El Papa con la iglesia de protesta social

  • Antonio Tenorio Adame

El sincretismo religioso mexicano es la base de las grandes movilizaciones de la fe en los conflictos sociales; fue el incitador del Grito de Dolores con Hidalgo y después Morelos para continuar después en el laberinto de confusiones de guerras civiles, revoluciones y contrarrevoluciones, no deja de estar presente en el México de hoy con los indígenas de Samuel Ruíz, los desaparecidos de Raúl Vera y Solalínde en la protección de los migrantes 

La frase del sexenio se cumplió y “México se movió”… pero en torno a la presencia de Francisco I, su presencia motiva las mayores movilizaciones de personas de la historia reciente, los lugares elegidos son evocativos de la injusticia y dolor que vive el pueblo mexicano, su discurso se dirige a la desigualdad, la redención de los pobres, señala una de su efecto-causa: la corrupción; pide y confía en pedir perdón a los indígenas, exalta el evangelio de la liberación con Samuel Ruíz, y marcha a rechazar la resignación ante la violencia, así como la discriminación y racismo que padece la emigración. La iglesia de la protesta social resurgirá fortalecida.

La visita del Pontífice Francisco I alcanzó dimensiones torrenciales en la participación de personas como en la repercusión de sus mensajes, el Presidente del Senado, Roberto Gil Zuarth, estimó que además de “dejar reflexiones a los católicos, también motiva a las “reflexiones políticas”, como son el contenido de sus mensajes

-       La crítica a la colusión de la clerecía aristocrática con las élites políticas mancilladas por la corrupción;

-       El aprender a pedir perdón a los indígenas;

-       La advertencia a la juventud ante la falta de esperanza; y el rechazo a la violencia derivada del narcotráfico;

-       La experiencia extrema del dolor de los reos en la cárcel; y

-       Singularmente la migración forzada como la gran tragedia de la humanidad en la frontera de la desigualdad y diferencia cultural religiosa del territorio anglo sajón de donde son deportados 5 millones de mexicanos.

Fue el rostro de Vasco de Quiroga y no el de Juan de Zumárraga, o de personajes siniestros de la inquisición, como Bernardo de Monteagudo. Fue la voz del humanismo eramista.

Una de las razones de las torrenciales movilizaciones se encuentran en la cultura del pueblo mexicano, en especial en su sincretismo religiosos que favoreció las formas de participación política, como en la lucha de independencia de Hidalgo, Morelos, Matamoros, una pléyade de sacerdotes que dirigieron el clamor del pueblo por su libertad formando así la Iglesia de la protesta social, que al parecer ahora resurge en Samuel Ruíz.

En sus reflexiones ante la frontera del imperio del consumismo, refirió parte de sus ideas ya expresadas antes en el Madison Square Garden de NY, al pedir que se ayude a los que parecen no tener cabida o que son ciudadanos de segunda clase, porque no tienen derecho a estar allí, refiriéndose a los 11 millones de inmigrantes indocumentados en EE UU”.

El Papa Francisco parecía actuar en un escenario “a modo”, aunque cualquier punto de la geografía mexicana responde hoy al diagnóstico, él fue respetuoso de la identidad laica del Estado mexicano, -no ha condicionado privilegios su visita-, pero los políticos profesionales desbordaron sus emociones por ganar el paraíso prometido con olvido de la República.

Opinion para Interiores: 

Anteriores

Antonio Tenorio Adame

Licenciado en Economía por la UNAM, y docente en la BUAP. Fundador de la Academia de Historia y Crónica Parlamentaria y cofundador de la Asociación de Periodistas Democráticos junto con Renato Leduc. Ha sido diputado federal en diversas legislaturas, desde donde ha impulsado la apertura democrática.