Participación ciudadana: el arte de esperar a Superman
- Rafael Reyes Ruiz
Hace tiempo, cuando éramos pequeños, algunos confiábamos en que algún héroe llegaría a salvarnos. Hoy, las cosas han cambiado. Las crisis que enfrentamos —y que por alguna extraña razón nadie vio venir— nos recuerdan que el único Superman que puede salvarnos lleva el traje invisible de la ciudadanía organizada.
¿La llegada de Trump al gobierno de los Estados Unidos? Un espectáculo que, aunque parecía digno de un reality show, generó olas económicas y sociales que están sacudiendo a México. Desde las políticas migratorias hasta los desafíos comerciales, su administración es clara prueba de cómo las decisiones de un país pueden influir en otro. Y aunque el T-MEC está como una herramienta para estabilizar las aguas, la realidad es que también depende de nuestra capacidad para aprovechar las oportunidades que nos brinda.
En casa, enfrentamos retos que no son menores. La seguridad, el sector salud y la economía nos exigen lo mejor de todos nosotros: gobierno, sociedad civil, iniciativa privada y ciudadanía. Estos desafíos, aunque grandes, también son una oportunidad para demostrar que trabajando en equipo podemos generar cambios que realmente se sientan en la vida de las personas.
En seguridad, por ejemplo, la colaboración vecinal y los programas de prevención están logrando impactar positivamente en diversas comunidades. Es cierto, aún queda mucho por hacer, pero ejemplos de cómo la organización de comités ciudadanos para el cuidado de los barrios son un recordatorio de que la acción colectiva tiene poder.
En salud, los esfuerzos de la sociedad civil para abastecer hospitales con insumos, apoyar tratamientos o brindar acompañamiento emocional a pacientes y sus familias son ejemplos inspiradores de cómo juntos podemos construir un sistema más humano. Proyectos como los bancos de medicamentos o las campañas de recaudación lideradas por fundaciones nos recuerdan que cuando las instituciones y los ciudadanos trabajan de la mano, el bienestar se convierte en una realidad tangible.
Y en la economía, aunque los retos son evidentes, la creatividad mexicana sigue siendo una de nuestras fortalezas. Desde los emprendedores que transforman ideas en negocios hasta los proyectos de economía solidaria que benefician a comunidades enteras, el panorama es una mezcla de ingenio, esfuerzo y esperanza.
La pregunta es: ¿Hasta cuándo vamos a seguir delegando nuestra responsabilidad como ciudadanos? No es casualidad que las democracias más sólidas sean aquellas donde la participación ciudadana está más arraigada. Organizarse, alzar la voz, exigir cuentas claras y soluciones reales no es solo un derecho, sino un deber. La apatía solo fortalece a quienes lucran con el caos, a los que creen que el poder es eterno y que los problemas se pueden barrer bajo la alfombra.
Participar no requiere capa ni superpoderes. Puede ser tan simple como exigir justicia en redes sociales, unirse a colectivos o participar en asociaciones civiles. Porque si seguimos esperando que alguien más haga el trabajo, lo único que llegará será más de lo mismo: promesas huecas, discursos interminables y una realidad que nos sigue recordando que la solución no está en un solo líder, sino en todos nosotros.
Así que no, Superman no va a venir. Y está bien, porque no lo necesitamos. Lo que sí necesitamos es asumir, de una vez por todas, que el cambio empieza en casa, con nuestras acciones y nuestra voz. Porque el poder más grande no está en las instituciones ni en los políticos, sino en la ciudadanía organizada.
¿Estás listo para ser tu propio héroe? Porque, de lo contrario, no te quejes si el villano sigue ganando.
Rescoldos
No eludo de sus responsabilidades a los políticos; la presidenta tiene la obligación de unir al país y dar resultados sobre todo en seguridad, economía y salud. El gobernador debe llevar el “Amor a Puebla” a hechos concretos. El presidente municipal debe realizar acciones que hagan imparable a nuestra ciudad. Nosotros los ciudadanos y ciudadanas debemos participar más para que todo eso sea posible.
@RafaActivista
rafaactivista@gmail.com
Opinion para Interiores:
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Activista social dedicado a brindar ayuda integral a grupos de alta vulnerabilidad. Fundador de Fundación Madai, que apoya a niños con cáncer y sus familias. Miembro de grupos y colectivos de la sociedad civil. Escritor, articulista, conferencista. Desarrollador y promotor del emprendimiento social.