La prudente política exterior de Obama

  • Román López Villicaña
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Todo parece indicar que una parte de los conflictos que aquejan al mundo en el Medio Oriente y en Europa, están por encontrar una solución. Estos conflictos son: el de Siria y el de Ucrania. Si se solucionan estos dos conflictos, se solucionaría la guerra civil siria y el flujo de refugiados a Europa que ha puesto en peligro el acuerdo Schengen, el problema de refugiados en Líbano y en Jordania. El equilibrio de poder en Medio Oriente se vería restaurado y es probable que se pueda entrar en negociaciones para una recuperación de los precios del petróleo, aunque debe aclararse que nunca volverán los precios de antes de esta crisis, gracias al alza de la producción estadounidense. Esto sería pues beneficioso y un alivio para las apretadas finanzas de estado mexicano y de tantos otros países productores de petróleo con mucha población y necesidades financieras como Nigeria, Argelia, Indonesia, Venezuela, etc.

Debe destacarse que la solución a dichos conflictos no será una tarea fácil ni está a la vuelta de la esquina, el conflicto de Siria ya lleva demasiados años y la facciones enfrentadas no quieren ceder en sus posiciones, lo mismo que en Ucrania. Sin embrago, la prudente política de Obama puede llevar a una solución de ambos. Estados Unidos, reconoce al fin que el mundo ha cambiado entre 1989 y 2015, hoy ya no estamos en la época en que la URSS recién había desaparecido, dejando a Estados Unidos como la única superpotencia mundial. El crecimiento de China durante esos años ha sido espectacular dejando por atrás a Japón, que ha sido relegado a tercera potencia económica mundial y sigue en declive. Rusia, creció igualmente durante esos años y su crecimiento al igual que el de otros países, se ha disminuido por la crisis mundial y la baja de los precios de los hidrocarburos. Brasil, India, Sudáfrica, Indonesia, Turquía, México y Corea del Sur, ha surgido como nuevos focos de poder regionales que deben ser tomados en cuenta para la creación de un nuevo orden mundial. Parte de estos cambios han sido reconocido por el Estados Unidos de Obama, pues durante el periodo de los republicanos se habían trazado la meta de encerrar a Rusia y cercarla mediante la incorporación a la Unión Europea y la OTAN de los países que antes pertenecieron la URSS, además de no permitir el surgimiento de potencias regionales contrarias a sus intereses. Si bien Rusia permitió que las repúblicas Bálticas, Polonia y parte de los Balcanes se unieran a dichos organismos, esto tenía un límite y estos fueron marcados por el presidente Putin. No a la incorporación de Ucrania, ni del Cáucaso donde se tuvo que llegar a la desmembración de Georgia y a la reincorporación de Armenia.

La actual solución a los problemas antes mencionados pasa por Ucrania. Todo parece indicar que finalmente EUA ha aceptado la neutralización del país. Rusia no iba a ceder en esto como nunca cederá la península de Crimea, (llave del Mar Negro). El parlamento ucraniano está por aprobar una ley que da amplia autonomía a las provincias de Donetsk y Luhansk, con lo cual se zanjaría gran parte del problema, por otro lado, en las próximas elecciones el impopular primer ministro seguro dejará el cargo, con lo cual se abre la oportunidad para la restauración de un equilibrio entre las fuerzas pro-rusas y pro-occidentales en el país. El reconocimiento de este hecho hará que el problema sirio encuentre una solución más rápida.

El actual balance del conflicto sirio indica que el gobierno de Bashir el-Asad se ha salvado y que debe ser una parte importante en las próximas negociaciones, el ejército sirio ha recuperado la ofensiva gracias al apoyo de la aviación rusa y está por tomar Alepo y tal vez muy pronto Deir el-Zuhur capital del estado islámico y Palmira. Ayer los ministros de Rusia y EUA reunidos en Múnich han acordado que así será, y que ninguna de la facciones radicales debe participar, con lo cual se deja con un palmo de narices a los sauditas, a los turcos y a las monarquías petroleras del Golfo, que durante años han apoyado al Estado Islámico, a Jabhat al-Nusra y a al-Qaeda. Si todo sigue como parece, pues podemos decir con optimismo que algunos de los problemas que enfrenta el mundo hoy están por solucionarse y con eso también nos acercamos a una recomposición del orden mundial, que refleje la actual distribución del poder en el planeta.

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