El inmenso poeta y escritor argentino Jorge Luis Borges decía que el fútbol era “una cosa estúpida de ingleses”, en alusión a que ese país se atribuye la invención de este deporte en forma organizada, hace ya casi 150 años.
“Es además estéticamente feo: once jugadores contra once corriendo detrás de una pelota, no son especialmente hermosos”.
Tal vez Borges tenía razón.
No es el fútbol un deporte estético y ciertamente parece no agradar mucho como 22 jugadores se disputan furiosamente el balón en un rectángulo de césped para tratar de anidarlo en una portería, ante el delirio de una multitud frenética.
¿Qué es entonces lo que lo hace el más popular de todos los deportes, y que actualmente sea practicado por más de 300 millones de personas en el mundo entero?
¿Cómo explicar que en torno a este “anti-estético” juego persista un mercado globalizado de alcance inimaginable?
¿Por qué los estadios colmados de miles de aficionados, igual en España que en Inglaterra, en Argentina o en México?
¿Cómo es que un solo jugador, por muchas virtudes deportivas que tenga, puede cotizarse en casi 100 millones de euros?
Otro argentino, el exfutbolista y ahora entrenador Jorge Valdano, trata de explicarlo: “El juego es como la literatura, una recreación de la realidad”.
Y va más allá: “Su capacidad de fascinación es, sobre todo, sentimental (fue definido como pasión de multitudes, como emoción con la que se juega, como sentimiento que gana o pierde), por eso, quizás, los intelectuales no lograban descifrar sus misterios desde la reflexión”.
Afirma el mismo Valdano que desclasado, “el fútbol se mudó de los barrios pobres al centro financiero. Nació y creció en los suburbios de las grandes ciudades, donde representaba el placer, el orgullo comunitario y la esperanza de prosperidad. Hoy el mercado lo globalizó como espectáculo a partir de la telegenia y su capacidad para reforzar el sentido de pertenencia”.
Y sentencia: “El fútbol, abrazado por el mercado, crecerá como negocio. Sin embargo, un solo niño que corra tras un balón lo devolverá a su apasionante punto de partida”.
Valga esta reflexión en la víspera del inicio de la vigésima edición de la Copa del Mundo.
En un par de semanas, el balón empezará a rodar por las canchas brasileñas y millones de embelesados aficionados seguirán con detalle cada incidente.
Ya hablaremos de ello.
De la fiesta brasileña que pudiera tener un epílogo por demás fatídico y del sueño azteca, que más bien parece fugaz quimera.
LA 90
Mediante un comunicado emitido la semana pasada, el área de Comunicación Social del Ayuntamiento de Puebla rechazó la posibilidad de crear en la ciudad una zona de tolerancia, pese a que el mismo día, José de Yta Martínez, director de Normatividad y Regulación Comercial había declarado ante reporteros que ante regidores se presentaría una propuesta que considera esa posibilidad “para mantener el control de ese tipo de giros”.
El funcionario municipal planteó incluso que una alternativa para ubicar dicha zona sería por el Periférico Ecológico, por el sur de la ciudad. “Lo estamos analizando y el Cabildo decidirá”, dijo, aunque minutos más tarde sería desmentido.
El desliz ocurrió tras una manifestación de sexo-servidoras, luego de que autoridades municipales han clausurado al menos ocho hoteles en el Centro Histórico donde se ejercía la prostitución.
Más allá de la incomunicación interna en el ayuntamiento poblano, expuesta con toda oportunidad por este diario, bien valdría la pena abrir el tema a debate público.
En su caso, debería ponderarse sin atavismos que durante casi 10 años funcionó en la ciudad una zona de tolerancia, donde ahora se ubica Villa Frontera, conocida como “la 90 poniente”.
En el lugar, construido expresamente, había estrictos cánones de seguridad y control sanitario, hasta que ocurrió un altercado protagonizado por jóvenes estudiantes de la UAP y fue clausurado.
De no asumir una medida similar, la que por supuesto conlleva riesgos, al menos tendría que considerarse otra experiencia que en su momento funcionó a cabalidad durante el trienio municipal de Guillermo Pacheco Pulido.
Me refiero a la oficina que operó exclusivamente para proteger los derechos humanos de quienes se dedican al sexo-servicio, en la que además se brindaban apoyos de tipo sanitario, psicológico y hasta jurídico.
Medidas así también combaten la detestable trata de personas.
AL OÍDO
Esta semana se cumplen tres meses de que fue levantada una denuncia por extorsión en contra de tres elementos de Peritos del Sector 1, pertenecientes a Tránsito y Vialidad del Ayuntamiento de Puebla.
En forma adicional, uno de ellos también fue denunciado por acoso sexual.
A la fecha, los acusados laboran normalmente.
La Unidad de Asuntos Internos reporta que continúa investigando.
La joven denunciante, una madre soltera, espera la resolución.
Seguiremos informando.
Opinion para Interiores:
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Con una trayectoria de 40 años en medios de comunicación, ha sido reportero y Director de Comunicación Social de la Confederación Deportiva Mexicana, H. Ayuntamiento de Puebla, H. Congreso del Estado de Puebla, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, Gobierno del Estado de Puebla y Universidad de las Américas-Puebla; en ésta última fue docente durante 16 años. Actualmente es Director General de la Agencia Doble Efe, Comunicación Integral, que ofrece servicios de publicidad, redes sociales y de asesoría en medios.