“Hace ciento treinta años, después
de visitar el país de las maravillas,
Alicia se metió en un espejo para
descubrir el mundo al revés.
Si Alicia renaciera en nuestros días,
no necesitaría atravesar ningún espejo:
le bastaría con asomarse a la ventana.”
Eduardo Galeano

Secuestros, desplazamiento de personas, secuestros exprés, migración de la pobreza y migración de la riqueza, homicidios, violencia, desempleo y vacantes en los centros de trabajo, carestía y derroche de dinero, aumento de los precios de los productos básicos y compras en exceso de productos superfluos, inflación, devaluación del peso ante el dólar y exceso de viajes de mexicanos al extranjero, crisis en los partidos políticos, falta de representación y sobrerrepresentación en las cámaras del Congreso, ausencia de oposición y resistencia de la población; todo esto y más está sucediendo en el último año de gobierno de esta administración pública federal, pero lo que sobresale a todas estas características de la vida contemporánea de nuestra nación es la indiferencia de la población.

Podemos observar que el país, se está llenando de problemas, de falta de credibilidad de todo, hoy, no se le cree a los políticos, a las instituciones, pero es lo mismo la falta de credibilidad a los especialistas, a los médicos, abogados, consultores, sacerdotes, etc., en tanto, la población en una gran parte sigue en la indiferencia y la otra parte, la más grande, padece de todas estas calamidades, sin respuesta alguna.

Y, de la corrupción, ni hablar, cada obra pública, cada paso de un político está invadido de corrupción, de manejos turbios, de negocios obscuros, pero insistimos nosotros, la población, en no querer mirar y darnos cuenta de lo que está sucediendo.

Ya de las modificaciones legales y las reformas constitucionales, ni hablar, de aprobarse todas las reformas Constitucionales, simplemente es convertir a la Carta Magna mexicana en un poemario, pues estará llena de párrafos y párrafos, de artículos y artículos llenos de letra muerta, de frases que no se podrán aplicar en la realidad.

Para muestra un botón de este mundo al revés. Se pretende respetar y cuidar la vida aprobando, como está sucediendo en Puebla recientemente, el aborto. Si permitiendo el aborto ¡se está protegiendo la vida!, eso no tiene coherencia alguna, pero, llegamos a ponerlo en anuncios publicitarios en toda la ciudad después de aprobar esas modificaciones, en realidad, lo que se legisla es sobre la muerte, no de unos cuántos, sino de la especie humana.

Pareciera que hoy estamos viviendo una serie de consternaciones que no le damos credibilidad, pero que a pesar de ello no se hace nada al respecto, se ven pasar las cosas, los sucesos, los dramas, sin que suceda absolutamente nada.

Pero, pareciera que esto es un fenómeno mundial, no algo simplemente local o de nuestra nación. Hay una guerra que no se entiende entre Rusia y Ucrania, se está desatando otra pandemia desde el continente olvidado por la historia que es África y nadie dice nada más que el grito de miedo de la Organización Mundial de la Salud, que quedó muy corta de ideas en la pandemia de 2020.

Así, en el entretenimiento, vivimos recientemente unos Juegos Olímpicos que, con tantas angustias en el país muchos, ni nos enteremos de lo que sucedía en París, menos pudimos ver la participación del equipo mexicano, que más pasó sobre vergüenzas que sobre victorias; y que las pírricas victorias son más mérito de dos que tres atletas y sus familias que de las instituciones y organizaciones deportivas del Estado. Pero, eso no fue todo, en un evento deportivo se hace gala de una forma de molestar, de dañar la imagen del cristianismo, sin que existiera razón y menos necesidad alguna de ello, pareciera que los organizadores más que con espíritu deportivo, hicieron gala de fastidiar al cristianismo, a sabiendas que no pueden tocar, ni con el pétalo de una rosa, a la cultura musulmana, que ha invadido y sobrepasando a la población francesa.

Las preguntas que se hacen en la calle, por cualquier ciudadano de a pie en este mundo al revés: ¿cómo se llegó a estos extremos de la vida nacional? ¿En qué ha fallado la sociedad actual? ¿Cuándo se perdió la moral pública? ¿Qué le sucede a los jóvenes con este exceso de indiferencia? ¿Por qué ese exceso de preocupaciones de los adultos, particularmente de muchos adultos mayores, pero sin hacer nada? ¿Qué pasa en México? ¿Qué pasa en el mundo?
Web: parmenasradio.org