Superados dignamente los escollos de Camerún y del pentacampeón Brasil, este lunes el equipo mexicano definirá su permanencia en el campeonato mundial de fútbol al enfrentar a la siempre complicada escuadra de Croacia, aún con vida y también con la esperanza de clasificar.

La tarea no es nada fácil.

Los croatas se han caracterizado por ser un equipo guerrero, muy propio de su raza y su origen como país que ha luchado milenariamente por  alcanzar su propia identidad.

De origen eslavo, colonizado por los Celtas, con marcada influencia húngara, griega y romana, los ahora croatas formaron parte del imperio austrohúngaro y estuvieron adheridos a serbios y eslovenos.

En 1929 se convierten en Yugoslavia hasta la Segunda Guerra Mundial en que son invadidos para quedar bajo el régimen del Mariscal Tito, en lo que fue la República Federal Socialista de Yugoslavia después desintegrada, hasta que finalmente en 1991 lograron su independencia.

Es reconocido oficialmente por la ONU en 1998 y desde hace apenas un año es miembro de la Unión Europea. Tiene una superficie de 56 mil 542 kilómetros y una población de casi 4 millones y medio de habitantes.

Es así que Croacia es un país joven, de reciente creación, en el que confluye una gran diversidad de nacionalidades, culturas, idiomas y religiones y que ambiciona  posicionarse en la era moderna en el ámbito mundial.

¿Y en fútbol?

El historial de los croatas es breve, pero destacado: fueron terceros en el mundial de 1998 celebrado en Francia, en lo que fue su primera incursión tras la desintegración de Yugoslavia, al vencer a Holanda 2-1; en el 2002 y 2006  llegaron a octavos y para el 2010 fueron eliminados en la fase de grupos.

Al igual que México, el equipo balcánico llegó a Brasil con dificultades. Tras una pésima fase eliminatoria que obligó al cese de su técnico (igual que en México), de último momento fue llamado el destacado exjugador Niko Kovac, quien hizo el milagro (igual que Herrera), al superar en la repesca a la débil Islandia.

En la escuadra de la camiseta a cuadros rojiblancos destacan especialmente Luka Modric e Ivica Rakitic, que juegan para el Real Madrid y el Sevilla de España, respectivamente, así como Mario Mandzukic, del Bayern Munich alemán. Otros más, como Patricik y Kovack, juegan también  con éxito en ligas europeas.

Lo cierto es que los futbolistas croatas han figurado por ser veloces, luchones, disciplinados y de una técnica muy depurada, virtudes que tratarán de exhibir a su máximo nivel contra los mexicanos.

Ellos no tienen más alternativa.

Su consigna será ganar…o ganar, porque un empate los regresaría a casa.

¿Pronóstico?

Confío definitivamente en que el equipo mexicano logrará su pase a la siguiente ronda y que, de mantener el nivel de juego y la actitud mostrada, tiene amplias y reales posibilidades de avanzar a la siguiente ronda.

No es momento de improvisaciones. El “Piojo” Herrera deberá mantener su alineación y jugar como lo han hecho, con variables, dinamismo y espíritu ofensivo.

Aunque  advierto: sería fatal conformarse, salir a buscar el empate, ir por el “puntito”.

Así que a jugar como en las contiendas previas y, sobre todo, a mantener el equilibrio emocional.

Reitero por último lo dicho en la víspera: pese a lo mostrado, el equipo mexicano aún no ha ganado nada.

Pero asumo: hay mucha historia por escribir.

Suerte.