Sobre el futuro de la Secretaría de Arte y Cultura de Puebla
- Juan Carlos Canales
1. Lo lamentable no es solo el perfil de los encargados de la promoción cultural y artística del próximo gobierno que encabezará Alejandro Armenta Mier, un perfil que carece de los más elementales conocimientos y experiencia en la materia y, por el contrario, muestra, con creces, el talante supinamente provinciano del futuro de la difusión cultural por parte del Gobierno del Estado.
2. Lo verdaderamente lamentable es el desinterés que, a través de esos nombramientos, muestra el gobernador electo respecto a un área que día a día cobra mayor relevancia en el mundo contemporáneo como parte de las políticas públicas de gobiernos democráticos.
3. Lo verdaderamente lamentable es la cortedad de miras del gobernador electo -la pobreza de su “capital simbólico”- para reconocer la complejidad y pluralidad de un estado como el de Puebla y, de acuerdo a ellas, ofrecer una política cultural a la altura de nuestro tiempo.
4. Lo verdaderamente lamentable es que Alejandro Armenta Mier, reconociéndose como parte de una nueva generación de políticos y como parte de un gobierno progresista - sustentado en un supuesto cambio de paradigmas- haya dado la espalda a la posibilidad de una discusión seria, desde distintas perspectivas, sobre políticas culturales, aprovechando la riqueza humana que le ofrece la entidad; ejemplo de ello, fue el foro sobre la universidad y el futuro de la cultura que se llevó a cabo hace un par de años en el Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades de la BUAP
5. Tampoco me extraña ni por su educación sentimental (de la cual no puede deshacerse) ni por el contexto político (hay que reconocer que ningún gobierno había mermado tanto las posibilidades de la difusión cultural como el de la 4T, y no solo por razones económicas sino, fundamentalmente, ideológicas y por su obvia desconfianza ante la pluralidad, la diferencia y todo lo que tenga que ver con la sociedad civil), Alejandro Armenta Mier puede ofrecer, de entrada, un proyecto cultural alternativo, que renueve las anquilosadas concepciones en materia de políticas culturales que han permeado la historia de Puebla, al menos desde su incorporación a los gobiernos estatales y municipales
6. Si es cierto que la salud de una institución depende de la salud de sus instituciones vecinas, como escribió Goethe, bien poco podemos esperar en materia de difusión cultural cuando Alejandro Armenta Mier no ha hecho otra cosa que reproducir la peor retórica y las viejas prácticas de uno de los momentos más siniestros de la política mexicana, el marinismo. Y su gabinete lo confirma.
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