Hace veinte días en este mismo espacio le adelanté que los homicidios dolosos registrados en 2024, citando como fuente las cifras preliminares del Gabinete de Seguridad del gobierno federal, fueron finalmente 26 mil 715, cantidad superior en 1.6% a los reportados en 2023, cuando se reportaron 26 mil 301.

Si bien este incremento no es significativo en términos estadísticos, sí representa un cambio en la tendencia a la baja que desde 2021 mostraban los asesinatos intencionales a nivel nacional.

Las cifras de la segunda fuente de información como lo es el Sistema Nacional de Seguridad Pública, consolidadas el pasado 20 de enero del año en curso, confirman que el patrón descendente en materia de homicidio doloso se rompió en 2024, ya que durante el año recién concluido se acumularon 30 mil 057 asesinatos intencionales, cifra superior en 1.2% a la de 2023, cuando se registraron 29 mil 713. En cifras absolutas la diferencia entre 2024 y 2023 fue de 344 víctimas más en el primero que en el segundo.

Ante la falta de cifras definitivas de la tercera fuente de información, como son las Defunciones por homicidio que cada noviembre del año siguiente difunde el INEGI (2025), la comparación entre 2023 y 2024 solo será posible hasta que se hagan públicas (finales de 2025).

A menos que se decida mezclar las cifras preliminares del primer semestre de 2024 que fueron difundidas antier (21 de enero de 2025) con las definitivas del mismo lapso de 2023 (publicadas el 8 de noviembre de 2024) o bien las preliminares de todo el 2024 (que serán difundidas en agosto de 2025) con las definitivas de 2023, lo cual no solo no es profesional, sino que tampoco es ético, pero ha sido práctica común durante los últimos seis años en virtud de que así convenía a la narrativa.

Y justo lo que no debía hacerse fue lo que sucedió ayer durante la conferencia “mañanera”, ya que el gobierno federal jugó con las cifras de Defunciones por homicidio de tal manera que el primer semestre de 2024 fuera menor al mismo periodo de 2023. En esta ocasión comparó las cifras definitivas del primer semestre de 2023 con las preliminares de 2024 y lógico el saldo fue positivo.

En la gráfica mostrada se pudo observar que la cifra definitiva de homicidios del primer semestre de 2023 fue de 15 mil 995 contra los 15 mil 243 preliminares de 2024, lo cual obviamente muestra un descenso de 4.7%. Aunque las letras “chiquitas” referían que los datos del primer semestre de 2024 eran preliminares, la narrativa fue como si fueran todos definitivos.

Si el análisis comparativo se realizara con rigor metodológico y ético, la comparación sería entre los 15 mil 082 homicidios preliminares de 2023 (difundidos el 23 de enero de 2024) y los 15 mil 243 homicidios preliminares de 2024 (difundidos el 21 de enero de 2025), lo cual cambia el sentido del resultado, arrojando un incremento del 1%.

Un dato que no puede pasar inadvertido es que las cifras definitivas que el INEGI da a conocer hacia finales del año siguiente (mes de noviembre) siempre son superiores entre el 6.5% y 8.5% respecto de las del SNSP y también respecto de sus propios datos preliminares.

Pero al compararlas con las cifras preliminares del Gabinete de Seguridad, que reporta de lunes a sábado el gobierno federal, las definitivas del INEGI, siempre resultan superiores en más del 20%, por lo que no son comparables; no se pueden comparar peras con manzanas.

Lo ideal es que cada que se hagan comparaciones se hagan entre cifras de la misma fuente, ya sea Gabinete de Seguridad, SNSP e INEGI y en cuanto a esta última fuente de información, se haga entre cifras preliminares y por separado entre definitivas, para que el error metodológico sea lo más reducido posible y no se preste a otro tipo de interpretaciones.

En este sentido, la comparación entre cifras definitivas sobre Defunciones por homicidio del INEGI solo será posible hasta los primeros días de noviembre de 2025, así es que no hay que comer ansias.

POSDATA. Por tercera ocasión recurro a este espacio para aclarar una alusión a mi persona, registrada el 20 de enero del año en curso en ciudad de Puebla.

Desconozco la razón por la cual mi nombre salió a relucir en la conferencia que ofrecieron las autoridades estatales y municipios de la zona conurbada de la capital del estado y que retomaron algunos medios de comunicación, entre ellos e-consulta, al cual agradezco me brinde este espacio para hacer algunas aclaraciones a modo de derecho de réplica.

Resulta que en dicha conferencia el titular del Ejecutivo estatal declaró que su gobierno trabaja mejor que los sexenios panistas en materia de seguridad y en forma un tanto peyorativa, que en su administración y en las áreas de seguridad, no habrá personajes como el autor de estas líneas.

Al respecto quiero aclarar que no he dado motivos para que sea señalado y descalificado de esa forma y mucho menos me he referido a su persona en forma despectiva, sabiendo que fue decisión de la mayoría de los poblanos haberlo elegido como mandatario estatal y como tal merece respeto, el mismo que merece cualquier ciudadano como su servidor, más allá de filias y fobias.

Pero aprovechando la coyuntura quiero informar a mis paisanos que durante mi paso por el gabinete del estado de Puebla como secretario de Seguridad Pública (2013-2015), se registraron 1.1 homicidios dolosos diarios mientras que durante el primer mes de la actual administración se han contabilizado 2.6 homicidios de este tipo al día, es decir un 136% más.

Mientras estuve al frente de la SSP se cometieron 7.5 robos de vehículo al día, en tanto que de 2019 a 2024 el promedio fue de 18.5 robos de este tipo al día, es decir un 146% más. Otro delito que también registró mejores cifras durante mi desempeño fue el robo a transportista que promedió 0.8 casos diarios, mientras que en los últimos 5 años se cometieron 4.7 al día, es decir un 487% más.

Un dato más que es necesario destacar es el presupuesto; las cifras más bajas de homicidio doloso, robo de vehículo y robo a transportista antes descritas las conseguí con un tercio del monto que hoy se destina al rubro de la seguridad pública en Puebla. Para tener una idea más clara al respecto, entre 2013 y 2015 el presupuesto anual promedio fue de 1,500 millones de pesos, mientras que en los últimos 5 años ha sido en torno a los 4,500 millones de pesos. 

Estimados lectores, hagan sus comparaciones y saquen sus conclusiones, sin duda que ustedes serán los mejores jueces. 

Finalmente quiero dejar en claro que todas las acusaciones a nivel estatal y federal de las que he sido objeto durante los últimos años han sido solventadas (no ejercicio de la acción penal) ya que en ninguna de ellas existieron pruebas en mi contra y todo se limitó a señalamientos dolosos y una persecución política sin sustento alguno, ya que no milito en ningún partido político (como se me ha querido encasillar) y durante mi desempeño como servidor público he colaborado con gobiernos emanados de diversos colores partidistas, como muchos funcionarios de hoy en el estado de Puebla y en el país.