Herencias peligrosas en las empresas familiares

  • William Henry Steinwascher Sacio

La sucesión en la empresa familiar es un proceso mucho más complejo que una simple herencia. No sólo se transmite la dirección de la empresa, sino también la propiedad de ella y el liderazgo en la familia, y cada uno tiene un tiempo, una velocidad y una formalidad diferente que debe ser considerada, no sólo por el empresario, sino por todos los propietarios y familiares involucrados. En esta columna les explicaré tres aspectos que tenemos que considerar en la sucesión de una empresa familiar, y éstos están referidos los momentos y a los bienes a suceder por un lado, así como en los beneficiarios y en las distribuciones por otra. Al terminar espero que reflexione sobre las limitaciones que tiene acotar el proceso de sucesión a la distribución de una herencia, así como de los riesgos potenciales que pueden tener prácticas comunes de herencia que existen en empresas familiares.

Con respecto al momento, muchos empresarios hacen la distribución de la propiedad antes de su muerte, y otros nunca lo hacen dejando intestadas sus pertenencias; es decir, sujetas a un proceso judicial la herencia de la empresa. Realizar la distribución de la propiedad de la empresa familiar resuelve todo problema testamentario y es bastante barato. Suceder la propiedad con tanta anticipación expone al propietario a dos riesgos importantes: El primero es que los beneficiarios de la distribución de la propiedad, nuevos accionistas ahora, pueden realizar un golpe de estado al sucesor, mientras que la segunda es que el empresario se arrepienta de la distribución que hizo y le sea imposible corregir la distribución efectuada, esto porque en realidad ya no tiene derechos sobre la propiedad de la empresa. Muchos empresarios hacen uso de poderes otorgados por sus beneficiarios para seguir controlando la propiedad de la empresa, pero olvidan que estos son revocables; mientras que otros aprovechan su capacidad de influenciar sobre sus familiares para retener el control de la empresa. En cualquiera de estos dos escenarios, el propietario quedará expuesto ante el ejercicio legal y legítimo que podrán hacer sus beneficiarios. En la segunda situación, dejar las propiedades sin testamento, implicará la participación de un juez que convoque a todos los herederos y luego distribuya la propiedad según los lineamientos legales existentes. Esta situación significará costos legales y administrativos para los descendientes, conflictos, y pondrá en riesgo la gobernabilidad de la empresa durante el tiempo que el juez decida la distribución.

Sobre los bienes a suceder, los empresarios deben tomar en cuenta qué van a heredar y cómo lo van a realizar. Los padres pueden heredar más bienes que los que conforman la propiedad de la empresa familiar, como son terrenos, autos, joyas, ahorro, inversiones, etc. Si bien estos bienes no forman parte de la empresa familiar, sí suman al momento de realizar la distribución de propiedades. Incluso, muchos empresarios familiares dividen sus empresas en varias personas morales que heredarán de manera individual a cada hijo; o por otro lado, la empresa familiar es una persona moral que hace uso de una serie de propiedades que pertenecen al propietario y que él piensa distribuir entre sus hijos. Cuando el padre hereda a cada hijo una empresa diferente resuelve muchos problemas de cogobierno entre los hijos, especialmente cuando la relación es conflictiva. En esta distribución es seguro que cada empresa esté en un momento de su ciclo de vida diferente; es decir, que puede una empresa estar en pleno crecimiento cuando la otra está en madurez o tendiendo al declive, con lo que la capacidad de generar valor de ambas empresas es muy diferente y puede estarle entregando una gran riqueza a uno y una vaca de muy avanzada edad a otro. Además, el padre puede haber logrado ahorros o beneficios en la operación conjunta de las empresas, los que se pueden perder si los herederos se separan entre ellos. Y distribuir los bienes que utiliza la empresa como parte de su proceso productivo puede debilitarla en alguna situación de conflicto entre los miembros porque los beneficiarios afectados pueden bloquear el acceso a recursos necesarios para la actividad productiva del negocio.

La distribución de la propiedad es un tema que genera mucha confusión, no sólo en el entorno familiar y patrimonial, sino también en el ámbito académico. La principal fuente de confusión es creer que los hijos, o familiares, que trabajan en la empresa son quienes tienen derecho a heredar un mayor porcentaje de propiedad, con lo que se perjudica a aquellos que no trabajen en la empresa familiar ya que genera desigualdad entre los familiares y por ende conflictos. En principio, afirmar que trabajar en la empresa da derechos a preferencias en la herencia abre la puerta a que los empleados de mayor antigüedad tengan mayores preferencias sobre las herencias, lo cual no es posible. En segundo lugar, los familiares que trabajaron en la empresa familiar percibieron un sueldo por sus labores realizadas dentro de la empresa, así como todo empleado. En tercer lugar, los hijos mayores y varones, por cuestión natural y cultural respectivamente, son los que serán invitados a trabajar en el negocio familiar, lo que perjudicará a los hijos de menor edad y a las hijas si se considera trabajar a la empresa como criterio que afecta la distribución de propiedad. Tampoco podemos olvidar que todos los hijos tienen derecho a escoger su actividad profesional, y decidir una vocación diferente al negocio familiar no significa perjudicar al negocio, sino una forma de que los hijos sigan su propio camino. Finalmente, excluir a alguno de los hijos como beneficiarios, o reducir su participación, atenta contra la aspiración familiar de suceder la empresa a los miembros de la siguiente generación. Esta confusión se debe a que los padres o propietarios de las empresas familiares confunden los derechos laborales con los derechos patrimoniales y generan inequidades al momento de reconocer el mayor esfuerzo de alguno de sus herederos.

