Objetivos del milenio

  • Gustavo Santín Nieto
La Agenda 2030 serían de uso común y formarían parte del currículum extendido en escuelas

Cartas a Gracia
Las referencias a la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, documento adoptado en septiembre de 2015 por la Organización Mundial de la Naciones Unidas, serían de uso común, reiterado e incluso formarían parte del currículum extendido en escuelas secundarias y preparatorias (MUN). La Agenda 2030 adoptaría “un plan de acción a favor de las personas, el planeta y la prosperidad, que también tiene la intención de fortalecer la paz universal y el acceso a la justicia”.

La agenda plantearía “17 objetivos y 169 metas”, y cuyo listado, Gracia, te compartiría a continuación: Fin de la pobreza; hambre cero; salud y bienestar; educación de calidad; igualdad de género; agua limpia y saneamiento; energía asequible y no contaminante; trabajo decente y crecimiento económico; industria, innovación e infraestructura; reducción de las desigualdades; ciudades y comunidades sostenibles; producción y consumo responsables; acción por el clima; vida submarina; vida de ecosistemas terrestres; paz, justicia e instituciones sólidas; y por último, alianzas para lograr objetivos y 169 metas de carácter integrado e indivisible que abarcarían las esferas económica, social y ambiental. Uno de ellos se ocuparía específicamente de la educación de calidad y sería incluido en el anuario “Principales Cifras del Sistema Educativo Mexicano 2022-2023”.

El Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 (ODS 4): Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos, plantearía la “Meta 4.2 De aquí a 2030, asegurar que todas las niñas y todos los niños tengan acceso a servicios de atención y desarrollo en la primera infancia y educación preescolar de calidad, a fin de que estén preparados para la enseñanza primaria”, cuyo “Indicador 4.2.2 Tasa de participación en el aprendizaje organizado (un año antes de la edad oficial de ingreso en la enseñanza primaria), desglosada por sexo” estaría calculado de manera global y de cobertura nacional y mostraría un índice que oscilaría entre 91.7% en el ciclo escolar 2021-2022 y 90.3% en el periodo correspondiente a 2022-2023.

La Meta 4.3 De aquí a 2030, asegurar el acceso igualitario de todos los hombres y las mujeres a una formación técnica, profesional y superior de calidad, incluida la enseñanza universitaria, mediante el indicador 4.3.1 Tasa de participación de los jóvenes y adultos en la enseñanza y formación académica y no académica en los últimos 12 meses, desglosada por sexo y de alcance global y nacional, rondaría, en el ciclo escolar 2022-2023, en un 37.4%; porcentaje que por sí solo justificaría las promesas realizadas por los candidatos ganadores, vinculadas con la creación de Instituciones de Educación Superior. La Meta 4.6 De aquí a 2030, asegurar que todos los jóvenes y una proporción considerable de los adultos, tanto hombres como mujeres, estén alfabetizados y tengan nociones elementales de aritmética como se menciona en el indicador “4.6.1 Porcentaje de población en un grupo de edad determinado que alcanza por lo menos un nivel fijo de competencia funcional en a) alfabetización y b) aritmética elemental, desglosado por sexo”, índice global de alcance nacional, se establecería en un 99.2%; pretexto suficiente para arriar la bandera blanca en la lucha contra del analfabetismo.

Las metas “4.a.1.a Proporción de escuelas con acceso a electricidad por entidad federativa y nivel educativo; 4.a.1.b Proporción de escuelas con acceso a internet por entidad federativa y nivel educativo; 4.a.1.c Proporción de escuelas con equipos de cómputo en funcionamiento por entidad federativa y nivel educativo”, ya habrían sido divulgadas al considerar la “Disponibilidad de servicios básicos en las escuelas o planteles [lo mismo que la gráfica] Porcentaje de escuelas de educación [obligatoria] según disponibilidad de conexión a Internet […]” que forman parte de las estadísticas básicas de MEJOREDU, lo mismo en otros cuadros similares publicados por el anuario que da origen a las estadísticas revisadas en esta carta, Gracia. En los mismos conceptos -de alcance global, por niveles y entidad federativa-, los porcentajes serían similares: 92.6% de las escuelas de educación básica y 86.7% en media superior, contarían con electricidad. La “proporción de escuelas con acceso a Internet” se establecería en 46.9% en escuelas de básica y un 52.6% de media superior, y finalmente, el porcentaje de escuelas con equipos de cómputo -en los mismos términos- oscilaría entre un 57.7% en escuelas de educación básica y un 70% de media superior.

La Meta 4.a. Construir y adecuar instalaciones educativas que tengan en cuenta las necesidades de los niños y las personas con discapacidad y las diferencias de género, y que ofrezcan entornos de aprendizaje seguros, no violentos, inclusivos y eficaces para todos, se desagregaría en los incisos d1, d2, e, f, y g. Los indicadores 4.a.1.d1 Proporción de escuelas con infraestructura adaptada para discapacidad por entidad federativa y nivel educativo; 4.a.1.d2 Proporción de escuelas con materiales adaptados para discapacidad por entidad federativa y nivel educativo; 4.a.1.e Proporción de escuelas con conexión a la red pública de agua potable por entidad federativa y nivel educativo; 4.a.1.f Proporción de escuelas con sanitarios independientes por entidad federativa y nivel educativo; y finalmente 4.a.1.g Proporción de escuelas con lavabo de manos por entidad federativa y nivel educativo, reportaría d1) contar con un 34.3% en escuelas de educación básica (EB) y un 38.6% en escuelas de educación media superior (EMS) que dispondrían de “infraestructura adaptada para discapacitados”; d2) 22% de EB y 1.3% de EMS con materiales adaptados a este rubro; e) 78.8% de EB y 74.5% de las EMS contarían con agua potable proveniente de una red de drenaje público; f) 93.5% de EB y 84.8% de EMS tendrían sanitarios independientes y finalmente, g) 82.1% de EB y 80.3% de EMS dispondrían de lavabo de manos.

Los Objetivo de Desarrollo Sostenible 4, las Estadísticas Básicas de MEJOREDU y las que compartiría el anuario de las Principales Cifras del Sistema Educativo 2022-2023, sentarían las bases, Gracia, para que la nueva administración federal elabore un diagnóstico que le permitiera diseñar algunas estrategias que combatan el rezago en infraestructura en general, y de las tecnologías de la información y comunicación en particular. Bien por las obras como el de la expansión nacional del sistema de la Universidad Rosario Castellanos y otras similares; sin embargo, las carencias están a la vista.

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Gustavo Santín Nieto

Poblano por elección. Profesor Educación Primaria, licenciatura en Economía UNAM y Maestro en Administración Pública INAP Puebla. Asesor de SEP en varios estados. Miembro SNTE. Dirige IUP y Coordina la AUIEMSS