Si Kamala Harris gana…

  • Laura Liliam García López
La candidata demócrata aspira romper barreras para llegar a ser la primera mujer en la Casa Blanca

Kamala Harris, la candidata demócrata, es la gran favorita de las preferencias electorales según el género entre los votantes de Estados Unidos y de la clase mundial para llegar a la Oficina Oval de la Casa Blanca. Es decir, cuenta con el respaldo mayoritario de las mujeres y de la aprobación de la élite política global. Kamala Harris simbólicamente, representa la lucha feminista en EE. UU. por su visión pragmática hacia las políticas de igualdad de género, impulsar la democracia paritaria y por sus propuestas de campaña, para garantizar la igualdad de oportunidades para todas y todos.

Kamala es actualmente la primera mujer vicepresidenta de los Estados Unidos, una política progresista y feminista, abogada, orgullosamente afroamericana, de ascendencia india y de origen migrante. Ha roto barreras desde sus inicios, fue fiscal general de California y senadora, en donde impulso leyes para que el matrimonio de la comunidad LGBTB fuera legal; defendió el derecho al aborto, educación para los jóvenes, propuso políticas públicas para combatir el hambre de la niñez y adolescencia, la atención médica materna, las viviendas dignas para las mujeres, erradicar la agresión sexual infantil, entre otras. Kamala, como vicepresidenta, ha trabajado para promover oportunidades en materia de igualdad, la familia, proteger las libertades, así como reforzar alianzas mundiales fundamentales.

La hoy candidata demócrata rompe los hitos del poder en la esfera de la política internacional, en el que promete liderazgo, continuidad y estabilidad en su gobierno, en el que las preferencias de los votantes le dan una ligera ventaja sobre Donald Trump. Dentro de sus propuestas de campaña, Kamala se ha centrado en temas como la justicia social, la educación financiera, financiamiento de la deuda de las familias en materia de educación, los derechos reproductivos, la atención sanitaria infantil y para personas de la tercera edad, la reducción del precio de los medicamentos, inversión en salud pública y servicios de salud mental, la salud materna, la justicia ambiental y el cambio climático, así como los derechos de la comunidad LGBTB, la seguridad militar, ayuda humanitaria internacional, regulación de armas de fuego y políticas de  inmigración.

A punto de cerrar las elecciones en Estados Unidos, la mayoría de los analistas políticos, coinciden que Kamala ha sido una espléndida y competitiva candidata, que ha roto el techo de cristal en la política estadounidense. De acuerdo a sondeos y encuestas ha remontado en la recta final, colocándose como la gran favorita para ganar la presidencia de los Estados Unidos. A pocas horas de que concluyan las elecciones presidenciales, la competencia está muy cerrada entre ambos candidatos, ya que diversos medios consideran que están empatados. En ese sentido, se ha vertido en los medios internacionales, que existe un empate técnico, en estados cruciales, aunque Kamala Harris, tiene más posibilidades de triunfo, porque cuenta con el respaldo de la Casa Blanca, de los líderes mundiales y de la votación de los indecisos.

Kamala Harris podría ser la “presidenta de todas y todos”, como lo sostuvo en su último mitin y cierre de campaña en Pensilvania.  “Que nadie se equivoque: ¡Ganaremos!” exclamó Kamala ante miles de personas en Filadelfia, Pensilvania. La campaña de Harris ha estado acompañada de estrategias vanguardistas y mensajes optimistas, desde los primeros días, lo cual ha tenido un eco positivo entre los electores. Mientras Trump ha polarizado la política, Kamala ha enviado un mensaje de empoderamiento y esperanza.

Si gana Kamala daría tranquilidad y estabilidad al sistema político estadounidense, continuaría con una política internacional de restauración y defensa de los derechos civiles; la relación con América Latina y México mantendría el modelo de equilibrio de postura de los derechos humanos, economía, migración y estado de bienestar. Con Kamala se cerraría la brecha de género en la política internacional, ya que sería una gran aliada de mujeres presidentas en el mundo, para dar paso a un modelo de gobierno con perspectiva de género, en el que se empoderaría a todas las mujeres en el planeta en todos los sectores.

Si Kamala gana será en gran medida por el trabajo electoral de sus aliados desde la Casa Blanca, la participación de los votantes y las alianzas que ha hecho durante la campaña con la comunidad migrante, los grupos LGTB, las y los jóvenes y las mujeres, así como los líderes representantes de la agenda internacional. Pero también, por su potencial de liderazgo, empatía y confiabilidad para gobernar, y sobre todo por sus propuestas progresistas, igualitarias y feministas de campaña, lo que le daría la victoria a Kamala Harris.

«Mi madre me miraba y me decía: “Kamala, tú puedes ser la primera en hacer muchas cosas, pero asegúrate de que no seas la última.”»
Kamala Harris, 28 de enero de 2019.

 

Opinion para Interiores: 

Anteriores

Laura Liliam García López

Presidenta de Paritè emprendimiento de género. Doctora en Derecho-CONACYT. Abogada y Maestra en Derecho Constitucional y en Ciencias Políticas BUAP. Doctorante en Estudios Legislativos de Género y Paridad CONACYT