Todo lo expuesto hasta ahora aborda sólo la distribución de los bienes del fundador o actual propietario de la empresa familiar. La sucesión de la empresa familiar debe realizarse en tres momentos diferentes. Lo primero que debemos considerar es cómo suceder el liderazgo de la empresa con la finalidad de trasladar la dirección del negocio, la que se representa por la dirección general. En segundo lugar, la distribución de propiedad entre los hijos, la que se puede hacer de manera gradual y equitativa entre todos los herederos. Dentro de las prácticas a las que pueden recurrir los propietarios es la transferencia programada de la propiedad, la posibilidad de invertir en el negocio y comprar acciones de ella, vender la empresa a los herederos y acceder a pagos acordados, el uso de fideicomisos para administrar la propiedad familiar, etc. Todas estas prácticas facilitan a los sucesores el acceso a la propiedad de la empresa, organizan la herencia y la hacen independiente del resto de bienes del propietario, y le permiten además asegurar una renta futura. Finalmente, heredar el liderazgo de la familia es proceso de un trabajo de muchos años, en donde se cultivó armonía, equidad, comunicación y compromiso en la empresa familiar. La sucesión del liderazgo de la familia puede ser independiente del liderazgo en la empresa. Con esto quiero decir que no siempre el padre y/o fundador de la empresa familiar es quien lidera las relaciones en la familia, esta responsabilidad puede caer en el cónyuge u otro familiar. En este sentido, quien herede el liderazgo de la familia puede ser alguien diferente al que herede la administración de la empresa, y la puede heredar de alguien diferente del propietario del negocio, generando así un balance de intereses y una relación de interrelación entre familia, empresa y propiedad que permita la comunicación, transparencia y armonía entre la familia y la empresa familiar.

En resumen, el proceso de herencia reúne tres sucesiones que pueden ser independientes y diferentes entre ellas. En una familia, se va a heredar el control sobre la empresa, una proporción de la propiedad y la guía de la familia. La actual generación puede suceder a diferentes hijos el liderazgo de cada dinámica de la empresa familiar y pueden generar entre ellos relaciones familiares de autoridad y delegación que permitan la vinculación de todos los hijos de manera cordial y comprometida. Es conveniente que todos los hijos sean invitados y sensibilizados de las responsabilidades y beneficios que puede heredar, así como del hecho que todos tienen un rol en el negocio familiar. Los procesos y momentos son diferentes, así como las formas en las que se puede realizar. Lo importante es convocar a todos los hijos, guardar la equidad y brindar oportunidades similares a todos, decidan o no trabajar en el negocio, pero siempre manteniéndolos vinculados y comprometidos con él.

Quedo a la espera de sus comentarios y opiniones para aclarar cualquier duda o inquietud que tengan sobre la sucesión o herencia dentro del negocio familiar.

William Steinwascher

william.henry@itesm.mx

@billsteinwa

Opinion para Interiores: 

Anteriores

William Henry Steinwascher Sacio

 

Consultor en empresas familiares, y profesor de asignaturas en diferentes universidades de México a nivel posgrado y pregrado. Doctor y Maestro en Ciencias Administrativas en el Tecnológico de Monterrey, Campus Ciudad de México, Maestro en Banca y Finanzas en la Universidad de Lima (Perú) y Licenciado en Administración en la Universidad Inca Garcilaso de la Vega (Perú). Sus áreas de consultoría e investigación se enfocan al desarrollo de estrategias empresariales y financieras, gobernabilidad corporativa y sucesión empresarial. Ha publicado artículos sobre sus áreas de interés académico en revistas arbitradas, y presentado artículos en congresos nacionales e internacionales. En su experiencia profesional ha desempeñado funciones de Desarrollo de Negocios, Planeación Estratégica, Inteligencia Comercial y Administración de Ventas en instituciones de educación superior  y en empresas de servicios medioambientales, construcción, telecomunicaciones  y autotransporte. En su experiencia académica ha impartido clases de estrategia, finanzas, emprendimiento y gestión a nivel licenciatura, maestría y doctorado desde el año 2009.