Benito ha ganado una popularidad incesante en los últimos días a pesar de que solo saltó a la vista nacional una sola vez gracias a un video de pavor. El lomito fue arrojado a un cazo hirviendo el pasado lunes en Tecámac, Estado de México, y era uno de los cientos de perros mestizos que deambulan cerca de tiendas y negocios para buscar un poco de alimento ya sea hurgando entre la basura o ganándose el corazón de los dueños.

Hoy el perro Benito está muerto después de un doloroso proceso de cocción por el que tuvo que pasar de manera inmisericorde. En un abrir y cerrar de ojos ya estaba dentro de un cazo, mientras la manteca hirviendo cercenaba cada parte de sus extremidades hasta dejarlo sin ánimo de rascar en el recipiente para intentar salir.

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 El perrito callejero que buscaba alimento en una carnicería, encontró la muerte de manera atroz. #JusticiaparaBenito

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— Periódico e-consulta (@e_consulta) May 31, 2023

El sujeto identificado como Sergio “N” fue la persona encargada de arrojar al can a su dolorosa muerte. La Fiscalía General de Justicia del Estado de México anunció hoy martes la detención del hombre, así como haberlo puesto a disposición de las autoridades. Hoy, distintos usuarios y asociaciones en defensa de la protección animal piden #JusticiaParaBenito de todas las maneras posibles.

¿Quién era el perro Benito?

Benito no llegó ni siquiera al año de edad y tampoco contaba con nombre hasta antes de su muerte. De acuerdo con Jacqueline Baca, presidenta de la Asociación “Peludos desamparados”, se trató de un cachorro de entre 6 y 8 meses que fue nombrado así debido a que vivía en la calle Benito Juárez.

Como de costumbre, el canino se acercó el pasado domingo 28 de mayo a la carnicería de Oscar Ávila, ubicada en la colonia San Pablo Tecalco. Con él iba otro peludito callejero con manchas negras y blancas, ambos buscaban un poco de alimento que solía venir desde este negocio.

“Cuando llegaba a la carnicería nosotros le aventábamos pues el hueso, un pellejo o algo [...] Desde hace cinco meses que estaba aquí el perrillo”, dijo Oscar Ávila al portal Excélsior luego de revelar haber sido víctima de amenaza por parte de Sergio “N”, quien exigió al comerciante de la carnicería cerrar su negocio. Como advertencia, lanzó a Benito a su muerte.

“Peludos Desamparados” fue la asociación encargada de denunciar el hecho por maltrato animal ante el Agente del Ministerio Público Adscrito a la Fiscalía Regional de Tecámac, así como de mantener la custodia del cuerpo o de los restos de pelaje café y negro que quedaron de él.

Perro Benito agonizó antes de morir

La declaración de Jacqueline Baca para Hechos Meridiano revela que la muerte del perro Benito se trató en realidad de un proceso agonizante, ya que se quejó durante varias horas hasta que finalmente perdió la vida. Su rescate –relata– se complicó debido a que el día domingo no suele haber veterinarios.

En cambio, Oscar Ávila describió la escena como un momento “horrible” no solo por los quejidos del can al sentir su cuerpo entero arder, sino porque la escena también fue atestiguada por niños que se encontraban cerca del sitio.

"Fueron unos chillidos horribles. Vieron niños, clientes que tenía; obviamente todo mundo espantado. El chavo regresaba y me volvía a amenazar de muerte. Yo ya hice mi denuncia ante la fiscalía, lo que pedimos es justicia por el perro y protección para mí y para mi familia”, externó Ávila.

Denominan a Sergio “N” como “El monstruo de Tecámac”

La barbarie de Sergio “N” le valió ser denominado como “El monstruo de Tecámac”. El acto de arrojar al can fue descrito por Oscar Ávila como un desequilibrio, mientras que Jacqueline Baca expuso que la misma suerte pudo haber corrido algún niño que se encontrara cerca:

“si hubiese sido un humano o un niño quien estuviera allí y este señor monstruo sale irracionalmente, también puede agarrar un niño y mandarlo al cazo”, comentó.

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Los clamores de justicia para el perro Benito han venido de todas partes. El caso del lomito que fue arrojado a un cazo hirviendo incluso fue mencionado durante la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien lo describió como una “crueldad infinita”. Ante el sabor amargo, Sergio “N” fue detenido este martes y trasladado a la Agencia 50 de la Fiscalía General de Justicia capitalina donde podría ser encarcelado hasta por seis años, tiempo que para algunos parece insuficiente.