200 mil homicidios, pero cambió la tendencia
- Facundo Rosas Rosas
Por si quedaba alguna duda sobre el número de homicidios dolosos registrados en la gestión de expresidente López Obrador, las cifras definitivas del 2023 dadas a conocer por el INEGI el pasado 8 de noviembre confirman que estos superaron los 200 mil; ahora veamos cómo se llega a esa cifra.
De acuerdo al INEGI entre 2019 y 2023, se cometieron 174 mil 673 homicidios dolosos en cifras anualizadas.
El Sistema Nacional de Seguridad Pública por su parte reportó que durante diciembre de 2018 (primer mes completo de la gestión del expresidente López Obrador) se registraron 2 mil 893 homicidios dolosos y 101 feminicidios.
Mientras que en el periodo enero-septiembre de 2024 (últimos nueve meses del expresidente López Obrador), el propio SNSP contabilizó 22 mil 754 homicidios dolosos y 624 feminicidios.
Al hacer la suma de homicidios dolosos y feminicidios, la cifra final para los 5 años y 10 meses que duró la administración del expresidente López Obrador fue de un total de 201 mil 045.
No obstante que este delito se incrementó en 28.8% respecto del sexenio completo del expresidente Enrique Peña Nieto (156 mil 066 homicidios dolosos) y 66.7% en relación con la administración del expresidente Felipe Calderón (120 mil 463 homicidios dolosos), y que el hoy expresidente López Obrador se comprometió en reducirlo en 50 por ciento, la presidenta de la República señaló que el gran logro de quien la antecedió al frente del poder ejecutivo federal fue cambiar la tendencia de los homicidios y el modelo de atención a la inseguridad, al privilegiar las causas, pero sin dejar de lado la creación de la Guardia Nacional, las detenciones y las incautaciones de drogas.
Pero además enfatizó que en los sexenios previos al del expresidente López Obrador la tendencia de los asesinatos siempre fue al alza, logrando estabilizarla en su gestión y a partir de ahí comenzó la tendencia a la baja; lo que no dijo fue que entre 2012 y 2015 se registró un descenso sostenido y a partir de 2016 dicho delito comenzó a repuntar hasta el 2020, cuando comenzó a descender nuevamente en forma marginal.
Un dato que no puede pasar inadvertido es el referente a la disminución del homicidio en forma anualizada, ya que entre 2018 (último año de Peña Nieto) y 2023 (último año completo de López Obrador) fue de apenas 13.7% y no del 18% y hasta 25% que manejó el Gabinete de Seguridad del expresidente López Obrador, haciendo comparaciones a modo que lejos de reconocer el problema lo minimizaron e incluso utilizaron con fines políticos, sabiendo que no era verdad.
Derivado de lo anterior vienen a la mente una serie de preguntas que aún no tienen respuesta, qué ganó el exjefe de Estado y de gobierno al no reconocer la gravedad del problema de la violencia y del homicidio doloso en particular; qué gana la nueva presidenta de la República reconociendo como un éxito que su antecesor haya rebasado los 200 mil homicidios dolosos, cuando que lo que ofreció reducirlo a 78 mil 033, que es el 50% de los homicidios dolosos registrados en la gestión de Peña Nieto.
De la respuesta a estas interrogantes depende en parte el rumbo de la Estrategia de seguridad del actual gobierno federal, así como el énfasis en alguno de sus cuatro Ejes rectores en que se divide ya que en el fondo son similares y solo la detención de generadores de violencia, eufemismo utilizado ahora para no llamar a los detenidos como “objetivos prioritarios”, sino “generadores de violencia” los hace diferentes, tal como fueron denominados en sexenios anteriores.
En síntesis, no llamar a las cosas por su nombre y evitar contradecir lo dicho en su momento por el ahora expresidente López Obrador, no parecen ser la mejor hoja de ruta en materia de seguridad pública para los próximos años, ya que aun cuando los resultados de esta administración sean mejores, seguirá buscando la forma de no compararse y mucho menos entrar en conflicto con sus cifras.
El mejor ejemplo de ello fue lo difundido ayer en Palacio Nacional, donde la secretaria ejecutiva del SNSP mostró únicamente la tendencia de los homicidios dolosos de los últimos años, defendiendo lo realizado durante el sexenio pasado, pero sin dar cifras duras para poder comparar los avances.
En síntesis, solamente llamando a las cosas por su nombre y enfrentando los problemas sin rodeos la Estrategia de seguridad podrá tener éxito, mejor aún si le abren realmente un espacio a la participación ciudadana y las áreas de inteligencia e investigación hacen su trabajo en forma ordenada e integral, sin miedo a la discusión y sin querer suplir la función del Ministerio Público.
Existen ejemplos de ciudades y estados que así lo han hecho en el pasado reciente, es cuestión de que el gobierno federal y de los estados dejen atrás los odios y la sed de venganza, se rodeen de expertos con experiencia en campo más que de especialistas y amigos, formen cuadros de alto rendimiento en materia de inteligencia e investigación, recuperen lo más que se pueda de Plataforma México, agreguen liderazgo, protocolos y procedimientos sistemáticos de operación para asegurarse de conseguir lo que se necesita y no lo que quieran oír.
De ser así los resultados llegarán en automático, con reformas o sin reformas al artículo 21 constitucional, y la Estrategia habrá logrado sus objetivos.
Opinion para Interiores:
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Ingeniero por la UAM donde obtuvo la Medalla al Mérito Universitario. Estudió maestrías en Administración, así como en Seguridad Pública y Derechos Humanos. Fue capacitado en inteligencia y análisis en EU, Colombia e Iraq. A lo largo de 25 años ha sido servidor público en dependencias estatales y federales en materia de Seguridad Pública y Seguridad Nacional.