Después de casi un mes y medio de las elecciones más difíciles en la historia para la oposición, tras la irrupción de Morena en la arena pública de nuestro país, es crucial analizar los "huérfanos políticos" que estas elecciones han dejado. El pasado 2 de junio no solo representó una debacle electoral para la oposición en términos de votos, sino también una muestra clara de cómo durante seis años se durmieron en sus laureles, esperando que el poder, al ser cíclico, regresaría a ellos sin necesidad de reflexionar sobre la derrota de 2018 ni de presentar ideas interesantes, alejadas del mero mensaje antiobradorista.

El PRI perdió cerca del 25% de sus votos en comparación con 2018, el PAN el 16% y el PRD perdió el registro como partido político a nivel nacional y en 19 estados de la República. No trabajaron en la renovación de cuadros y perfiles que pudieran refutar el mensaje oficialista de que esos partidos representan más de lo mismo, ese pasado plagado de corrupción, malos gobiernos y tragedias como Tlatelolco, Acteal y Ayotzinapa, perpetradas desde el Estado.

AMLO ganó la batalla mediática al estigmatizar a estos partidos como lo peor que le ha pasado a México. Aunque la narrativa se intentó contrarrestar señalando que muchos de los priistas, panistas y perredistas que dañaron al país ahora están en Morena, la percepción pública no ha perdonado a estas instituciones, que siguen repitiendo los mismos errores. Al frente de estas fuerzas políticas, figuras como Alito Moreno o Marko Cortés sólo confirman que las lecciones que debieron llegar en el 2018, no las han querido ni siquiera imaginar.  

La narrativa de la pasada elección se concentró en tres ejes: la continuidad del proyecto de López Obrador a través de Claudia Sheinbaum; el cambio de rumbo con Xóchitl Gálvez, y la tercera vía de Jorge Álvarez Máynez. El electorado se dividió en tres vertientes: los que querían la continuidad del proyecto de AMLO, los que no confiaban en las opciones del pasado ni en el actual gobierno, y los antiobradoristas o personas que buscaban contrapesos políticos, que votaron para evitar que Morena repitiera el éxito de 2018.

Los últimos tenían tres opciones partidistas para hacerse sentir en las urnas: PRI, PAN o PRD. Muchos de los que eligieron esta opción probablemente no comulgaban con los partidos postulantes, sino que su principal métrica era evitar que Morena tuviera el mismo o más poder que en el 2018. Desde el inicio de la campaña se sabía que el PAN y el PRI eran los partidos que más votos iban a sumar a la coalición electoral, pues el PRD llevaba años en una franca debacle político electoral. Sin embargo, a pesar de que este partido ya no representaba gran peso territorial, logró más de un millón de votos.

Este millón de votos no provino exclusivamente de simpatizantes del PRD, pues muchos de sus votantes se trasladaron hace varios años a Morena, siguiendo a referentes como AMLO y la familia Cárdenas. Entonces, ¿por qué hubo un porcentaje de la población que votó por el PRD? La opción más sensata es que estas personas vieron en el PRD una forma de sentirse menos culpables por votar por una coalición impulsada por partidos con poca credibilidad como el PRI, y con ideas alejadas de una sociedad más abierta como el PAN. Vieron en el PRD una opción para que sus votos garantizaran que ciertas agendas, dentro de una coalición que representaba a la derecha, tuvieran voz y cierto eco, y/o calcularon que los “pecados” del PRD no eran tan dañinos como los de los otros partidos.

El PRD fue importante para la democracia mexicana, representando la histórica izquierda en el país. El partido se formó a partir del Partido Mexicano Socialista y varias fuerzas políticas, incluyendo el Partido Mexicano de los Trabajadores y el Partido Socialista Unificado de México, entre otros.

Más allá de la nostalgia, el sistema político debe cuestionarse quién absorberá estos votos en futuras elecciones, pues hoy este electorado está huérfano. Tanto los que permanecieron por convicción en el PRD como los que eligieron este partido como la opción menos cuestionable, se encontrarán sin representación.

Desde mi perspectiva, los que votaron por el PRD no elegirían al PAN o al PRI, como opción electoral, pues en realidad, si no tuvieron el incentivo para hacerlo en esta pasada elección y que por lo que se vislumbra la coalición ya está muerta, difícilmente voltearían a ver a estos dos partidos. Entonces, estas personas tienen dos opciones: Morena o Movimiento Ciudadano (MC). Los que tienen una visión más de izquierda o los que no tienen una visión cien por ciento antiobradorista, probablemente se inclinen por Morena; mientras que los que eligieron al PRD como una opción menos cuestionable pero que se ven así mismos como antriobradoristas, o los que vislumbraron en este partido la forma de que hubiera contrapesos políticos, lo más lógico es que elegirán a MC. Aunque el PRD no logró mantener su registro, para ningún partido es despreciable contar con un millón de votos en una elección federal.

Con poco menos de tres años para las próximas elecciones federales, la moneda está en el aire. Quien sepa descifrar las razones detrás del voto al PRD y construya narrativas convincentes, podrá captar este electorado en la próxima elección.

Referencias
Aguilar, A. (2024). La debacle del PRI: pierde votos, espacios en el Congreso y anuncia “reinvención”. Animal Político. https://animalpolitico.com/elecciones-2024/congreso/debacle-pri-perdida-de-votos-congreso

Núñez, E. (2024). PAN, PRI y PRD pierden 2.3 millones de votos respecto a 2018; crecen Morena, Verde, PT y MC. Animal Político. https://animalpolitico.com/elecciones-2024/congreso/votos-partidos-politicos-pan-pri-prd-morena-verde-pt-mc

Partido de la Revolución Democrática. (2014). Historia del PRD. PRD. https://www.prd.org.mx/libros/documentos/historia_PRD.pdf

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Aguilar, A. (2024). La debacle del PRI: pierde votos, espacios en el Congreso y anuncia “reinvención”. Animal Político. 
Núñez, E. (2024). PAN, PRI y PRD pierden 2.3 millones de votos respecto a 2018; crecen Morena, Verde, PT y MC. Animal Político. 
Partido de la Revolución Democrática. (2014). Historia del PRD. PRD.