Yunes, la manzana de la discordia

  • Anabel Abarca Pliego
Ante la “traición” del político veracruzano, la oposición se muestra muy débil ante Morena

El apellido Yunes, desprestigiado tanto en Veracruz como en el escenario político nacional, se ha visto envuelto en numerosos escándalos. El padre, Miguel Ángel Yunes Linares, gobernador de la entidad tras el mandato de Javier Duarte; y sus hijos, Miguel Ángel y Fernando Yunes Márquez, enfrentan acusaciones graves. Yunes Linares ha sido señalado por fraude al erario durante su gestión, y su nombre aparece en el libro Los Demonios del Edén de Lydia Cacho, donde se le vincula con la red de pedofilia del empresario Succar Kuri, recientemente fallecido.

Miguel Ángel Yunes Márquez, actual senador por Veracruz, enfrenta acusaciones por falsificación de documentos, fraude procesal y falsedad ante la autoridad. Desde el 12 de julio, tiene una orden de aprehensión vigente por no presentarse a declarar. Fernando Yunes Márquez, por su parte, está acusado de presionar al personal del Ayuntamiento de Veracruz para asistir a mítines políticos en la última elección, además de enfrentar otra orden de arresto por un presunto daño patrimonial de más de 117 millones de pesos, durante su gestión como alcalde de Veracruz.

A pesar de estos antecedentes, Miguel Ángel Yunes Márquez encabezó la fórmula al Senado por la alianza PRIAN, con su padre como suplente. Para cualquier observador político, este escenario sugería que estos personajes podían ser "monedas de cambio" en cualquier momento clave. El costo para la oposición de postular a figuras tan cuestionadas fue alto, no solo afectando sus resultados electorales, sino también debilitando su capacidad de negociación ante Morena. La narrativa de que "el pasado no volverá" resulta poco creíble cuando se presentan candidatos con antecedentes tan cuestionables.

La situación se ha agravado para la oposición, pues esta ya perdió la batalla como contrapeso ante Morena en el Congreso. Estos personajes tomaron la decisión de votar a favor de la Reforma Judicial y de regalarle la mayoría calificada al partido Morena. Sin embargo, la oposición no sólo mostró incompetencia en la campaña, sino que eligió figuras que, frente a la presión política, se iban a mostrar vulnerables y optarían por apoyar iniciativas, que distan mucho de la postura política de la alianza que los abanderaba. ¿De verdad la oposición está en contra de Morena? Si así fuera, ¿por qué eligieron candidatos que, no serían capaces de resistir la presión política?

Desde 2018, la oposición ha mostrado señales de derrota moral. Sus aliados políticos cuestionables y sus estrategias erróneas han facilitado la consolidación del poder de Morena. El dominio de Morena en el ámbito narrativo y en la "realpolitik" se debe, en gran parte, a una oposición sin carácter, sin visión, ni capacidad de reacción.

En lugar de ser una fuerza capaz de ofrecer un contrapeso al gobierno actual, la oposición parece estar encaminada a su propia destrucción. Aunque una oposición funcional es esencial para el bienestar de cualquier país, la actual es ineficaz y parece condenada a seguir siendo irrelevante. Morena, por su parte, ha consolidado su control gracias a su habilidad operativa, discursiva y política, destacándose como los indiscutibles "reyes del ajedrez político".

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Anabel Abarca Pliego

Analista política con Maestría en Administración Pública por la Universidad Anáhuac y Licenciatura en Derecho (BUAP). Estudió Análisis Político en el CIDE. Ha asesorado en vinculación estratégica y planeación gubernamental, y ha sido tallerista en democracia y liderazgo. Colabora en Imagen Radio Puebla.