¿Qué nos depara en impuestos el año 2025?
- Silvino Vergara Nava
“Se ha difundido un clima de miedo
que mata todo germen de esperanza.
El miedo crea un ambiente depresivo.
Acarrean pérdida de solidaridad,
de cordialidad y de empatía.”
Byung-Chul Han
Se presentó el paquete económico en tiempo por parte de la administración pública federal ante la Cámara de Diputados, el día 15 de noviembre de 2024, sin que se haya modificado algún artículo de las leyes tributarias, como si todo estuviera correcto, pero también esa quietud legislativa, permite que haya cierta tranquilidad para los contribuyentes, por lo menos, para el año de 2025.
Estaba circulando en las rede sociales tantas noticias sobre reformas tributarias, que iban desde desaparecer el régimen de honorarios asimilados a sueldos y salarios, pasando por gravar por el ISR aún más a las personas físicas, y de paso, las herencias, así como implementar nuevos delitos, o bien, establecer aún más candados para la alicaída defensa de los contribuyentes; que hasta parecería que la ausencia de reformas tributarias en el paquete económico, se trataba de una buena noticia.
Lo que sí es un hecho es el incremento de las pensiones, el otorgar aún más recursos para la población, es decir, que el país en lugar de fomentar el empleo desde hace seis años, se fomente la generación de consumidores artificiales con tanta pensión, que representa muchos recursos económicos que el Estado no tiene como para poder estar entregando de la forma tan alegre que lo está llevando a cabo. En resumen, no hay dinero que alcance para ello.
Por lo que para el año de 2025, no hay más que mayor endeudamiento o bien, mayor presencia fiscal de las autoridades ante los contribuyentes, y esto es lo que debe de preocupar, porque precisamente estamos acarreando un sistema fiscal neoliberal, cuya última reforma fiscal fue la de 2014, es decir, la que corresponde a hace diez años, en donde se incrementaron las atribuciones de las autoridades fiscales a grados ya insuperables.
Sin embargo, no hay una pizca de derechos a los contribuyentes; por el contrario, estos se han reducido. Ayuda, estímulos, y subsidios a los contribuyentes no existen, pues basta con observar lo que sucedió en la pandemia, si acaso una prórroga en el pago de los impuestos, pero eso fue todo, por lo cual, si en esos tiempos tan nebulosos no hubo ayuda, menos aún la habrá en los tiempos actuales.
¿Qué nos espera para el año de 2025? En primer lugar, mayor presencia fiscal; eso es indudable, sobre todo con las arbitrariedades que representa la restricción del Certificado del Sello Digital, la revocación del mismo, el incumplimiento de la autoridad fiscal para restituirlo al día siguiente como lo reza el Numeral 17 h bis del Código Fiscal de la Federación, que se trata de letra muerta, lo cual no es más que una prueba fehaciente que, siempre es el Estado el primer incumplidor del derecho, y que todo esto no es más que, el camino allanado para la corrupción.
Con todo esto debemos de convivir en lo que es 2025: esperar invitaciones, solventar las mismas, presentar escritos que nunca se estudian y valoran, repetir la solventación de las invitaciones más de tres ocasiones, ver revocado el Certificado del Sello Digital, impedir que se pueda renovar la firma electrónica, soportar que la autoridad fiscal niegue las devoluciones por los requisitos más ridículos que pudieran existir, desconocer el domicilio fiscal de los contribuyentes a pesar de que la diligencia de verificación la atiende el propio representante legal, y desde luego, más corrupción, ese es el sistema fiscal que nos espera para 2025 y que es el que ha estado presente desde aquella reforma de hace once años.
Y, eso no es todo. A partir del mes de enero del próximo año se empezará a hacer mención en los medios, en los pasillos de las cámaras empresariales, en las oficinas de las autoridades hacendarias y en el Congreso de la Unión de la necesidad urgente de una reforma fiscal integral, de una reforma hacendaria, la cual se empezará a fraguar en el año de 2025, para que arranque en el año 2026, caiga como caiga, y salga como salga, pues el promover por parte del Estado tanto consumidor artificial por medio de las pensiones es un costo impresionante que no tiene forma de solucionarse.
Es por ello que, nacerá para el año 2025 otra lucha de los contribuyentes: evitar que esas reformas sean lo más gravosas posible. Por ello no es nada gratuito que haya salido a la luz pública que las herencias se gravan, que se aumente la tasa impositiva del ISR para las personas físicas, que se establezcan más candados, pero sobre todo, que se implementen más delitos fiscales.
Por lo menos ya está al cuarto para la hora la reforma al artículo 19 de la Constitución, respecto a incrementar aún más delitos de prisión preventiva oficiosa, como es el caso de poner en la palestra algunos delitos fiscales; por tanto, si bien el año de 2025, no cuenta con reformas fiscales, habrá que estar muy pendiente con el actuar de las autoridades en la materia y las reformas impositivas que se prepararán en 2025, si no es que ya están más que preparadas.
(Web: parmenasradio.org)
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Licenciado en Derecho por la Escuela Libre de Derecho, maestro en Derecho (Ibero Puebla), doctor en Derecho por la Universidad Panamericana y también por la Universidad Autónoma de Tlaxcala. Desde 1997 es titular del despacho Consultoría Contencioso Administrativa. Ganador del Premio Nacional a la Investigación Jurídica.