Queridos lectores, espero hayan tenido una Feliz Navidad y tengan un gran 2024. En estos días en que se festeja el nacimiento del hijo de Dios, es muy conveniente hacer un momento de reflexión. Además de estar con mi familia, tener recogimiento espiritual, descansar físicamente del ajetreo diario, no pude dejar de pensar en lo que me apasiona: el servicio público. De lo pensado en estos días resultó el presente texto.

En cualquier trabajo se le informa al superior sobre los avances que se tiene en el encargo. En mi caso, el pueblo de San Martín Texmelucan es a quien directamente le tengo que rendir cuentas. Siendo congruente con mi planteamiento expuesto en diversos foros de poder transitar a una democracia deliberativa que es fundamentada de forma magistral por Carlos Santiago Nino, en la cual la ciudadanía tiene un papel fundamental; resulta oportuno estar constantemente informando y privilegiando el diálogo con todos los ciudadanos.

Para los que creemos en el papel preponderante de la ciudadanía en la vida pública nos es importante estar informando por cualquier medio sobre nuestro trabajo. Es garantía para los ciudadanos que una persona tenga vocación por la política, pues, en teoría deberá estar realizando acciones para demostrar que pueden seguir confiando en él. Esta labor no es solamente debería ser en tiempo de campañas, que es de uno o dos meses antes de la elección. El informar a los ciudadanos sobre lo que se hace debe ser una labor diaria y el mejor argumento de cualquiera para buscar un ascenso o la permanencia en su puesto.

La promoción de cualquier político debería ser el trabajo realizado. Desafortunadamente, en la política, se cae en lo que ya advertía Erich Fromm en su libro Tener o Ser, en el que criticaba la promoción en las campañas políticas, las cuales estaban dirigidas a vender un producto. La publicidad política reduce la decisión que cada persona tiene que hacer ante las urnas a la de decidir si compras Pepsi o Coca. Cola. Creo que el bien común va más allá de un bien, producto o servicio. Los políticos deberíamos elevar el debate público y aportar ideas de cómo se resolverán los problemas que nos aquejan día a día, desde las diferentes posiciones que se juegan. Los publicistas deberían ayudarnos a poder transmitir eso al electorado y no vendernos como simples productos consumibles.

Y hablando de comunicar el trabajo realizado, me gustaría platicarles brevemente del éxito que ha tenido el recurso de inconformidad contra infracciones impuestas por elementos de tránsito, independientemente de los recursos contra actos de otras dependencias que ya se venían resolviendo durante años. Siendo creativos y en el marco de la legalidad, usando los recursos que nos da nuestra Constitución para aplicar el mejor derecho en beneficio de los ciudadanos, desde octubre de 2021 hasta el día de hoy han sido decenas de ciudadanos los que hemos atendido y defendido ante algún proceder ilegal de los elementos de tránsito. Cabe mencionar que antes de octubre de 2021 no se daba trámite a éste recurso ya que el Reglamento de Tránsito establece que no procede recurso de inconformidad contra actos que se desprendan de ese cuerpo reglamentario. Sin embargo, hemos aplicado el recurso Pro Persona, tal y como lo explico en el texto publicado por la plataforma Valkiria el día 25 de noviembre de 2021.  

La implementación de este criterio fue gracias al diálogo con muchos ciudadanos, a los cuales les agradezco infinitamente, que pedían una solución más rápida que la otorgada por el Juicio de Amparo ante situaciones que a simple vista son ilegales. Agradezco a todo mi equipo la atención que a diario brindan a los ciudadanos, no solo contra actos que no son legales de elementos de tránsito, sino contra cualquier acto del Ayuntamiento que no se ajuste a la legalidad.