¡A la basura!

  • Augusta Díaz de Rivera
Es hora de hacer mejor las cosas.

¿Sabe usted que en Puebla se generan 170 toneladas de residuos al día? ¿Sabe a dónde van a dar su botella vacía de refresco, las bolsas del súper, las cáscaras del jugo de naranja, la caja de leche o las colillas de cigarro?

Debe saber que los residuos que genera, los que todos generamos en Puebla, tienen como destino final un relleno sanitario que hace 24 años fue pionero en el país, pero que hoy está cerca de ser rebasado. Esto obliga a reflexionar si existen otras formas de deshacerse de nuestros desechos, si podemos recurrir a nuevas tecnologías que hagan frente a las necesidades de la Ciudad.

Enterrar la basura ya no es buena idea, nunca lo fue, pero la alternativa entonces era tirarla a cielo abierto. Hoy en día el 80% de los residuos en el país siguen tirándose en predios sin ningún procesamiento de por medio, contaminando los mantos freáticos. 

Nuestro relleno sanitario pudo haber aprovechado el metano, uno de los gases de efecto invernadero que dañan la capa de ozono, y que se produce al descomponerse los desechos, pero nunca fue dotado de la tecnología adecuada, a nadie le interesó ni su aprovechamiento ni el daño que provoca al ambiente. Es hora de hacer mejor las cosas.

Hace más de 30 años que los países europeos optaron por una vía distinta para resolver el problema de la basura. Escasos de tierra y petróleo, estos países que son grandes generadores de desechos, han implementado diferentes estrategias y tecnologías para resolver varios problemas a la vez, la más popular ha sido la generación de energía eléctrica a través de su incineración, llamada en inglés “waste to energy.

Siguiendo esa tendencia, proliferan en Europa la instalación de plantas de separación de basura, que comienzan con la recolección de los desechos valorizables, es decir, los que tienen un valor para la industria, como los plásticos, el papel y cartón y sobre todo el vidrio. Estas instalaciones de triaje la clasifican, limpian y embalan, listas para ser devueltas a sus generadores.

De igual manera existen plantas que reciben solamente desechos orgánicos, produciendo con ellos bio gas y abono orgánico, aunque lo realmente novedoso resultan ser las plantas de pirólisis, tecnología que piroliza los desechos sin emitir contaminantes, generando energía y produciendo a la vez biodiesel y carbón orgánico.

Con todas estas opciones a la vista y ante la problemática  de un relleno sanitario a punto de saturarse, es urgente dar el paso hacia nuevas tecnologías de economía circular que vuelvan a poner a Puebla a la vanguardia.

@augustadrh

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Augusta Díaz de Rivera

Licenciada en Relaciones Internacionales UDLAP. Maestra en Políticas y Administración Pública Tecnológico de Monterrey. Diplomado en Migración y Gobernanza del CIDE. Fue Diputada local y federal. Actualmente Regidora de Puebla