonía y tranquilidad, de protección y seguridad.

Llénalos con las gracias abundantes de tu Espíritu Santo para que siempre estén llenos de abundancia y prosperidad, para que siempre gocen de techo, de pan y de ropa, para que siempre tengan casa, vestido y sustento.

Llénalos con las gracias abundantes de tu Espíritu Santo para que encuentren la profesión adecuada, el trabajo indicado, alegre, divertido, profesional, bien remunerado, bien pagado, que les permita hacerse de un patrimonio económico digno y honroso.

Llénalos con las gracias abundantes de tu Espíritu Santo para que encuentren a la pareja sentimental adecuada, alegre, divertida, saludable y amorosa, que los acompañe durante toda su vida, en sus tristezas y en sus alegrías. Bendícelos si deciden vivir su vida en soledad.

Llénalos con las gracias abundantes de tu Espíritu Santo para que se aparten del mal camino, de las malas influencias, de tus enemigos espirituales que únicamente rondan sus vidas, sus hogares, para hacerlos caer en la tentación, en el pecado, en la maldad y en las destructoras obras. Protégelos del maligno.

Santísimo Jesucristo, Señor de la Divina Misericordia, te pido de todo corazón que rescates y resguardes a mis hijos e hijas que han caído en desgracia y se han sumergido en el alcohol, en las drogas, en los engaños de la vida material, frívola y vana, alejándose por completo de ti, de la vida espiritual.

Santísima Virgen María, Madre Amorosa, te pido de todo corazón que cubras con tu manto protector y maternal a mis hijos e hijas y los libres de todo peligro, de todo daño, de toda maldad, de toda oscuridad, de todo accidente, de toda enfermedad grave, de toda inseguridad y de toda violencia. Acompáñalos siempre en su camino, vela y ruega por ellos ante Dios Nuestro Señor. Así sea.

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Elmer Ancona Dorantes

Periodista y analista político. Licenciado en Periodismo por la Carlos Septién y maestro en Gobierno y Políticas Públicas por el Instituto de Administración Pública (IAP) y maestrante en Ciencias Políticas por la UNAM. Catedrático. Ha escrito en diversos medios como Reforma, Milenio, Grupo Editorial Expansión y Radio Fórmula.