Irán hoy
- Román López Villicaña
Como mencionamos ya hace un tiempo, Irán está por regresar de lleno al mercado petrolero mundial lo que le permitirá, por una parte, mejorar su economía y la situación de su población, y por otra, perjudicar a los países exportadores y dependientes de sus exportaciones petroleras. El regreso iraní mantendrá abatidos los precios por un tiempo, y augura ser largo con la reincorporación plena de Libia al mercado mundial de hidrocarburos. Libia por sus problemas internos, exporta hoy, cerca de 500 000 barriles, pero si las pláticas entre las facciones enfrentadas (luego de la salida de Muamar al-Kadafi), llegan a buen fin, como parece, pronto mandará al mercado 2000 000 de barriles adicionales, lo cual no augura altos precios para el petróleo en el mediano plazo. Irán sin embargo, ha hecho progresos prodigiosos pese al embargo impuesto por “occidente”. La honestidad de su gobierno ha permitido que entre 1996-2008 se multiplicara por 18 su producción científica, de acuerdo con la agencia canadiense de noticias.
Hoy Irán produce cerca de 2 925 artículos científicos especializados y antes de la revolución apenas llegaba a 400. Antes de la revolución (según la misma fuente) tenía 167 000 estudiantes universitarios, hoy tiene 4 millones y el 60 % de las mujeres que estudian, entran a la Universidad. Irán ya no tiene analfabetos, aunque debe reconocerse que con el régimen del Sha la tasa de alfabetismo rebasaba el 80%.
Irán invirtió en 2011, 6 300 millones de dólares en investigación científica y para 2012 se publicaron 38 000 títulos de libros, siendo el primer lugar en el Medio Oriente y décimo a nivel mundial por la cantidad de libros publicados. Los mejores postulantes para doctorado en ingeniería electrónica en la Universidad de Stanford son de la Universidad Tecnológica Cherif de Teherán.
En otro tenor, Irán es hoy el duodécimo productor de autos en el mundo, con una producción de un millón de autos anuales y ha fabricado y lanzado al espacio dos satélites construidos en sus totalidad por científicos iraníes. No es poco lo logrado por los ayatolas, ni por el “loco” del presidente Ahmadineyad como lo llamaba la prensa en occidente. Creo que lograrán más una vez que obtengan los 120 mil millones de dólares que se le congelaron en los bancos occidentales, luego de la revolución.
Irán gracias al embargo, logró reducir su dependencia del ingreso del petróleo que financiaba más del 70 % del presupuesto nacional en la época del Sha. Hoy su dependencia es de solo el 30%. Irán no alcanzaba en la época del Sha a producir el trigo que consumía, hoy es autosuficiente. Sus exportaciones de frutas, azafrán, tapetes, caviar, etc., siguen aumentando, aunque con algunos rezagos por falta de maquinaria moderna. Esto se solucionará una vez que se levanten las sanciones, que han resultado ser un arma de doble filo. ¿Será por estos logros? que no lo quieren sus opulentos vecinos del Golfo. Será por eso que Arabia Saudita ¿trata de echarlos de Siria, Irak y Yemen? Donde en este último país, es dudosa la ayuda iraní, dada la destrucción de los aeropuertos por los bombardeos aéreos y el bloqueo naval a los puertos yemeníes.
En fin hay que estar pendientes de la plena reincorporación de Irán a la sociedad internacional y buscar las oportunidades para México, los alemanes y europeos se han lanzado en busca de ventas. También debemos estar atentos a los retos que puede plantearnos. Gobiernos honestos saben invertir fondos escasos en el desarrollo de sus recursos humanos, que es lo que en última instancia le da fortaleza a un país.
Opinion para Interiores:
Otras Opiniones
-
Fernando Vázquez RigadaZarpazo
-
Rafael Alfaro IzarrarazTrump, el sepulturero de Occidente
-
Raúl Torres SalmerónCómo fue el rescate de Bartlett de la CFE
-
Román Sánchez ZamoraSueños cruzados de Mariano Azuela y Humberto Eco
-
Carlos Anaya MorenoDirectivo especializado o líder polímata
-
Alejandro Guillén Reyes2024: el año más corrupto de México, según TI
-
Shanik David GeorgeLa fragmentación de la transparencia en México
-
Fidencio Aguilar VíquezDiálogos que apuntan, ¿a dónde?