El circo ucraniano se va despejando conforme pasan los días. La prensa no ha dejado de gritar que Rusia ha invadido a la indefensa Ucrania y le ha quitado los 27 000 Km2 de la península de Crimea, de la que por cierto ha echado a las débiles tropas ucranianas. Al parecer, los Estados Unidos ha echado el anzuelo y Putin lo ha mordido. La reacción natural de Rusia era esa la de tomar Crimea y proteger su bases y ciudades en la península, sobre todo Sebastopol.

Ya en la primera guerra de Crimea iniciada el 30 de noviembre de 1853 la península dejó ver su importancia, entonces, el Imperio Otomano le declara de guerra a Rusia, pues exigía se le aceptara como el protector de todos los súbditos cristiano ortodoxos del Sultán, lo cual vulneraba totalmente la independencia del Imperio. En esta absurda guerra (todas los son pero ésta más) se vio la importancia de las bases de Crimea, pues desde ahí la flota rusa hundió a la armada turca del Mar Negro cerca de Sinope. Para enero de 1854, la flota más poderosa del mundo, la inglesa y la flota francesa entran al Mar Negro y combaten a la flota rusa en apoyo a los turcos. La armada rusa se ve obligada a retirarse a Sebastopol, ciudad que es asediada por más de un año por las fuerzas franco-británicas y piamontesas. Acaba la guerra de Crimea, con la caída de Sebastopol el 27 de agosto de 1855. No hay ganancias para nadie y todo vuelve al status quo ante conservándose con esto, el Imperio Otomano hasta el fin de la primera guerra mundial.

La reacción rusa de conservar Crimea es natural, no puede perder la península que es la llave para el control de Mar Negro, ni la población rusa ahí establecida desde hace mucho tiempo. Debe proteger a esa población. Pero debe agregarse, que Rusia perdió de vista la el resto del país, los 600 000 Km2 de fértiles tierras ucranianas, célebres por su producción de cereales. Pronto Ucrania firmará su adhesión a la Unión Europea y no tardará en pedir su incorporación a la OTAN, con lo que los Estados Unidos se posicionarán a 450 Km de Moscú. Esto es temido por Rusia, finalmente Estados Unidos y sus aliados europeos se han salido con la suya y no han respetado los acuerdos que alguna vez prometieron respetar, cuando la URSS cayó, es decir, no acabar con sus estados satélites: Bielorrusia y Ucrania. Las repúblicas bálticas ya fueron incorporadas a la OTAN con los que Rusia ha perdido en ese flanco la cadena protectora que rodea a Moscú y que los dirigentes rusos deben cuidar puesto que Moscú no tiene protección natural, pues está, en la planicie del norte europea, por donde llegaron a las puertas de Moscú, en diferentes épocas Napoleón y Hitler. Por esto cuidar Ucrania es indispensable.

Hay que estar pendiente de la inclusión de Ucrania a la Unión Europea y a la OTAN. Podrá Rusia revertir esto, cuando la prensa occidental se ha encargado de mostrar a Rusia como un monstro invasor autoritario. ¿Podrá pedir su neutralización? Hoy es el villano de la película y nadie lo objetará, pero hay que observar los próximos movimientos, pues esto puede llevar a una escalada del conflicto. ¿Invadirá Rusia Ucrania y se quedará con la mitad oriental del país, al otro lado del río Niéper (Donetsk y Kharkiv) y la parte más industrializada? Cuál será la reacción de occidente, ¿Qué pasará con Tansniestria, entre Moldova y Ucrania y poblada en un 60% con población rusa? Por lo pronto Estados Unidos ha cerrado la embajada siria en Washington y los consulados de ese país y ha echado a su personal diplomático del país. Hay que estar alerta estos juegos pueden ser peligrosos.