Inestabilidad en Hispanoamérica

  • Eduardo García Anguiano
Continúa el desequilibrio político en el continente y de nuevo en la parte sur

El general Juan José Zúñiga, quien había sido destituido como jefe del ejército boliviano por unas declaraciones que realizó sobre Evo Morales, fue el protagonista de una acción militar. Es menester recordar que el líder cocalero Morales fue rescatado de esas tierras por ser acusado de “mapache” electoral.

Bolivia estuvo en la incertidumbre luego de que el grupo de militares liderado por Zúñiga se movilizara en el centro de La Paz, algo que el presidente de ese país calificó de intento de "golpe de Estado".

Un golpe de Estado no es así. Es ingenuo pensar que las formas en que se dieron los hechos devienen en ello, como el que sucedan diálogos entre los protagonistas. Los golpes militares se ejecutan de noche o en momentos sorpresivos, se toman las sedes de todos los poderes, las instalaciones de los medios de comunicación y zonas territoriales estratégicas, por lo que se necesita el apoyo de la fuerza aérea por cuestiones de simultaneidad de las acciones de fuerza.

Lo sucedido se asemeja a una intentona bélica de otra naturaleza, se parece a una asonada y, además, surgen dudas por las declaraciones del militar detenido quien dijo que el propio presidente le pidió que hiciera algo para aumentar su popularidad.

Recuerden que ese país es muestra de golpes de Estado y de presidentes muertos, por lo que los hechos no se parecen a lo que las lecciones de la historia de Hispanoamérica nos dicen, sobre todo porque Bolivia ha tenido 23 golpes de Estado, entre ellos el tristemente célebre “Mamertazo”.

Por supuesto que diversos actores políticos afines al presidente boliviano condenaron los hechos por irregulares, aun cuando detrás de la asonada se encuentra el intento de violación a las normas de ese país y a las internacionales, porque un “mapache” electoral ha manifestado querer ser presidente de nuevo, lo que sería en caso de suceder un golpe de Estado “técnico”.

Lo anterior coloca de nuevo en auge a la inestabilidad que generan los gobiernos que, llegando al poder de manera democrática, se aprovechan de ello para transformarse en remedos autoritarios, actualmente en Hispanoamérica existen varios ejemplos.

Dice una frase popular: “Si no puedes reírte de ti mismo, yo puedo hacerlo por ti”.

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Eduardo García Anguiano

Sociólogo y Maestro en Administración Pública. Ha laborado en el gobierno federal y gobiernos locales en áreas de seguridad, gobierno y salud. Ha sido profesor en: UDLAP, IMIDECIP, Instituto Técnico de Formación Policial de la CDMX y en el INAP.