Cifras de violencia, feminicidios no cuentan
- Facundo Rosas Rosas
Nunca como ahora una sesión del Consejo Nacional de Seguridad Pública había sido escenario para mostrar verdades a medias en materia de violencia, en particular sobre homicidios dolosos y feminicidios.
Me refiero al material gráfico que tras la 50ª sesión de dicha instancia de coordinación celebrada en Acapulco, Guerrero, el gobierno federal difundió a través de los medios de comunicación. En una de las gráficas describe la evolución del homicidio doloso de 2018 a la fecha en términos de promedio diario, en la cual claramente el 2024 se coloca como el mejor año respecto del último del sexenio de Enrique Peña Nieto.
Sin embargo, al analizar los primeros once meses de 2024, periodo en el cual el Sistema Nacional de Seguridad Pública cuenta por separado los homicidios dolosos y los feminicidios, estos últimos no aparecen por ningún lado, es decir que para la administración que concluyó en septiembre de 2024 y la actual, simple y sencillamente las mujeres que fueron privadas de la vida por razones de género y cuestiones afectivas no cuentan y esa es la razón por la cual el promedio diario entre enero y noviembre es menor que las cifras anualizadas de 2018 a 2023 en las cuales el INEGI suma el total de víctimas sin distinguir si fueron hombres o mujeres.
Al comparar los años en que las cifras incluyen feminicidios (2018 a 2023) con el que no las contempla (2024) obviamente estas últimas son mejores, por eso digo que son verdades a medias, pero nadie en el gobierno que enarbola la honestidad como bandera y detesta la mentira fue capaz de alzar la voz y decir que al no contabilizar a las mujeres que fueron víctimas de feminicidio, los números serían los mejores de los últimos siete años.
Para que no haya dudas, a continuación hago un análisis comparativo de los promedios diarios de enero a octubre de 2024, primero con homicidio doloso únicamente y en seguida con homicidio doloso más feminicidio, dato que no fue difundido:
Cabe subrayar que al promedio diario resultante de 85.3 homicidios dolosos y feminicidios de 2024 obtenidos a partir de la información reportada por el SNSP, habría que sumarle un 6%más que es el porcentaje con el que el INEGI ajusta a la alza sus cifras definitivas de asesinatos intencionales cada año, por lo que esta se iría hasta los 90.4 diarios en lo que va de 2024, con lo cual la reducción respecto de 2019 sería de 10% y no 17.4% como presumió el gobierno federal durante la plenaria del Consejo Nacional.
En cuanto al avance de la Estrategia de Seguridad de la presente administración, aún es muy temprano hacer un balance serio ya que apenas han transcurrido dos meses y las únicas cifras de las que se dispone son preliminares, heterogéneas y aún inconsistentes, por lo que se recomienda hacer un corte en la temporalidad sugerida por la Presidenta de la República que son 100 días. Hacerlo antes sería mezclar peras con manzanas, como se ha hecho hasta ahora mezclando cifras del INEGI (2018-2023) con las del SNSP con las consecuencias aquí descritas, informar con análisis incompletos, con medias verdades y a veces mentiras completas.
Ejemplo de lo anterior es haber mostrado dos gráficas con fines comparativos a partir de cifras absolutas de homicidio doloso, con la clara intención de poner a Guanajuato como el estado con más víctimas de este delito, cuando el gobierno federal claramente sabe que para fines comparativos se debe hacer con cifras indexadas como la tasa de homicidio doloso por cada 100 mil habitantes, con lo cual la entidad guanajuatense se ubicaría en la posición seis con una tasa de 61.1, mientras que Colima pasaría de 18 al primero en el periodo enero-noviembre de 2024 con una tasa de 118.8 y del lugar 16 al primero en los meses octubre y noviembre del mismo 2024; lo cual también es una verdad a medias y tampoco es honesto.
Igualmente el gobierno federal mostró una serie de cifras de los delitos de alto impacto que considera son las que más han disminuido, sin embargo lo hace como si se tratara de un gobierno transexenal (de doce años) y no de una nueva administración, es decir que para fines prácticos sigue siendo un apéndice del que concluyó en septiembre pasado.
Quizá para lo único que sirvan plataformas como el Consejo Nacional de Seguridad Pública sea para decir algunas verdades de Perogrullo, ensalzar el discurso e insistir que el problema de la violencia no se resolverá de la noche a la mañana, que tomará su tiempo, que se “redoblarán esfuerzos”, sea lo que signifique tal frase, más elementos, más patrullas, más patrullajes o sumar toda las detenciones y aseguramientos que se realizan a nivel nacional todos los días para dar la impresión de que se avanza a pasos agigantados, algo que fue duramente criticado en el pasado, pero es lo que hay, en algunas ocasiones hasta bagatela.
Lo que no se puede dejar de lado es el problema de los feminicidios. De otra forma se estaría enviando un mensaje equivocado: que lo que le suceda a las mujeres no importa, solo lo que le pase a los hombres.
Opinion para Interiores:
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Ingeniero por la UAM donde obtuvo la Medalla al Mérito Universitario. Estudió maestrías en Administración, así como en Seguridad Pública y Derechos Humanos. Fue capacitado en inteligencia y análisis en EU, Colombia e Iraq. A lo largo de 25 años ha sido servidor público en dependencias estatales y federales en materia de Seguridad Pública y Seguridad Nacional.