“Realmente es cierto que vivimos en
una sociedad de elecciones de riesgo,
pero en una sociedad en la que algunos
hacen las elecciones, mientras otros
asumen los riesgos.”
Slavoj Žižek

Sorpresivamente en el primer momento del año 2025, sin que nadie se lo esperara, resulta que se anunció en los medios locales un comunicado por el Ayuntamiento de Puebla de Zaragoza, que se ampliará por decisión de algo, alguien o “algunos” los espacios para parquímetros en la ciudad de Puebla.

Se dice en las noticias que serán aproximadamente nueve mil nuevos cajones de parquímetros, adicionales a los que ya se encuentran en muchas de las calles del centro de la ciudad, el otrora Centro Histórico, el alicaído Patrimonio de la Humanidad, del cual con parquímetros, calles cerradas, ambulantes, delincuencia, basta con preguntar a cualquier comerciante si es que sigue siendo redituable contar con un comercio en ese sitio de la ciudad, o si aún se le ocurre a cualquier parroquiano acudir a caminar tranquilamente en esas calles históricas.

Para la instalación de los nuevos parquímetros en las nuevas zonas de la ciudad de Puebla, no importa si no hay consenso con la población, eso es lo de menos, así como la ausencia de dictámenes urbanos, de transito, económicos, etc., menos aún si es que estos se pusieron en conocimiento de la población, ya hablar de formular una consulta, consenso o entrevista a los ciudadanos, colonos, asociaciones de colonos, etc., es algo que no corresponde, no obstante que se grita a los cuatro vientos que llegó la democracia a México y se acabó la corrupción.

Aquí, lo que importa, es que se ganaron las elecciones por mayoría apabullante y, como la actual administración municipal representa al pueblo “bueno”, se tiene la legitimidad de traducir las inquietudes de este, que al parecer, requiere, exige y grita por una mayor instalación de parquímetros.

Ya los asaltos en los comercios, robos, baches, falta de alumbrado, vigilancia, ambulantaje, y servicios municipales colapsados, para todos ellos hay largos tres años para arreglarlo o seguir difiriéndolos, total existen las reelecciones municipales. Pero, para instalar nueve mil cajones vehiculares con parquímetro el tiempo apremia o lo que es lo mismo: “The time is money”.

Como a decir de las noticias, esta nueva administración municipal no encontró en las arcas municipales más que deudas y boletas de empeño vencidas, que fue lo único que le dejó la administración pública anterior y desde luego, problemas, pues siguió la misma escuela que la lamentable administración pública municipal anterior: incrementar la recaudación con los parquímetros. Indudablemente que esa escuela de políticas de derecha es contagiante; bien que queda comprobado ese refrán lapidario que reza: “Se ganan las elecciones con la izquierda y se gobierna con la derecha”.

Lamentablemente estamos ante la presencia de una de las decisiones que quedarán en la historia de Puebla, lacrada como en los viejos tiempos, donde las determinaciones se tomaban por unos y perjudicaba a todos, decisiones que quien menos participa y se le escucha es al ciudadano común, al que solamente hay que voltear a verlo en los tiempos de elecciones, después se gobierna a espaldas de la nación.

Esta medida urgente de instalar los parquímetros en febrero de 2025, y que inicie su funcionamiento a la brevedad posible, pareciera que es la solución a muchos males que nos aquejan en el municipio de Puebla, incluso aún más allá de sus fronteras.

Esperemos que con esta medida rápida de instalar nueve mil cajones de parquímetros en la Heroica Puebla de Parquimetrolandia, aminore la delincuencia, se tapen los baches, de paso, desaparezcan los problemas de salud de los ciudadanos, e incluso, hasta se detengan las medidas arancelarias y migratorias que pretenden imponerse por nuestros vecinos del norte.

Verdaderamente en un ideal Estado Constitucional Democrático de Derecho, como debe ser México, requerimos de mayor participación de la ciudadanía en las decisiones que le repercuten.

Han transcurrido muchas experiencias de imposiciones de gobiernos que se sitúan a espaldas de su población, de medidas tecnócratas, es decir, dictadas por los expertos sin escuchar al pueblo; que ya no es el momento para seguir en esa misma línea, es necesario hacer una pausa, una transformación, con estas medidas arrebatadas y suspender la implementación de esos nuevos nueve mil cajones de parquímetros, para consultar a la población que será la afectada por la implementación de ellos.

Los pretextos de que será en algunas calles principales la implementación de los parquímetros, que solamente se cobrara una vez que  hayan transcurrido las tres primeras horas, etc., son simples paliativos que no son el corazón del problema que se está generando, un problema artificial, es decir, la creación de problemas donde no los hay, como si estuviéramos en condiciones de soportar más en este mundo, nación, entidad federativa y municipio, particularmente en esta tantas veces Heroica Ciudad de Puebla, que se pretende que se convierta en Puebla de los parquímetros o mejor aun Heroica Puebla de Parquimetrolandia.

(Web: parmenasradio.org)