Tlaxcala y sus Escaleras Eléctricas

  • Jesús Horacio Cano Vargas
El inicio del mestizaje. Canonización de los niños mártires. Primera pila bautismal

A Tlaxcala le tengo un gran cariño, viví ahí 4 años de mi vida, hice mi último año de secundaria y realicé todos mis estudios de bachillerato; además después de terminar mi licenciatura en Derecho viajé (si se puede llamar así al trayecto entre Tlaxcala y Puebla) dos días a la semana para estudiar la maestría en Constitucional y Amparo que se imparte en la Universidad Autónoma de Tlaxcala, que dicho sea de paso, cuenta con un gran nivel académico. En este estado hice grandes amigos, con los cuales sigo en contacto al día de hoy. En el 2010 el entonces gobernador de Tlaxcala inauguró un Centro de Educación Media Superior a Distancia con el nombre de mi padre. Cómo no tener grandes y gratos recuerdos de este estado al que además sigo visitando con mucha frecuencia ya que mi madre estableció su domicilio ahí desde hace más de 10 años.

Pero más allá de lo personal, Tlaxcala es un lugar riquísimo en historia, tradiciones y cultura. Cómo pasar por alto que: fue ahí donde inició el mestizaje, tomando un papel importantísimo para el nacimiento de la gran nación que es México, producto de la unión entre las diferentes culturas mesoamericanas que sobresalieron por sus conocimientos en la ecología, astronomía o la agricultura y la española que al momento de la conquista era el imperio más grande en el mundo; la genialidad de Desiderio Hernández Xochitiotzin, gran muralista mexicano quien plasmó la historia de México en los murales de Palacio de Gobierno en Tlaxcala;  las de 400 familias tlaxcaltecas las que emigraron al norte de nuestro país para poblar y con esto pacificar distintas ciudades de los hoy estados de Jalisco, Guanajuato, San Luis Potosí, Zacatecas, Coahuila, Nuevo León, Chihuahua, Tamaulipas, Texas y Nuevo México; o los niños mártires de Tlaxcala: Cristóbal, Antonio y Juan, de quienes el papa Francisco anunció su canonización en días recientes.

Cuando leí en distintos periódicos, locales, nacionales e incluso internacionales la noticia de que en Tlaxcala se inauguraba la primera escalera eléctrica, recordé que no había escaleras eléctricas en Tlaxcala (quizá porque no se necesitaban). Pero más allá de lo cómico que pudo haber resultado para algunos, me parece que es un gran momento para que al hablar de Tlaxcala se diga que también ahí está la primera pila bautismal de América Latina donde en 1520 fueron bautizados los cuatro senadores de la República de Tlaxcala siendo uno de los padrinos el mismo Hernán Cortes; una plaza de toros hermosísima, fácil de apreciar aunque no seas aficionado a la fiesta brava; una capilla abierta que muchos dicen que es de un estilo gótico, pero también tiene muchos rasgos moriscos y el sello que le dieron las manos mesoamericanas que la elaboraron; un ex convento franciscano estilo fortaleza en donde se evangelizó a miles de personas. Quienes conocen Tlaxcala saben que sólo he descrito una parte muy pequeña del centro de su capital, quienes no lo conozcan crean que esto es solo un poco de lo que pueden ver al visitarlo.

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Jesús Horacio Cano Vargas

Abogado con estudios en Derecho Constitucional y Amparo. Servidor público por vocación, ha sido profesor universitario, y asesor jurídico de empresas y entidades gubernamentales, pero sobre todo, apasionado de lo que hace.