Mujeres al poder

  • Alejandra Gutiérrez Jaramillo
Una mujer en un cargo público no tiene derecho al margen de error

Los próximos años de gestión pública, a nivel Presidencia de la República y en el caso del estado de Puebla, en 46 municipios, serán comandados por mujeres. El género de una persona no debería representar alguna diferencia en lo que respecta al ejercicio de la administración pública, lo que está en la palestra pública es la capacidad de una persona, a la que la ciudadanía le depositó su confianza para que gobierne el país, su municipio, o su estado.

Pero la realidad es que estamos ante la deconstrucción de visualizar a las mujeres, con equidad e igualdad, al ejercer un cargo público.

Quien gobierna, sea hombre o mujer debe contribuir con acciones a construir o consolidar un capital político y social a largo plazo, aumentando la confianza y el apoyo a su gestión gubernamental.

En el caso de las féminas tendrán que considerar qué quieren en el transcurso de su administración, en primer término, si quieren marcar una agenda en la que influya su género, en la que los medios resalten este aspecto o segundo marcar una agenda estratégica con base a los temas que serán el eje rector de su administración.

Respecto a un tema de percepción y expectativa es que las mujeres al gobernar tienen una representación inclusiva, un liderazgo más colaborativo, priorizan temas sensibles, buscan fomentar la participación ciudadana, y se focalizan en combatir la corrupción y promover la transparencia.

Pero las mujeres también nos enfrentamos a una comunicación cargada de estereotipos, de comparaciones, donde la percepción es importante y cualquier decisión no solo debe ser justificada, también debe ser explicada a detalle y más si el personal a cargo es en su mayoría masculino.  

En el caso de las mujeres que gobiernan, no hay espacio para el margen de error, por lo que a diferencia de los hombres que ostentan un cargo público, para las mujeres es obligatorio dar resultados, porque la exigencia respecto a la labor pública se multiplica cuando es una fémina al mando.

Cuando se inicia un gobierno, son varias las variables que son parte del tablero: la expectativa, el nivel de confianza, promesas de campaña, tiempo para cumplir promesas.  

Cada decisión de un gobierno, debe comunicarse de manera clara y precisa por los canales de comunicación que la opinión pública utiliza para informarse, no bastan las redes sociales, es necesario escuchar a la ciudadanía porque en el ejercicio del cargo, lo que importa es que tan efectiva es tu gestión para resolver las problemáticas que aquejan a la ciudadanía, el carisma y la popularidad quedan de lado, lo que interesa es que tan efectivo es el gobierno en comunicar.

Otro tema importante es la generación de consensos, y que tanto lo que se acuerda permite a quien gobierna generar confianza; el consenso debe incluir la voz de los intereses públicos, como un mecanismo de participación ciudadana, que además permitirá a quien gobierna tener el pulso de los distintos sectores de la sociedad.

Todo buen consenso lleva consigo, la antesala de un buen diálogo, es ahí donde las mujeres que gobiernan tienen elementos a su favor, saber escuchar y ser empáticas.

La crítica hacia administraciones que encabezan mujeres debe versar sobre su gestión porque si se cae en acciones u omisiones que tengan que ver con su condición de mujer, las estamos violentando, y alejándonos de la meta que es la equidad y la inclusión, para lograr la anhelada igualdad.

@luza1975

 

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Alejandra Gutiérrez Jaramillo

Comunicóloga por la Ibero Puebla. Experta en elecciones, género y comunicación política. Ex Consejera del Instituto Electoral del Estado de Puebla. Precursora del Observatorio de Participación Política de las Mujeres. Durante 18 años ha sido Consejera Electoral Local y Federal. Dirige la Consultoría Emphatheia.