Margen de negociación
- Javier Cobos Fernández
La reciente toma de posesión de Donald Trump como presidente número 47 de los Estados Unidos reafirma la mayor parte de las promesas y advertencias hechas durante su campaña. Sin embargo, en los detalles podemos ver que existe un estrecho margen de negociación. El hecho de que existan matices y diferencias entre el discurso en campaña, el discurso de toma de posesión y las instrucciones firmadas en los decretos en su primer día de mandato dejan lugar a algunas interpretaciones.
Me referiré en particular a tres temas, de los más podrían preocupar al gobierno mexicano. En cada uno de estos tres temas centrales me referiré a tres momentos: la campaña, el discurso de toma de posesión y finalmente la firma de las órdenes ejecutivas el mismo día. Veremos que, en estos tres momentos a lo largo del tiempo, se modifican ligeramente dando un limitado, pero cierto, margen de negociación para el gobierno de México, si lo sabe ver.
Uno: Aranceles. La reiterada advertencia de imposición de aranceles del 25 por ciento a las exportaciones mexicanas. Esta advertencia formó parte de uno de los anuncios más polémicos y con mayor relevancia para nuestro país, dado que conforme a estimaciones de organismos internacionales como la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), declaró que un arancel, no del 25 por ciento, sino tan solo del 10 por ciento, podría reducir el crecimiento económico mexicano en un punto porcentual, llevando la proyección del PIB de 1.2% a apenas 0.2% para 2025 (Forbes México).
Sin embargo, en este mismo tema arancelario, en un segundo momento, en la toma de posesión del presidente Trump no hace referencia al tema arancelario de manera directa, sino que lo matiza dentro de sus cinco prioridades en su discurso de toma de posesión, con un contundente y decidido apoyo a la manufactura local, es decir a la manufactura estadounidense.
Dentro de este mismo momento, el énfasis reiterado sobre el apoyo al sector secundario para llevarlo a ser el número uno del mundo, incluyendo al sector automotriz y energético, pasa de lado la palabra “aranceles”, enfatizando en todo momento el apoyo a la manufactura doméstica para fortalecerla de manera histórica en el contexto de una nueva era, la era dorada (El País).
En un tercer momento, en la firma de decretos u órdenes ejecutivas, el decreto no incluye el multicitado 25 por ciento (Investopedia y Multivisión), lo que deja un limitado, pero existente margen de negociación para el gobierno mexicano, si es que lo notó.
Dos: Migración. Si bien en un primer momento, a lo largo de la campaña el candidato Trump había advertido deportaciones masivas, de manera prácticamente indiscriminada; sin embargo, en un segundo momento, en la toma de posesión, sostiene de manera enfática que “regresará a los criminales por donde vinieron” sin referirse concretamente a deportaciones masivas como había sido el discurso durante la campaña. Asimismo, vale la pena resaltar que, también durante el discurso de toma de posesión, el presidente Trump agradece a la comunidad latina, afroamericana y asiática por su apoyo en las urnas. Estos dos elementos nos llevan a establecer un matiz en torno al agresivo discurso de deportaciones masivas en lo general. En el mismo sentido, en un tercer momento, en la firma de órdenes ejecutivas, el presidente Trump firma el decreto de emergencia en la frontera sur.
Tres: FTOs. La designación de cárteles mexicanos como Organizaciones Terroristas Extranjeras o “Foreign Terrorist Organizations” FTOs. Esta advertencia acompañó al candidato republicano durante su campaña en reiteradas ocasiones, en las que provocó sendas reacciones del gobierno mexicano con relación a la intención de éste por defender su soberanía en todo momento. De este tópico resaltó el nerviosismo del gobierno mexicano por una posible invasión militar estadounidense en territorio mexicano para combatir de manera directa y frontal a los cárteles responsables principalmente de la fabricación de fentanilo para exportar a nuestro vecino del norte.
En un segundo momento, en la toma de posesión, el ya presidente Trump asegura de manera categórica que nombrará a los cárteles de la droga como FTOs de manera inmediata en sus primeras órdenes ejecutivas o decretos. En efecto, en un tercer momento, en la firma de decretos, el presidente Trump en torno a la protección de los Estados Unidos de los cárteles de la droga en la frontera sur, con implicaciones de “otros poderes” (The White House), dejando, en este flanco, al gobierno mexicano prácticamente sin margen de negociación.
En el análisis de estos tres temas centrales en particular, podemos notar que en el primero deja un acotado margen de negociación que el gobierno mexicano podría aprovechar, si es que lo vio. En el segundo caso, el margen de negociación es menor, pero ciertamente presenta un matiz ligeramente menos agresivo que lo que había presentado en campaña. El tercero, si bien no deja margen de negociación, constituye una variable clave para el primero negociar de manera favorable para México, sin dejar de mencionar que dicho margen tiene límite de tiempo, el 1 de febrero de 2025.
Opinion para Interiores:
Anteriores
Economista por la UDLAP, M.A.P. por la Universidad de Columbia de Nueva York, con estudios de Maestría en Derecho en el ITAM, Máster en Private Equity, y doctorante en Derecho por el Centro de Estudios Carbonell. Exdirector Asociado en S&P, y exconsultor en IADB.