La salud mental de las mujeres en la agenda
- Laura Liliam García López
La salud mental de las mujeres es importante y tiene que ser atendida, porque afecta la forma en que piensan, sienten y actúan, la cual es originada por factores sociales, económicos, estructurales, culturales y familiares, como los roles sociales, violencia machista, estereotipos de género, maternidad y lactancia, trastornos del sobrepeso, desigualdad salarial y patrimonial, violencia económica y laboral, pobreza, trabajo doméstico, responsabilidad de los cuidados, discriminación y violencia de género.
La salud mental es parte fundamental de la salud y el bienestar que sustenta las capacidades individuales y colectivas para tomar decisiones, establecer relaciones y dar forma al mundo en el que vivimos todas y todos. La salud mental es además un derecho humano y universal, reconocido en la legislación vigente. En contrapunto, la salud mental de las mujeres es un estado de bienestar psicológico, emocional y social que se ve afectado por diversos factores, como la educación, los valores, las normas sociales, las experiencias vividas y los roles de género.
En atención a ello, la salud mental es un concepto mucho más amplio que incluye la salud de las personas y los trastornos mentales, y que se da en un proceso complejo, que cada persona experimenta de una manera diferente, con diversos grados de dificultad y angustia y resultados sociales y clínicos que pueden ser muy diferentes. En el caso de las mujeres, se tiene que atender bajo las recomendaciones de prácticas de autocuidado, ejercicio y nutrición, ayuda profesional, círculos de apoyo, terapias de estrés, cursos de empoderamiento, capacitaciones en atención a la salud mental y combate a la violencia.
En ese sentido, es vital promover y atender la salud mental de las mujeres, en el que se incorpore la perspectiva de género en la práctica clínica para implementar estrategias y acciones que brinden atención integral y ofrezcan tratamientos especializados a mujeres que padecen algún trastorno de salud mental, en el que se ofrezcan servicios de salud de forma integral en el que se incluyan centros y equipos comunitarios, rehabilitación psicosocial, servicios de protección y tratamientos especializados para las mujeres, y atención de la red hospitalaria del sistema de salud.
En referencia, el Congreso de la Unión aprobó una iniciativa que reformó y adicionó diversas disposiciones de la Ley General de Salud, en materia de perspectiva de género en la capacitación y educación en salud mental, y en la prevención, tratamiento y rehabilitación de adicciones. Esta reforma contempla la perspectiva de género en la investigación multidisciplinaria en materia de salud mental, así como en el desarrollo de equipos de respuesta inmediata para situaciones de crisis. De igual manera, establece que la Secretaría de Salud elaborará con perspectiva de género un programa nacional para la prevención y tratamiento de la farmacodependencia, y lo ejecutará en coordinación con dependencias y entidades del sector salud y con los gobiernos de las entidades federativas.
En la misma ruta, es vital señalar que la Ley General de Salud, ya considera la atención con perspectiva de género en la salud mental, en su artículo 72 Bis, que señala “El propósito último de los servicios de salud mental es la recuperación y el bienestar, el despliegue óptimo de sus potencialidades individuales para la convivencia, el trabajo y la recreación”. Así, la atención a la salud mental deberá brindarse con un enfoque comunitario, de recuperación y con estricto respeto a los derechos humanos de los usuarios de estos servicios, en apego a los principios de interculturalidad, interdisciplinariedad, integralidad, intersectorialidad, perspectiva de género y participación social.
De igual manera, en el artículo 73 de la Ley en cita, se establece que “los servicios y programas en materia de salud mental y adicciones deberán privilegiar la atención comunitaria, integral, interdisciplinaria, intercultural, intersectorial, con perspectiva de género y participativa de las personas desde el primer nivel de atención y los hospitales generales”. Por su parte, en el artículo 73 Ter del mismo cuerpo normativo, se consigna que para combatir los estereotipos u otras ideas o imágenes ampliamente difundidas, sobresimplificadas y con frecuencia equivocadas sobre la población que requiere de los servicios de salud mental y adicciones, las autoridades de salud mental y proveedores de servicios llevarán a cabo programas educativos en salud mental con enfoque de derechos humanos y perspectiva de género para familias, escuelas y centros de trabajo, entre otros.
En ese tenor, en el artículo 74 Ter fracción I de la Ley General de Salud, se establece que la población usuaria de los servicios de salud mental tendrá derecho a la mejor atención disponible en materia de salud mental con perspectiva intercultural, pertinencia lingüística y perspectiva de género, lo que incluye el trato sin discriminación y con respeto a la dignidad de la persona, en establecimientos de la red del Sistema Nacional de Salud.
En conclusión, la perspectiva de género en salud, es una herramienta conceptual que busca analizar las relaciones de poder, las jerarquías y los estereotipos de género que afectan la salud de las personas. El objetivo es brindar una atención igualitaria y equitativa, para que las mujeres y los hombres tengan las mismas condiciones para gozar de buena salud. De esa manera, la perspectiva de género en salud es importante porque:
- Ayuda a identificar las inequidades y desigualdades en materia de salud, que se producen por las diferencias estructurales y no solo por la determinación biológica
- Permite reconocer los problemas que el modelo sanitario hospitalario lleva en la práctica y permite mejorarlo
- Ayuda a promover cambios para alcanzar un modelo de salud más justo, equitativo e igualitario.
En consecuencia, es imprescindible garantizar la prevención, atención y tratamiento de los trastornos mentales con perspectiva de género, ya que es un beneficio para las mujeres que padecen enfermedades y trastornos de salud mental, además de que se contribuye a derribar el sistema estructural y los estigmas de las mujeres como la desigualdad y la discriminación, por lo que se da un paso para alcanzar la igualdad de género, así como cerrar la brecha de género en el sector salud.
Opinion para Interiores:
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Presidenta de Paritè emprendimiento de género. Doctora en Derecho-CONACYT. Abogada y Maestra en Derecho Constitucional y en Ciencias Políticas BUAP. Doctorante en Estudios Legislativos de Género y Paridad CONACYT