El pasado 30 de abril se conmemoró el Día Internacional del Jazz, declarado por la UNESCO desde noviembre de 2011; al mismo tiempo también se celebró el Día del Niño y la Niña. En esta ocasión quise realizarte una recomendación de una de las películas más bonitas y profundas, que considero ha realizado Disney en los últimos años, no solo por la temática de dar protagonismo a los músicos, sino por la profundidad del mensaje de la cinta, la vida y la muerte, lo efímero y mágico que puede ser la música y el amor por ello.

Alma, pasión, amistad, amor, familia, conexión y jazz son algunos de los temas que muy atinadamente en esta ocasión Disney Pixar tocó con su película Soul. Después de estrenarse el 25 de diciembre del 2020, Soul no ha pasado desapercibida ante los ojos del gremio musical, quienes han lanzado diversas críticas de la cinta. Lo cierto es que hay un mensaje de fondo y estructurado en esta película; además de una investigación ardua por parte de los creadores para hacer una cinta en donde se ha estudiado cada movimiento de los músicos protagonistas en varias escenas.

A simple vista el espectador podrá conocer la historia de Joe Gardner, quien por cierto, es el primer personaje principal masculino afroamericano en toda la historia de Disney Pixar. Gardner es un pianista amante del jazz y profesor de banda en un colegio, el cual, al estar a punto de cumplir su sueño de tocar con la gran estrella del saxofón, Dorothea Williams, muere, e inicia un viaje de transformación en un universo que se presenta "más allá" del plano terrenal, en donde tendrá que comprender varias lecciones para poder tocar en el club de jazz Half note y algo más que eso. Aparentemente lo que podría parecer una película para niños, lleva entre sus imágenes y excelente banda sonora, un mensaje mucho más profundo, el cual, frente a este contexto complicado en el que vivimos en la actualidad puede hacer que el espectador sienta ese nudo en la garganta y lagrimeo al establecer esa conexión con la historia y lo complicado... o sencillo que puede ser la vida y también la muerte.

El impacto que puede causar esta magnífica película en un músico después de los tiempos pandémicos dificultosos para la humanidad y para el gremio, es el mismo efecto que un abrazo de esperanza, pues muchas veces el músico ha de sentir que las oportunidades son pocas y se van cerrando cada vez más. Lo que para muchos puede parecer el éxito para ese músico amante de su instrumento, en ocasiones no lo es, teniendo esa búsqueda inalcanzable por cumplir el sueño de tocar con una banda reconocida por el resto de sus días. Ese dilema aparentemente sencillo se vuelca extraño al pensar que quizás, por muy complicado que parezca el panorama tienes en tus manos el poder de disfrutar cada acorde, cada sonido de tu instrumento como si fuera esa la última vez que podrías disfrutar el estar tocando.

Las escenas creadas por el director Pete Docter tienen un mensaje importante y trascendente, y cada una es hecha con gran meticulosidad. Una de las escenas que no te puedes perder es aquella en la que el protagonista recuerda el primer momento en que la música y el jazz cambió su vida por completo, y que probablemente te puedas sentir identificado. Otra de las escenas más bonita la podrás encontrar cuando el protagonista se ve sentado al piano y se acuerda de todo lo que tuvo que lograr para disfrutar de ese "simple" instante.

La banda sonora de Soul está a cargo de Trent Reznor y Atticus Ross, además cuenta con profesionales del mundo del jazz como Hancock, Daveed Diggs, Ahmir “Questlove” Thompson y la baterista y compositora, Terri Lyne Carrington, así como el ganador del Grammy, Jon Batiste, mientras que el saxofón estuvo a cargo de Tia Fuller, quien por cierto, es sumamente parecida al personaje que nos presenta Disney.

En lo particular, considero que en ocasiones como músicos siempre estamos persiguiendo eso que no sabemos exactamente qué es pero que creemos que al tenerlo habremos alcanzado la meta, y sin embargo el universo, y el "alma" te demuestran una y otra vez que el presente es ahora y que cada instante es especial.

Ve por las palomitas, súbele a la televisión y sigue festejando el Día del Niño y de la Niña y el Día Internacional del Jazz de la mejor manera, escuchándolo.