Segundo debate: la punta del iceberg

  • Javier Cobos Fernández
Si bien en este segundo debate creímos haberlo visto todo, créame, esto es solo el principio

Durante lo que lleva el transcurso de la semana corriente he tenido el honor de recibir por parte de mis amigos, compañeros de trabajo y colegas de programas académicos, una atenta solicitud con relación a escribir una pequeña síntesis de opinión sobre el reciente segundo debate entre las candidatas y el candidato, contendientes para ocupar la silla presidencial.

Para ello, me he permitido tomar algunos de los fragmentos que en su momento les hice llegar y que ahora con gusto me permito compartir con ustedes, mis queridos lectores.

Como bien comenta nuestro amigo, Carlos Alazraki, “el debate se gana más en el post debate, que en el debate mismo”. Aquí algunas de las ideas que considero vale la pena destacar:

Xóchitl Gálvez, a diferencia del primer debate, hizo su tarea y le dio resultado. La candidata de la alianza Fuerza y Corazón por México se mostró segura y tranquila, con dominio de la situación, producto de su fuerte preparación para este segundo debate. El nerviosismo y descontrol causado principalmente, pero no únicamente, por modificaciones en el formato de preguntas, tiempos, imprecisiones de conteo de tiempo, en el primer debate, fue reemplazado en el segundo por un claro dominio de la situación.

Gálvez fue capaz de articular respuestas sencillas a realidades complejas. Tuvo una fuerte penetración en el entendimiento de la opinión pública. En definitiva, hizo su tarea. Asimismo, considero que tuvo el tino de emparejar la cancha al no nombrar a su principal adversaria, Claudia Sheinbaum Pardo por su nombre, tal como Claudia no lo hizo desde el primer debate. Dicha estrategia, no solo tomó por sorpresa a la candidata de la Continuidad de la 4T, sino que disparó acertadamente un mensaje de piso parejo en términos mercadológicos.

La candidata de la alianza Fuerza y Corazón por México supo articular las principales debilidades de un gobierno sin resultados y ocurrencia, y exponerlas, dejando a la candidata de la 4T prácticamente sin palabras. Sin embargo, pudo haber sido todavía mucho más contundente en algunos datos, por ejemplo, hablando de “pobreza y desigualdad” – uno de los temas centrales – pudo haber desarmado el reiterado mensaje de Claudia respecto a que en México hay 5 millones menos de pobres. Si tan solo si hubiera tomado exactamente el mismo estudio pobreza y desigualdad de CONEVAL, advirtiendo que ciertamente se redujo el número de pobres en función de la línea de ingreso, a través de subsidios directos en efectivo que no resuelven, de fondo, el problema de la pobreza. En el mismo estudio de CONEVAL, en el que se muestra 5 millones menos de pobres, también 30 millones de mexicanos más que, en 2022, ya carecen de servicios de salud comparado con el año 2018. Eso era un dato contundente que dejó pasar. Por lo demás, se desempeñó notablemente más sólida que la candidata de la Continuidad de la 4T, quien se mostró molesta y desencajada, dado que no esperaba un rival feroz.

Claudia perdió el control del escenario durante la primera mitad. Recurrió a callar lo que era indiscutible y a mentir reiteradamente en donde había terreno gris. Claramente no esperaba una rival empoderada y segura, lo que la descontroló notablemente. No le fue posible rebatir lo evidente y recurrió a la mentira reiterada. Sin embargo, hoy ella sabe que tiene un rival sólido y vendrá con toda la carga al tercer debate, lo que obliga a Xóchitl a no solo tener un buen desempeño en el próximo debate, sino tener una solidez todavía mayor. Una solidez constante, igual a la que mostró en el segundo debate no le será suficiente para salir ganadora sin lugar a duda.

La candidata de la Continuidad de la 4T cumplió con el requisito que le exigió el presidente, de magnificar sus obras faraónicas para mantener su protección, cosa que en el primer debate le valió un fuerte jalón de orejas por parte de su jefe. En este sentido, cumplió con él esta vez a fin de mantener su apoyo y protección. Puedo estar seguro de que, si bien hoy necesita obedecer, en cuanto pueda deslindarse lo va a hacer en cuanto los costos superen a los beneficios de su sombra. Esto es, por ahora no puede, no porque le tema, sino porque le asegura un piso de votos que por ella misma no tendría.

El tercer debate será una carnicería dado que Claudia ya no será la primera en las encuestas reales, y ella lo sabe, por lo que irse con todo será su mejor apuesta, dado que tiene más que ganar que lo que tiene que perder. No hay peor adversario que el que pelea cuando ya no tiene nada que perder.

Xóchitl deberá mantener contundencia y sacar un factor sorpresa, dado que la artillería del segundo debate le funcionó, pero no será suficiente para el tercero, debido a que, ahora, su estrategia ya es conocida y será prevista por su principal contrincante. Un factor sorpresa, sí, pero no solo eso, sino también calcular su tiempo en términos del Principio de Pareto. Esto es, utilizar el 20 por ciento del universo de argumentos para lograr el 80 por ciento de su contundencia.

Un área de oportunidad para utilizar este principio pueden ser, no solo listar los fracasos del gobierno de la 4T que no admite continuidad bajo cualquier sentido común que busque el bienestar general, sino bajar un nivel en la lista donde, en palabras simples, explique en dos líneas, en qué consisten los fracasos del gobierno obradorista, por ejemplo, no solo listar que se cayó la Línea 12, el Colegio Rébsamen, la infraestructura del Tren Interurbano, el Tren Maya se descarrila y costó 4 veces más de lo previsto, la compra de material de baja calidad a sobrecosto en el Tren Maya, los negocios de los hijos del presidente y la red de corrupción, por mencionar solo algunos.

Finalmente, el margen de maniobra de Sheinbaum es reducido, ya que en términos objetivos no tiene mucho que presumir, y mucho menos puede pisarle los callos a su jefe, sino todo lo contrario, el reducido margen de maniobra de presumir lo que se ha caído, descarrilado, colapsado, tomado como propio sin permiso, etcétera,  la deja en una posición lógicamente de pocas palabras.

Es entonces cuando entendemos que el segundo debate es solo el principio de una batalla, en la que, por cierto, la historia nos muestra que el jefe de campaña de una de las dos punteras nunca ha reconocido una derrota. ¿Recuerda el presidente Legítimo? Esto apenas comienza.

 

Las opiniones vertidas en este espacio son de exclusiva responsabilidad de quien las emite y no representan necesariamente la línea editorial de e-consulta.

 

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Javier Cobos Fernández

Economista por la UDLAP y maestro en Administración Pública por la Universidad de Columbia de Nueva York, con estudios de Maestría en Derecho en el ITAM. Investigador y consultor en análisis económico, transición energética, ESG e ingeniería legislativa en COBOS&ASSOCIATES.COM,