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Se echa para atrás Paisano: No habrá Barrio Smart en Tonantzintla
La asamblea popular de Santa María Tonantzintla rechazó este jueves por la noche el proyecto de Smart City promovido por el gobierno municipal de San Andrés Cholula, lo que derivó en la decisión hecha pública por el alcalde Leoncio Paisano de retirar la idea de Barrio Smart en este pueblo originario.
No habrá Barrio Smart en Tonantzintla. Lo dijo al menos tres veces el alcalde Leoncio Paisano en la asamblea que se llevó a cabo este jueves por la tarde noche en la Casa de la Cultura de esta junta auxiliar del municipio de San Andrés Cholula.
Y más: Obras Públicas del Ayuntamiento reconstruirá en coordinación con el INAH el puente derruido en el centro de la plaza. Y los pobladores constituirán comités para asegurar que las obras de mejoras se realicen con el acuerdo de la comunidad.
Con esas decisiones se retiró Leoncio Paisano, presidente municipal de San Andrés Cholula, quien acudió a la asamblea popular convocada el miércoles para exponer el proyecto de obras de mejoras que desde noviembre pasado su gobierno lleva a cabo en la plaza y las avenidas principales de Santa María Tonantzintla.
Y una acción final del alcalde Leoncio Paisano en la asamblea: se tuvo que disculpar de lo que declaró en la mañana a la prensa de la ciudad de Puebla, dijo que no quiso decir eso de que son alborotadores y de que el descontento lo encabezan grupos de choque morenistas.
Es el peso de un pueblo que se organiza y obliga a su alcalde a participar en una asamblea popular.
A la asamblea acudió un representante de la Secretaría de Gobernación del gobierno de Tony Gali. En una reunión posterior con el comité que ha encabezado el movimiento de rechazo a las obras del ayuntamiento y a la idea de convertir a Tonantzintla en un Barrio Smart, Guillermo Álvarez Lendle, quien se presentó como delegado de la Secretaría que encabeza Diódoro Carrasco en el gobierno estatal, se ofreció como mediador entre los pobladores descontentos y el alcalde Paisano. Propuso llevar a cabo una serie de reuniones para que el gobierno explique el significado de Smart City, lo que fue rechazado por el comité. Al término de la reunión con este funcionario se acordó que los vecinos organizados de Tonatzintla le plantearán al gobierno por escrito su posición, con una relación de todos los escritos que desde el mes de noviembre han entregado a las autoridades auxiliar y municipal con la demanda de información sobre las obras que realizan.
Fue una asamblea larga, en las que en ningún momento se exaltaron los ánimos y que permitió que se expresaran tanto las posturas que respaldan el proyecto del alcalde como las que, en forma mayoritaria, se oponen a él. Una asamblea muy bien llevada por el señor Antonio Ramos, de oficio carnicero, que se aseguró que ninguna de las participaciones rebasara los límites del respeto entre los participantes.
La orden del día fue simple: los funcionarios del gobierno municipal expondrían con una presentación de power point los detalles de las obras. Después vendría una serie de preguntas y respuestas para, al final, tomar decisiones.
Los usos y constumbres como marco para entender la dimensión física de un pueblo originario contra la idea de que las obras públicas tienen como propósito fundamental generar derrama económica. Esas dos posturas son las que se enfrentan en este conflicto generado por el proyecto de convertir a Santa María Tonantzintla en un Barrio Smart, y que en la asamblea fueron el motivo principal de la discusión.
Leoncio Paisano, luego de la exposición del proyecto, planteó que el objetivo fundamental del mismo es del ordenamiento de los espacios y la movilidad en Tonantzintla, para asegurar que la derrama económica que trae el turismo sea para los pobladores. Dijo también en repetidas ocasiones que de ninguna manera se trata de atentar contra los usos y costumbres de la comunidad. En la discusión, en un momento el alcalde llegó a decir lo que provocó el punto más serio en el estado de ánimo de la asamblea: que si la comunidad no quiere las obras, que se lo firmen en una minuta y las obras no se harán. En repetidas ocasiones la postura de los pobladores descontentos fue la de que no rechazan las obras y la inversión que éstas traen para la comunidad. Lo que le externaron fue que lo que el descontento principal es de que no se informara con detalle desde un inicio el propósito de las obras, que destruyeran el puente, el reloj y el empedrado sin su aprobación, y que consideraran a Tonatzintla como un Barrio Smart, lo que atenta contra su condición de pueblo originario.
Al final de la asamblea se acordó que el gobierno municipal abandona la idea de Barrio Smart y Smart City para Tonantzintla. Se comprometió además, en reconstruir el puentecito en el centro de la plaza, y se tomará en cuenta a la población en el proceso de terminado de las obras de mejoras que se realizan.