Solidaridad, pináculo de la civilización
- Rafael Reyes Ruiz
Permítanme compartir una anécdota profundamente reveladora atribuida a la antropóloga Margaret Mead, que nos invita a reflexionar sobre los orígenes de la civilización.
En una ocasión, alguien le preguntó a la antropóloga: ¿Cuál considera usted el primer indicio de civilización humana? Muchos habrían supuesto que aludiría a herramientas, utensilios cerámicos o construcciones arquitectónicas. No obstante, Mead respondió que el primer vestigio de civilización fue el descubrimiento de un fémur humano fracturado y posteriormente reparado.
¿Por qué semejante aseveración? En el mundo animal, una fractura ósea suele representar una condena irremisible; el ser no puede procurarse sustento, eludir depredadores ni valerse por sí mismo. Sin embargo, un hueso que ha sanado denota que otro individuo cuidó del lesionado: lo resguardó, lo proveyó de alimento y le brindó compañía durante el tiempo necesario para su recuperación. Este acto de altruismo y desinteresada solidaridad, explicó Mead, señala el nacimiento de la civilización, pues simboliza nuestra capacidad para trascender el instinto individualista y abrazar la cooperación colectiva.
En definitiva, Mead nos legó una reflexión profunda: la civilización no comenzó con el erigir urbes, sino con el forjar vínculos de reciprocidad y cuidado mutuo. Este mensaje, atemporal y universal, nos invita a considerar cuán atentos estamos a sanar las “fracturas” de nuestra sociedad contemporánea.
Creo verdaderamente que la mejor forma de demostrar el amor por un Estado, es ayudando a los que más necesitan de ese Estado; creo que el camino para hacer imparable a una ciudad es inculcando valores y brindando una educación integral a los niños y jóvenes de esa ciudad. Estoy convencido que, la solidaridad y la empatía nos harán una mejor sociedad.
El gobierno no puede resolver por sí solo los problemas que enfrentamos. Los empresarios no pueden hacerlo. Los grupos de la sociedad civil no podemos hacerlo. Ni los ciudadanos podemos hacerlo tampoco. Es solo con el trabajo en conjunto de todos los sectores sociales como podremos poco a poco ir resolviendo todas las problemáticas que hoy vivimos, cada quien haciendo su parte y haciéndola lo mejor posible.
Si el hallazgo de un fémur reparado marcó el inicio de la civilización, ¿qué ‘fracturas’ en nuestra sociedad actual estamos dispuestos a sanar para demostrar que seguimos siendo verdaderamente civilizados?
Rescoldos
Después de un largo período sin escribir, vuelvo a este espacio para compartir mis vivencias, pensamientos e ideas en esta columna; agradeciendo a mi casa e-consulta por el espacio, a Rodolfo Ruiz, a Flora Molina y a todo el gran equipo editorial por su generosidad y apoyo para darle cabida a mis “Letras de un activista”. Y sobre todo, agradezco a ti que me lees, pues eres la razón de que esto exista. Bendiciones y buena vibra, y como siempre: ¡Vamos por más!
@RafaActivista
rafaactivista@gmail.com
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Activista social dedicado a brindar ayuda integral a grupos de alta vulnerabilidad. Fundador de Fundación Madai, que apoya a niños con cáncer y sus familias. Miembro de grupos y colectivos de la sociedad civil. Escritor, articulista, conferencista. Desarrollador y promotor del emprendimiento social.