¿Cómo creer en la democracia mexicana?

  • Fernando Rojas Cristerna

Con todo y que debemos reconocer el ejercicio democrático del PAN para elegir a quien será su próximo presidente, cosa que nunca ha sucedido en  los otros partidos, los resultados de su proceso electoral nos debe conducir a reflexionar el grado de conciencia política que mueve a quienes de una forma u otra se interesan por tener una participación activa como militantes de un partido político.

Y es que el número de quienes participaron en dicho proceso, comparados con el número real de votantes existentes en su padrón electoral, los resultados nos hablan de la escasa participación de sus miembros activos la cual solo llegó  aproximadamente a la mitad de los efectivamente registrados.

De este acto, loable por cierto, la pregunta obvia es: ¿qué pasaría  sí en el resto de los partidos se efectuarán ejercicios parecidos?; ¿cuantos militantes votarían en el caso del PRI o del PRD, o de los otros "patito"?

Ya que para todos son conocidas las prácticas de cómo se nombran las  dirigencias en el PRI, que son designadas por dedazo o una "pseudo consulta a las bases"; o bien en el PRD donde las carteras  son repartidas entre las diferentes "tribus" y ni se diga en los partidos pequeños donde los nombramientos se otorgan a conveniencia de los dueños de estas franquicias.

La realidad es que a pesar de los millones de pesos que a los mexicanos nos cuesta sostener a estos lastres electorales, nunca hemos sabido a ciencia cierta cuantos militantes tienen dichos institutos políticos, ni del cómo se manejan los recursos procedentes de los subsidios destinados para tal efecto.

Así que este ejercicio realizado por el PAN nos demuestra claramente que este país es dirigido por una minoría de minorías, si se compara con el padrón total de electores, la cual resulta altamente costosa para nuestros bolsillos y además peligrosa por la forma como suelen tomarse las decisiones de impacto nacional que están más bien condicionadas a los intereses del grupo en el poder que prevalece en el momento.

Creo que ante los evidentes resultados de la escasa votación interna del tercer partido de minoría lo que deberíamos exigir es que la existencia de los partidos políticos estuviese condicionada por el número real de quienes componen su militancia y no sobre el porcentaje de electores que votan por él, ya que al votante en la democracia mexicana no  le quedan otras alternativas más allá de las escasas existentes.

Si fuese así: ¿existirían los partidos políticos actuales?

Por ser gobernados por esta minoría es que cada día creo menos en la democracia mexicana.

 

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