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María pide cobijas para su familia en el desfile de Reyes en Puebla

  • Andrea Domínguez
Por las calles del primer cuadro desfilaron carros alegóricos y varias marching bands
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María es una niña de 10 años que este jueves asistió al desfile de Reyes Magos en Puebla para trabajar vendiendo chicharrines, ver el evento y pedirles a Melchor, Gaspar y Baltazar cobijas para ella y su familia pues en las noches pasan frío.

Como María, desde las 5 de la tarde cientos de niños salieron a las calles del Centro Histórico, cubiertos con chamarra, gorros y algunos hasta con bufanda para no pasar frío durante las próximas horas en las que aguardarían sentados sobre la banqueta hasta la aparición de los Santos Reyes.

Algunos de ellos tenían claro lo que querían y deseaban, por lo que a la menor provocación comenzaban a hablar de los juguetes que esperaban ver debajo de su árbol de Navidad la mañana del sábado 6 de enero. Las muñecas y los carros siguen siendo los preferidos por las niñas y niños.

Fueron más de 60 minutos de emociones para los pequeños que no paraban de sorprenderse con los atuendos con que desfilaron las marching bands del estado.

El dato oficial fue que serían más de mil jóvenes quienes participarían en el primer evento familiar de la ciudad; algunos marcharon en pijama, hubo quienes aparecieron vestidos de duendes navideños, otros bajo alguna temática como Mickey Mouse y los demás desfilaron con su uniforme escolar.

Los 10 carros alegóricos acompañados de música y luz fue lo más llamativo del desfile, los cuales aparecían cada cierto tiempo entre los contingentes.

Finalmente llegó el momento más esperado, apareció entre la multitud un carruaje lleno de luces en el que viajaban Melchor, Gaspar y Baltazar, quienes saludaban a los niños que habían esperado más de dos horas para verlos.

El desfile terminó y los niños tuvieron que abandonar las calles del Centro Histórico de Puebla; acompañados de sus padres iban sonriendo, algunos con sus algodones de azúcar o coronas de luces o algún juguete que les habían comprado. Fue un buen tiempo para pasar en familia y lleno de magia para los más pequeños.

Las calles se fueron quedando solitarias a medida que la noche avanzaba, solo iban quedando algunos vendedores ambulantes, entre los que destacaba María, quien vende chicharrones para ayudar a sus padres con los gastos de su familia.

María confesó que le gustó el desfile de Reyes Magos pero también explicó que espera recibir unas cobijas para ya no pasar frío en las noches: “hace un año no pedí cobijas porque no teníamos colchón”, comenta con naturalidad.

Añadió que también ha pensado en sus seis hermanas, por eso anhela que este año le traigan una muñeca, para poderla compartir con ellas.

Aunque ya queda muy poca gente en la calle, María debe seguir trabajando hasta que sus padres regresen por ella: “quién sabe a qué hora regresen, pero van a tardar […] no me da miedo estar sola”, platica y sonríe mientras recuerda lo mucho que disfrutó el Desfile de Reyes Magos en Puebla.

Al final María contó que su único deseo para este año es estar con su familia: “Mi deseo de este año 2024 es convivir juntos, con mi familia”.

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