Primeros efectos de Gas Bienestar

  • Facundo Rosas Rosas
Uno de los efectos tiene que ver con el robo de gas por las bandas dedicadas a este ilícito

Uno de los primeros efectos colaterales de la entrada al mercado de distribución de gas LP por parte del gobierno federal a través de ‘Gas Bienestar’ y el tope a los precios establecidos por la Secretaría de Energía y  la Comisión Reguladora de Energía es la reducción de las ganancias de los “comisionistas” que llevan el energético desde las terminales de reparto autorizados hasta el consumidor final, ya sea en cilindros o pipas de menores dimensiones.

Lo que no se explica es cómo las autoridades fiscales y la Procuraduría Federal del Consumidor no sepan a ciencia cierta sobre la existencia de este tipo de actores, cuando es un segmento del mercado que “informalmente” maneja cientos de millones de pesos todos los días y que aglutina por lo menos 35 mil comunidades de reparto tanto de cilindros como pipas para el llenado de tanques estacionarios, esquema similar al de los taxis “pirata” o “tolerados” que los gobiernos de la mayoría de los estados dicen combatir pero que en la realidad los dejan operar porque cubren las deficiencias de los sistemas de transporte oficial y concesionado.

No es hasta que el problema estalla cuando tratan de “apagar el fuego” que metafóricamente se ha generado en el patio de la casa para que no llegue a la sala, es el caso de los “gaseros” que de manera casi independiente de las grandes empresas se encargan de controlar alrededor del 80% de los cilindros y pipas que llevan el gas hasta los hogares.

Si los responsables de atender estos temas no tienen conocimiento sobre este fenómeno es que nunca han comprado un cilindro de 20 o 30 Kg. “a pie” del camión repartidor o bien nunca han llenado el tanque estacionario de sus casas o palacios con una pipa de las miles que circulan en las colonias y fraccionamientos “fifís”, es porque seguramente disponen de personal de servicio doméstico o ayudantías que realizan dichas funciones. Seguramente pasa lo mismo con los encargados de vigilar que los precios de los productos de la canasta básica se cumplan, cuando que en su casa ni tortillas se comen y nunca van al supermercado, o como los responsables de la salud y sus jefes políticos, que nunca se dan cuenta de que faltan medicamentos porque ellos no se atienden en hospitales públicos, sino en el Médica Sur como “ya sabes quién” o en el Hospital Ángeles, como en el caso de Puebla.

El caso es que miles de estos “comisionistas” de la Ciudad de México, Estado de México, Hidalgo, Puebla, Querétaro, Tlaxcala y Veracruz  dieron una pequeña prueba de lo que son capaces de hacer si ven reducidas sus ganancias (que van desde los 50 centavos hasta los 4 pesos por litro o kilogramo de gas LP), al bloquear algunas vialidades en el marco de lo que llaman “paro nacional”, que amenaza con extenderse y generar un desabasto del energético con la consecuente afectación a la mayoría de los hogares más modestos.

Otro de los efectos tiene que ver con la movilidad de mercancías de todo tipo en las carreteras del país ya que no se descarta que el mencionado “paro nacional” afecte las principales vialidades de la región centro, así como las unidades de transporte que funcionan a base de gas LP.

El menos visible de los efectos pero no por ello menos importante tiene que ver con la seguridad pública ya que el bloqueo de las vías de comunicación podría generar algunos conatos de violencia, pero sin duda el mayor riesgo tiene que ver con el robo de gas, ya que al subir la demanda del energético, las bandas dedicadas a este ilícito incrementarán sus actividades e incluso los precios al consumidor, particularmente en entidades como Puebla, Hidalgo y Estado de México.

Además diversificarán sus mecanismos de distribución e indudablemente aumentarán las “tomas clandestinas”, algo que se ha vuelto una práctica común en el estado de Puebla, no así la naturaleza del delito que sigue siendo de competencia federal y no del fuero común, por lo que su combate se debilita con la repartición de culpas.

En síntesis, si alguien creyó que con la llegada de “Gas Bienestar” los problemas en los hogares iban a disminuir, se equivocó ya que únicamente se trasladaron a otra parte de la cadena que hace posible que todos los días consumamos comida caliente y algunos nos bañemos, en este caso a los encargados de llevar a las ciudades y comunidades el gas por kilogramo en cilindros y por litro en pipa (comisionistas), que prácticamente los han dejado sin margen de ganancia y por eso su reacción.

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Facundo Rosas Rosas

Ingeniero por la UAM donde obtuvo la Medalla al Mérito Universitario. Estudió maestrías en Administración, así como en Seguridad Pública y Derechos Humanos. Fue capacitado en inteligencia y análisis en EU, Colombia e Iraq. A lo largo de 25 años ha sido servidor público en dependencias estatales y federales en materia de Seguridad Pública y Seguridad Nacional.