Fueron un par de palabras que atraparon mi atención: “Empresarios Políticos”.  Eso explicaba todas la notas que escuchamos en la tele y en el face durante todo ese día y durante toda la semana. Saqueos a comercios, vidrios rotos, policías disparando al aire que también guardaban cosas en sus patrullas. Personas que recibieron 800 y 1000 pesos por hacerlo. Uno tiene normalmente sus días ocupados como de costumbre: comprar un poco de jamón para la cena, pasar a pagar el recibo de la luz, hablar con la vecina, en fin, uno jamás se detiene a pensar en las razones por las que un país se va moviendo o suceden las cosas que van sucediendo, es un extraño rompecabezas que de a poco comienzas a armar.

Pasa que las alarmas suenan repentinamente y un clima de desborde social aparece, supuestamente, como una reacción social al aumento de las gasolinas y el gas LP. Una extrañeza total imaginarse que comenzaba repentinamente la revuelta social y la venganza contra los ricos y poderosos, el pueblo mexicano estará lleno de ignorantes, de pendejos y de todo lo que le han querido decir, pero digan lo que digan, aun tenemos nuestra moral, o bueno, la tuvimos algún día y de alguna manera. Las piezas del rompecabezas no coincidían ahí, no terminábamos de entender la foto verdadera de la realidad que teníamos enfrente.

Cuando vimos que los chicos saqueadores se parecían todos, todos con una pinta de pandilleros entrando alegremente a las tiendas a sacar todo socarronamente, con la complicidad, conveniencia y confabulación de los policías, por más extraño, irracional y patético que pareciese, la foto completa comenzaba a organizarse. Voces de alerta parecían darle nombre a la parodia teatral que presenciamos; teoría del pánico, la doctrina del Shock. Entonces uno se pone a pensar cosas que comienzan a hacer coincidir una pieza con la otra... ¿acaso esto es un experimento estudiado y comprobado en la Universidad de Chicago por parte de descendientes directos de los Chicago boys? Verdaderamente qué cosa más burda y patética pretenden ser estos Chicago boys región 4, 6, 35 y 140. Su apócrifo experimento no metió en shock a nadie, no hizo que desconociéramos a nadie, no existió ningún aislamiento sensorial y no borramos ninguna parte de nuestra historia con su simulacro estúpido. El pobre Milton Friedman estará retorciéndose en sus cenizas mirando sus babosadas, estimados Chicago párvulos nacionales.

Seguimos armando el rompecabezas y nos damos cuenta de que hemos comenzado a vivir tiempos preelectorales. Guau, eso si que comienza a hacer sentido, los mexicanos hemos presenciado todo tipo de performans y tretas políticas fantásticas organizadas en tiempos electorales, solo que ahora se nos adelantaron muchísimo, y, por si fuera poco, fue intercalado con un aumento de las gasolinas y por consecuencia, una nueva devaluación, ¡qué más momento de shock social que ese! De acuerdo, reconstruyamos: Primera posible pieza perdida: el gobierno mandó a contratar chavos de pandillas ofreciendo dinero para saquear comercios y crear un temor social, primero, para que la gente dejara de pensar que el aumento era una más de las marranadas corruptas del mismo gobierno que está nadando en las arcas de la nación. Segunda pieza perdida: les damos a los chavos pancartas de Morena para comenzar a desacreditar al Peje que, según las encuestas, nos está aventajando peligrosamente, el ataque tiene que comenzar pronto. Tercera pieza perdida: damos a estas pandillas que trabajan para nosotros la posibilidad de tener una magnífico día de reyes y saqueamos las tiendas alegremente con la complicidad de las propias policías, pasándonos por el arco del triunfo la cultura de la legalidad. Si pensamos que es el propio gobierno el que mandó a hacer todo esto, no resulta nada difícil que también es organizado por el PRI, el PAN o hasta en una de esas por el PRD. El rompecabezas nos comienza a mostrar la foto completa. Quinta pieza perdida: el clima de violencia, criminalidad, narcotráfico y desmantelamiento permanente está creado por los que hoy conocimos como los FUNCIONARIOS POLÍTICOS. Nuestro rompecabezas no es de 1000 piezas, es de 50,000 piezas.  Acaso pudimos mirar con claridad qué significan estas estrategias. Aquí la reflexión resultante:

Empoderar funcionarios urdidos en conspiraciones de camarillas políticas es lo más peligroso que uno puede imaginar. Esas catervas de politicastros convirtiéndose en ampones de cuarta tienen al país en sus manos, los presupuestos millonarios a sus partidos, sus sueldos y los propios aguinaldos les permiten reinvertir en más poder, más poder y mucho más poder. Duarte terminará siendo una caricatura de lo que todos los demás harán para saquear al país. El rompecabezas crece cuando comenzamos a entender que la criminalidad en una región determinada, una criminalidad que aparece repentinamente, es consecuencia de un acuerdo o una falta de acuerdos entre estos malandrines políticos, ajustes de cuentas que no terminarán de hacer nunca. Por supuesto que el problema es mucho más grave que un simple aumento de gasolina o una simple inflación. Es un rompecabezas estremecedor. Ahora son cárteles políticos, no trafican drogas, trafican con el poder y el dinero del país. El poder envenena y envilece a las personas, afortunadamente, los que tenemos que pasar por un cuarto de jamón para cenar, pagar el recibo de la luz y charlar un poco con la vecina, seguimos teniendo moral y no hemos salido a saquear a nadie, solo hemos salido a manifestarnos pacíficamente contra este corrupto gobierno y sus empresarios políticos con sus marranadas asquerosas a las que se dedican presumiendo de ser nuestros representantes sociales.