No jalarle los bigotes al tigre
- Xavier Gutiérrez
Se ha dicho que la política es la guerra por otros caminos. Cierto. Como también la economía es la guerra por otros caminos. En eso esta el gobierno de los Estados Unidos con México, Canadá y China.
El cobro de los aranceles a ciertas líneas de producción mexicanas, es el disparo de misiles de manufactura gringa a la economía mexicana. La presidenta Claudia Sheinbaum al paso de los días y frente a la belicosidad de Trump, se mantiene ecuánime.
Desde fuera de las esferas del poder se dice fácil. Estar en los zapatos de la presidenta en estos días es moverse en un terreno peligrosamente minado. Es estar encima de un polvorín con la mecha encendida del otro lado de la frontera.
Su retórica ha sido cautelosa. Enfatiza a cada paso la permanencia del diálogo, la comunicación. Facilonamente se dirá, “no le queda otra…”
Y sí, le queda mucho. No está con los brazos cruzados.
Un derrapón torpe sería el intento de reaccionar con armas similares a las que utiliza el presidente estadounidense. Vana pretensión sería hacerlo. Simplemente elevar el tono de la reacción mexicana sería tomado como una gravísima afrenta por el poderoso mandatario del norte.
Es un hombre incendiariamente emocional. Probadamente da muestras de intimidar al máximo a sus enemigos, con un verbo amenazante y apenas dejando al borde del precipicio el efecto mortal de la guillotina. Todo esto, como parte de una estrategia de someter a sus adversarios a la negociación bajo sus condiciones.
La presidenta y su equipo saben sobradamente todo esto. No se han enganchado con el verbo atemorizante de la Casa Blanca.
Las reacciones han sido frías, calculadas. De entrada, nadie con dos dedos de frente osaría medir fuerzas en el terreno del señor Trump. Por pura soberbia, una reacción de furia de Donaldo sería de un peligro extremo.
La presidenta ha anunciado planes A, B y C de respuesta ante la acometida gringa, cuyo contenido conoceremos a detalle y gradualmente estos días.
Habrá que esperar una estrategia inteligente en defensa firme de la economía mexicana, quizá simultáneamente en el campo del derecho internacional, pero por encima de todo una intensidad en la estrategia de la negociación pública y secreta.
Un recurso que el gobierno mexicano no deja ni abandonará un instante es la comunicación, las negociaciones. Prudentes, cuidadosas, templadas, pero sin el menor intento de arrancarle un bigote al tigre enjaulado.
En paralelo, sin duda habremos de ver una intensidad de acciones articuladas entre la Federación y los estados, para atacar con tiros de precisión los núcleos de operaciones y poder de los carteles. Ya se ha visto una graduación en ascenso de estas acciones, pero habrá que esperar mucho más.
Suena lógico que esta clase de operaciones, de información, inteligencia y combate a la delincuencia organizada alcance proporciones mayores, sin que haya anuncios o campañas expresas. Esto, indudablemente, habrá de formar parte de los planes aludidos por la presidenta.
Por otra parte, no podría ser de otra manera. Este punto es una de las condiciones que en todo momento exhibe en todos los tonos el señor Trump.
Y, siendo objetivos, este flanco es altísimamente vulnerable del gobierno mexicano. Por angas o mangas, no ha querido y no ha podido frenar el crecimiento cada vez más osado del tsunami criminal que aterroriza al país.
La delincuencia ha cobrado espacios geográficos, ha retado a las fuerzas de seguridad federales de mil maneras, ha encontrado y fortalecido nexos poderosísimos de complicidad con policías y funcionarios de todos los niveles, ha elevado su capacidad de fuego frente al mismo ejército, ha diversificado su ola delictiva mucho más allá del narcotráfico.
En paralelo a esto, no ha resultado efectiva la estrategia mexicana de disuadir la escalada delictuosa, por la vía de crear empleos, con la intención de atender las causas sociales que explicarían la necesidad o tentación de los jóvenes de engrosar las filas de la delincuencia.
Con esta información sobre la mesa, es previsible una giro radical en varias direcciones del gobierno de la señora Sheinbaum.
Todo esto forma parte del escenario que veremos a partir de esta semana.
Opinion para Interiores:
Anteriores
Reportero y director de medios impresos, conductor en radio y televisión. Articulista, columnista, comentarista y caricaturista. Desempeñó cargos públicos en áreas de comunicación. Autor del libro “Ideas Para la Vida”. Conduce el programa “Te lo Digo Juan…Para que lo Escuches Pedro”.