México vs Holanda, a romper estigmas

  • Felipe Flores Núñez
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Renace la esperanza.

Por sexto mundial consecutivo, México está otra vez en el lindero de la gloria.

Los octavos de final en campeonatos mundiales de fútbol son terrenos ya explorados, pero el destino -por no decir circunstancias fortuitas propias del deporte, falta de actitud o yerros tácticos-, le han impedido avanzar un escalón más y llegar a lo que algunos llaman “la utopía del quinto partido”.

La aduana de ahora se llama Holanda, la temible escuadra naranja cuyo bagaje futbolístico está sobradamente acreditado.

Ambos rivales asumen su consigna, van contra su propia historia y en momento propicio para romper estigmas.

Cada uno tiene las suyas.

Mientras los mexicanos sueñan con trascender por vez primera a cuartos de final, los holandeses se han propuesto ser campeones mundiales.

Holanda presume de su fútbol, siempre lúcido, pero también de sus anales: ha sido tres veces subcampeona mundial: 1974, 1978 y en el reciente de 2010, en los que sucumbió en las finales respectivamente contra Alemania, Argentina y Brasil.

Y pese a que nunca ha logrado el título mundial, fue catalogada en 2011 como el seleccionado nacional número del planeta, en la clasificación anual que hace la Federación Internacional de Fútbol (FIFA).

El caso holandés no es fortuito, si acaso el equipo actual es herencia de un sistema de juego revolucionario e innovador que comenzó a maravillar al mundo hace 40 años, en el Mundial de Alemania bajo la batuta del épico estratega Rinus Michels, a quien el diario The Times le concedió en 2007 el título de mejor técnico en la historia del fútbol universal.

Se dijo entonces que practicaban “el fútbol total”, basado en el principio de una constante movilidad de jugadores a lo largo y ancho del terreno de juego.

 La premisa táctica que hizo olvidar los tradicionales 5-3-2, 4-2-4 o 4-4-2 con todas sus variantes,  implicaba una rotación permanente: delanteros como peones de media cancha, o bien obstruyendo salidas y cumpliendo labores defensivas; zagueros en tareas de contención y  en franco ataque por las bandas; volantes de ida y vuelta, escudos y armadores, todo en una ruta concéntrica inagotable, infinita.

Esa movilidad de posiciones nunca antes vista, con un dinamismo colectivo propio de una máquina, (de ahí el mote de Naranja Mecánica), más el talento individual de figuras como Cruyyf, Neeskens, Marco Van Basten, Van Hanegen, Gullit,  Rep y Krol, entre otros, hicieron de Holanda un equipo de excepción que, sin embargo, no pudo ser campeón esa ocasión, como tampoco lo fue cuatro años después en el Mundial de Argentina ’78.

Esa es la historia que arropa al equipo de los países bajos que parece estar dispuesto a ganar ahora su primer título, que en su presentación humilló 5-1 a los entonces todavía monarcas españoles y que llega a la cita del domingo próximo con un puntaje perfecto: victorias en sus tres compromisos iniciales por dos o más goles de diferencia.

Y aunque en los números son el mejor de los 16 clasificados, los actuales naranjas están ciertamente distantes de practicar ese “fútbol total” que los llevó a la fama, si bien mantienen dinamismo y variantes tácticas similares con jugadores de prestigio y calidad irreprochables, como es el caso de Arjen Rubben, Jeremian Lens o Robin Van Pierse, por citar algunos.

Los datos históricos cuentan, pero no dejan de ser mero referente.

Al momento pitazo inicial habrá once contra once en el empastado de Fortaleza y el marcador estará en ceros.

A favor de México veo su equilibrio; una meta bien resguardada por Ochoa; sólida defensa con Layún de ida y vuelta, la dureza del “Maza” Rodríguez y Márquez como mariscal, además de un Paul Aguilar rápido y puntual; una media cancha versátil e incansable con Herrera y Guardado muy crecidos más la eventual aparición de Fabián o Peña, y finalmente, la capacidad de gol de Giovanni, Peralta o del “Chicharito” Hernández.

 No veo razón para no ganar y dar el salto soñado.

Nada por improvisar, basta jugar como hasta ahora, al estilo que nos gusta y nos acomoda, pero sobre todo, mantener el ánimo, el coraje,  la entrega y la actitud mental que ha sabido transmitir el “Piojo” Miguel Herrera.

Sin hacerse menos, claro que se puede.

Otra vez la esperanza que aflora, el deseo de trascender.

Es tiempo pues, de una vez por todas, de romper estigmas.

Y de hacer historia.

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Felipe Flores Núñez

Con una trayectoria de 40 años en medios de comunicación, ha sido reportero y Director de Comunicación Social de la Confederación Deportiva Mexicana, H. Ayuntamiento de Puebla, H. Congreso del Estado de Puebla, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, Gobierno del Estado de Puebla y Universidad de las Américas-Puebla; en ésta última fue docente durante 16 años. Actualmente es Director General de la Agencia Doble Efe, Comunicación Integral, que ofrece servicios de publicidad, redes sociales y de asesoría en medios.