Yo no vote por el PRI
- Fernando Rojas Cristerna
Ya estamos en los principios de este nuevo año y empezamos a resentir los efectos de la aplicación de los nuevos impuestos, donde incluso se prevé la aplicación del IVA sobre algunos alimentos que contengan el número de calorías iguales a los de los alimentos chatarra, cosa que de darse representaría un golpe más contra la economía familiar.
Por todos lados se escucha la lamentación del elevado costo de las cosas de primera necesidad y la inmovilidad de los salarios, de tal manera que las redes sociales nos muestran algunos casos de resistencia civil pacífica donde la personas consumen sus alimentos pero al proceder al pago de los mismos solo pagan el costo del artículo pero se niegan a pagar el IVA correspondiente, sin que las autoridades puedan hacer algo al respecto.
A pesar de esta triste realidad vivida cotidianamente, la abundante propaganda gubernamental insiste en tratar de convencernos de que las reformas recién aprobadas harán de nuestro país una sucursal del paraíso terrenal donde habrá más empleos, la mejoría económica del país se verá reflejada en nuestros bolsillos, los costos del gas y de la luz bajarán, y todos seremos muy felices.
¡Ayyy mis hijos!... sonará el grito de la llorona, cuando veamos a las compañías transnacionales ocupar nuestro territorio, desalojando a sus habitantes como ha sucedido en Zacatecas con la compañía minera de Carlos Slim,convirtiendo en esclavos mal pagados a sus empleados porque así lo permite la reforma laboral aprobada en tiempos de Felipe Calderón.
¿De verdad usted cree en todas esas mentiras? ¿Será que veremos el milagro de ver que los precios bajan y el salario los supera?, no cabe duda que nunca más ha sido tan real aquello de la famosa canción de nuestro querido Chava Flores: ¿a qué le tiras cuando sueñas mexicano?
Pero usted se preguntará el porqué del título de nuestro artículo, y esto se debe a una sana conversación que tuvimos un grupo de personas que nos encontrábamos comprando en una tiendita del rumbo, donde sin quererlo alguien hizo la pregunta de quién habría votado por el regreso del PRI los Pinos, ya que debemos encontrar algún culpable de nuestras penas económicas, la respuesta fue unánime... ¡nadie!
Si esto fue verdad, entonces quién creyó en las firmas de Peña Nieto, ante notario, donde se comprometía a no vender el petróleo a los extranjeros, a que no iba a subir el IVA en la frontera, a que los precios de los alimentos bajarían, a que la seguridad iba a regresar a nuestra nación, bla...bla...bla.
Bueno hasta los otros partidos se lo creyeron y firmaron el Pacto por México, vaya tomada de pelo que hicieron con la mayoría que votó por el tricolor; sin embargo ahora resulta que nadie apoyó con su boleta electoral al partido que nos mal gobernó en el siglo pasado.
Dado que ahora nadie se hace responsable de este acto yo si quiero afirmar nuevamente... ¡yo no voté por el PRI!