Homicidio doloso: 30% más y no 50% menos

  • Facundo Rosas Rosas
En la gestión de López Obrador, este delito aumentó a 200 mil casos en números cerrados

Concluida la administración del hoy expresidente López Obrador y con los datos preliminares disponibles hasta este momento, es menester hacer un primer balance en materia de homicidio doloso, delito que se comprometió a reducirlo en 50% en su Plan Nacional de Desarrollo y no lo consiguió.

No pudo disminuirlo de 36 mil 685 casos, correspondiente a la cifra anual más alta de la gestión de Enrique Peña Nieto, a la mitad, es decir a 18 mil 342 en alguno de los años de su mandato. El mejor año fue 2023 con 31 mil 62, es decir 70% por arriba de su ofrecimiento.

Tampoco pudo disminuirlo en términos sexenales, pese a que la gestión de López Obrador fue de solo cinco años y diez meses y no de seis años como el de Peña Nieto, es decir no lo pudo bajar de 156 mil 66 a 78 mil 33 que sería la meta al final de su gobierno.

En lugar de eso el homicidio aumentó a 200 mil casos en números cerrados durante su administración, es decir casi 30% más que durante el sexenio de Peña Nieto y 66% más respecto de su villano favorito, Felipe Calderón, a quien no pudo superar en términos cuantitativos, pero siempre culpó de todos sus males y ahora lo hará de su fracaso.

Las cifras actualizadas hasta el 30 de septiembre arrojan un total preliminar de 199 mil 621 homicidios dolosos, sin embargo, cuando estas sean actualizadas, primero por el Sistema Nacional de Seguridad Pública el próximo 20 de octubre y hacia el mes de agosto de 2025 por parte del INEGI, sin duda superarán los 200 mil y confirmarán que fue el peor presidente en esta materia. Así quedará registrado en la historia, como lo exigió desde su campaña de 2018 (Juntos haremos historia), pero no como él hubiera querido.

Algo que no se le puede reprochar al expresidente López Obrador es que no haya intentado imponer una narrativa en el sentido de que las cosas nunca estuvieron mejor en materia de violencia y de homicidio doloso que durante su gestión; que en cada balance que realizaba en las conferencias “mañaneras” decía que íbamos bien, tan es así que mucha gente, incluidos algunos medios de comunicación, terminaron creyendo sus dichos sabiendo que no era verdad. Todavía durante el último día de su mandato comparó el peor mes de Peña Nieto con el penúltimo de él (agosto de 2024), cuando que lo más ético sería comparar el último mes del expresidente priista con el mismo mes de agosto, solo que el descenso sería del 9.5% y no 19% como dijo que disminuyó.

Desde esta perspectiva, no fue posible reducir el homicidio doloso en 50% durante su primer año, como lo ofreció durante su campaña presidencial de 2018 y que le valieron varios cientos de miles de votos a su favor.

Tampoco fue posible lograrlo en sus primeros dos años de gobierno, como lo ofreció su primer secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo, quien para no asumir los costos políticos mejor se postuló como candidato a gobernador de Sonora, consiguiendo dicho cargo sin mayores contratiempos y tomando posesión el 13 de septiembre de 2021. A este último funcionario se le debe el dicho de que alcanzaría el “punto de inflexión” al cierre de 2020, sin embargo, como no lo pudo conseguir, mejor abandonó el Gabinete de Seguridad.

Mucho menos fue posible alcanzar la meta del 50% durante los tres primeros años como rectificó López Obrador cuando se dio cuenta que sería imposible lograrlo en un menor tiempo. A los tres años la cifra solo se había reducido un 2.7% tomando como referencia el año 2018 cuando se registraron 36 mil 685 homicidios dolosos, contra los 35 mil 700 reportados por el INEGI durante 2021, al cumplirse el tercer año de su gobierno.

Obviamente tampoco lo consiguió durante toda su gestión, ya que en vez de dejar el marcador en 78 mil 33 (50% de los 156 mil 33 de Peña Nieto) lo llevó hasta los 200 mil, por lo menos así se entiende desde la aritmética básica, por más que le dé vueltas y sus colaboradores hayan hecho maromas para desmarcarse.

La única medición en la cual se registra un 15.3% de reducción en víctimas de homicidio doloso es la que compara el último año de Peña Nieto (2018 con 36 mil 685) contra el penúltimo de López Obrador (2023 con 31 mil 62).

En síntesis, en materia de homicidio doloso no solo no logró reducirlo en 50% en números absolutos, sino que pasó de 156 mil a 200 mil, equivalente a un 30% más respecto de la gestión completa de Peña Nieto, es decir no hay nada que presumir. No cabe duda que el que sabe llega, resuelve y en silencio se va, pero el que no lo sabe hacer, llega, culpa a todos los demás, grita y además no se quiere ir.

 

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Facundo Rosas Rosas

Ingeniero por la UAM donde obtuvo la Medalla al Mérito Universitario. Estudió maestrías en Administración, así como en Seguridad Pública y Derechos Humanos. Fue capacitado en inteligencia y análisis en EU, Colombia e Iraq. A lo largo de 25 años ha sido servidor público en dependencias estatales y federales en materia de Seguridad Pública y Seguridad Nacional.