Cambio de régimen
- Antonio Tenorio Adame
Nuestra Constitución cumple 108 años de su promulgación en un entorno difuso y cuestionado, tanto interno como externo.
Los señalamientos a la Carta Magna de orden nacional provienen de sus acelerados y abundantes cambios en sus artículos, los que suman 847 modificaciones, de ellos solo en 19 artículos no se ha alterado su texto original.
La oposición parlamentaria no asume su minoría
En cuanto a la influencia del exterior es sistemática y se ha dejado sentir de diversas maneras. Ahora mismo, el presidente Trump viola el T-MEC al elevar aranceles como sanción de las relaciones de narcotraficantes con el gobierno de México. La presidenta Claudia Sheinbaum rechazó esas alianzas, las calificó de “injerencistas” e instruyó implementar medidas arancelarias como respuesta.
Por otra parte, en el ámbito de los tratados internacionales también reclaman una supremacía similar a la de la Constitución, por lo que son considerados como supranacionales, junto con organismos de ese cuya función se considera transversal al orden somero nacional, sin dejar al margen las presiones distorsionadas provenientes de la influencia del mercado dominado por factores económicos.
Las reformas a la Constitución de raíz interna se promueven desde el sitial del Palacio Nacional, primero con afán de caracterizar el sexenio en turno como ocurrió en el priato, de Obregón a López Portillo cuando ocurrieron 218 reformas al texto del supremo código nacional.
El concepto de soberanía es el que otorga el surgimiento de nación. A la vez es quien nutre la capacidad de que la forma de Estado no se someta a intereses ajenos y menos contrarios a su ejercicio pleno de sus facultades
La Constitución originaria de 1917 tuvo en su texto el reconocimiento de los derechos sociales, (trabajo, salario, educación, etc.) y el derecho originario de la nación en el suelo y subsuelo, así como el espacio territorial, aéreo y marítimo.
Con esta base legítima de la nación se aplicó la reforma agraria y la expropiación petrolera, se cumplieron demandas reivindicativas que saldaban las deudas del pasado desde la conquista y la colonia por el despojo de los territorios a pueblos originarios.
Fue así que la nación acabó de construirse en Estado social, como entidad libre e independiente con la Constitución originaria de 1917, la cual fue modificada por 496 (72%) veces su articulado en el periodo comprendido desde su promulgación hasta la introducción del modelo neoliberal de 1982 con Miguel de la Madrid Hurtado hasta el 2017 con Enrique Peña Nieto.
Durante ese lapso se realizaron los grandes y más numerosos cambios regresivos al Estado social de derecho.
Mayorías de Morena quieren revertir el neoliberalismo
El presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Sergio Gutiérrez, recomienda se informe al “pueblo” el trabajo legislativo que en este periodo va a ser intenso.
Por su parte, el coordinador de Morena, diputado Ricardo Monreal, pronunció una arenga en el Pleno cameral ante la exacerbación de Washington; proclamó que: “México está unido”, y dio cuenta de las dos iniciativas de la presidenta Claudia a Sheinbaum Pardo; una sobre la reelección y otra sobre nepotismo.
En los 75 meses de gobierno de Morena (AMLO/CSP) se han modificado 135 artículos de la Constitución, sin que el número implique más o menos intensidad parlamentaria.
Los saltos regresivos fundamentales los dieron Salinas de Gortari al modificar los artículos 3;27; 123; 130 entre otros, así como la firma del Tratado de Libre Comercio, ahora T-MEC, cambios a los que se suman las once reformas estructurales de Peña Nieto.
Pues bien, esas contrarreformas siguen sin variaciones, porque las reformas de Morena van sobre superficie del neoliberalismo sin ir a las causas de origen, siempre se mantienen en línea de flotación. No van a las raíces sino quedan en las consecuencias.
Las reformas más sonadas han sido la supresión de los órganos autónomos, la prisión preventiva, la militarización de la Guardia Nacional, y de un modo especial, la reforma judicial, ni siquiera por asomo se intenta revisar la autonomía del Banco de México, cuya función es determinante en la política monetaria y de crédito; así como tampoco se aplique una reforma fiscal progresiva a los altos ingresos.
Un rasgo más al carácter de estancamiento (reformista) se advierte en el manejo, siempre riesgoso de responder a las agresiones de Trump. Por principio tienden a la ruptura del tratado México, Canadá, Estados Unidos al lado de mostrar un interés por conservar un modelo económico liberal, que no ha desarrollado al país y ha frenado su crecimiento, consecuentemente, durante más de tres décadas.
Trump con sus amenazas de elevar aranceles rompe con los principios del tratado aduanero de libre comercio, sin que se tome la molestia de proceder conforme al protocolo del órgano. Mientras México se deshace en tratar de convencer que la política es equivocada.
Los Estados Unidos parecía no entender que la competencia comercial se basa en salarios, costos, calidad, precios y tecnología, entre otros factores. De tal modo son los altos salarios de la sociedad norteamericana, los causantes de precios fuera de competencia.
En cuanto a Morena, su compromiso de transformación o segundo piso mantiene un comportamiento errático y difuso, en vez de proponer el cambio de régimen.
En el sexenio anterior se puso la atención en el ataque a la corrupción, como distintivo del cambio de régimen. No deja de ser interesante observar que el centro de ataque no es más que una consecuencia del proceso de operación del sistema, no la raíz ni la causa central que lo produce, que bien puede ser éste el de la desigualdad exacerbada y la falta de un sistema de responsabilidad que emite la impunidad del sector público.
Proclama constitucional
Acerca del cambio de régimen, hay opiniones mejor calibradas en su explicación y contenido:
1. Fortalecer la tendencia al semipresidencialismo con mayores facultades parlamentarias (Diego Valdés, Parlamentarizacion de los sistemas presidenciales).
2. La propuesta de Morena consistía en: “Un reemplazo de una política económica neoliberal por otra de vocación social, como fin del despilfarro en el gasto público e inicio de una austeridad presupuestal, como separación de la clase política de la económica, como seguimiento de una ‘cartilla moral’ o como realización del proyecto ideológico del ‘humanismo mexicano’. El proyecto se suplantó por la revisión de la representación proporcional, la votación de jueces, entre otras emergencias”. (Rafael Rojas, Letras Libres No. 307)
3. Callismo, cardenismo, alemanismo, echeverrismo, salinismo, obradorismo aluden no sólo a un presidente, sino a un proyecto en el poder que pudo imprimir su sentido propio e identidad. Es difícil ahora hablar de claudismo, aunque no falta quien lo refiera en el afán de adulación (SDP Noticias 250113).
El debate aún está pendiente.
Opinion para Interiores:
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Licenciado en Economía por la UNAM, y docente en la BUAP. Fundador de la Academia de Historia y Crónica Parlamentaria y cofundador de la Asociación de Periodistas Democráticos junto con Renato Leduc. Ha sido diputado federal en diversas legislaturas, desde donde ha impulsado la apertura democrática.