Educación Superior y profesores de tiempo parcial

  • Germán Sánchez Daza
Un tipo de empleo que es precario, con bajos salarios y fuertes exigencias de calidad y eficiencia

El pasado 15 de noviembre se difundió la noticia de que la BUAP había suscrito un convenio con la ANUIES para realizar un “Diagnóstico sobre la situación académica y laboral de los profesores de tiempo parcial”. Sin embargo, el boletín oficial no proporcionó mayor información al respecto.

Dicho convenio es resultado de un acuerdo de la Asamblea General de la ANUIES, efectuada el 22 de junio de 2022, en la cual se hizo la presentación del proyecto, estableciendo como objetivos:

“Conocer qué impacto tienen (los profesores de tiempo parcial) en la formación de las y los estudiantes e indagar cuáles son sus condiciones de ingreso, contratación, remuneración, promoción y permanencia en las instituciones de educación superior públicas, a fin de contar con un diagnóstico que proporcione una amplia información de esta población y sea un referente a considerar por las autoridades educativas para contribuir a su mejora personal y profesional.” (ANUIES, 2022).

De lo anterior destacamos dos aspectos: primero, el estudio está acotado a las instituciones públicas; segundo, se trata de abordar no solo sus condiciones laborales sino también su actividad académica profesional, es decir, tiene que ver con sus características docentes.

Según el Secretario General de la ANUIES, el estudio se justifica por la magnitud que tiene dicho docente en la planta académica de las Instituciones de Educación Superior (IES, en adelante) -poco más del 60 por ciento-, por lo que tiene una “alta participación en el proceso de formación de los estudiantes”. Señaló que ya se estaba elaborando un cuestionario, que se aplicará en más de 900 instituciones.

Nos parece relevante que, después de varias décadas, la ANUIES se preocupe por la profesionalización y las condiciones de trabajo de los académicos de “tiempo parcial”, sin embargo, efectuar el estudio solo en las IES públicas es bastante limitado para lograr soluciones a la precariedad laboral y mejorar las condiciones académicas de los profesores de “tiempo parcial”, pues hay que considerar que el 36.7 por ciento de los estudiantes de educación superior (incluye posgrado) se ubican en instituciones privadas, donde predomina el profesor de “tiempo parcial”.

Según los datos de la presentación del proyecto (suponemos que corresponden a 2022), en 930 IES públicas había 158,514 profesores de “tiempo parcial”. Veamos con mayor detalle la información del ciclo 2021-2022. En el gráfico 1, se presenta la información de los académicos en términos de su tiempo de dedicación (que es el establecido en su contratación), se aprecia que en las IES privadas la gran mayoría de profesores son de “tiempo parcial”, en tanto que en las públicas prácticamente representan dos tercios del total de sus académicos.

Sin embargo, si hacemos un desglose, encontramos que la mayor parte de los docentes son contratados como personal por hora-clase (ver Cuadro 1), estos representan el 88.3 por ciento del total de académicos en las IES privadas y el 58.8 por ciento en las públicas. No es que sean de “Tiempo parcial”, sino que son trabajadores contratados por hora clase y que, en su mayoría, se dedican totalmente a la docencia, y estos colegas son el sustento de la educación superior. Al respecto, con base en la Encuesta Nacional de Empleo y Ocupación (INEGI, 2023), tenemos que solo el 11.5 por ciento de los docentes reportaron tener una actividad distinta.  

Además, si consideramos que la impartición de clases significa un conjunto de actividades previas y posteriores a las sesiones (por ejemplo, realización de lecturas; preparación de ejercicios, notas y/o esquemas de exposición; revisión de las actividades efectuadas por los estudiantes; entre otras), así como el trabajo colectivo con las academias y colegas, es innegable que el número de horas reales de dedicación es mucho mayor al contemplado en los contratos. Entonces, habría que multiplicar por dos o más el número de horas de impartición de esas clases; tomando en cuenta que, según la ENOE, los docentes que laboraban menos de 15 horas a la semana solo era el 11.6 por ciento en las IES privadas y el 2.3 por ciento en la públicas, podemos concluir que más del 90% de los profesores denominados como de “Tiempo Parcial” son de dedicación completa, solo que con una muy baja remuneración.

Otro aspecto que hay que considerar es que existe una tendencia al alza de la educación superior no escolarizada, alcanzando el 22.3 por ciento del total de estudiantes en el ciclo 2022-2023. Esto contrasta con los académicos de tiempo completo concentrados en esta modalidad educativa, pues solo representa el 7.3 por ciento del total, es decir, la atención a este tipo de estudiantes es fundamentalmente por los profesores hora clase, el 87.8% del total.

Es claro que la denominación de “profesores de tiempo parcial” es un eufemismo, que intenta suavizar, encubrir, el tipo de empleo que sustenta la educación superior en México, que es precario, con bajos salarios, escasas o nulas prestaciones y con fuertes exigencias de calidad y eficiencia. Habrá que discutir cómo esa situación laboral cuestiona y condiciona los resultados educativos. En el próximo artículo mostraremos más detenidamente esa precarización. Es deseable que, ahora que la BUAP llevará a cabo el proyecto mencionado, aborde las distintas aristas del profesor-académico que no es de “tiempo parcial”, sino de dedicación plena

Referencias
ANUIES (2022) Asamblea General, LX Sesión Ordinaria. 17 de junio. México, ANUIES.
INEGI (2023) Encuesta Nacional de Empleo y Ocupación. Primer Trimestre. México, INEGI.
SEP (2022) Principales cifras educativas. Ciclo 2021-2022, F 911. México, SEP.

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Germán Sánchez Daza
Doctor en Economía por la UNAM, trabajador académico en la UAP desde 1982 y actualmente integrante del Centro de Estudios del Desarrollo Económico y Social por la misma institución.