Ricardo Salinas y Morena: política, futbol y negocios

  • Pablo Ruiz Meza
Rocío Nahle cabildea comprar la franquicia del Puebla para el nuevo estadio ‘Pirata’ Fuente

El gobierno-partido Morena, como “no es igual a los del pasado” del PRIAN, utiliza el futbol comercial de la FMF como un negocio social distractor en los estados.

Los gobiernos morenistas del estado de Veracruz, el saliente Cuitláhuac García Jiménez y la entrante Rocío Nahle García, enfrentan la disyuntiva entre llevarse al Puebla de la Franja o uno de la Liga Expansión.

En Puebla, hubo desinterés y negativa del difunto gobernador Miguel Barbosa de aportar el subsidio estatal al equipo de futbol profesional. Fue en la administración del mandatario sustituto Sergio Céspedes quien hizo una aportación mínima y de mala gana, mientras que el entrante titular del Ejecutivo Alejandro Armenta no acostumbra le truenen los dedos, como lo hizo el dueño del equipo.

Pero el empresario Ricardo Salinas, presidente de Grupo Azteca, tiene su propio juego, bajo el principio de que en los negocios solo se gana y no se pierde, para ello ha implementado una estrategia.

Veracruz, el negocio de Rocío Nahle

Posterior a un litigio del gobierno morenista de Veracruz para rescatar el Estadio Luis ‘Pirata’ Fuente, incluido el pago de deudas, en 2022 el gobernador de Cuitláhuac García inició la demolición del inmueble y construir uno nuevo para el regreso del futbol de Primera División.

Lo que empezó como una “remodelación” del estadio con una inversión de 400 millones de pesos (mdp), el gobierno estatal ha invertido a la fecha 1 mil 606 mdp: mil 106 mdp en sus primeras dos etapas, más 500 mdp de la tercera etapa, de acuerdo al último Informe Trimestral de Finanzas.

En un reportaje publicado por el diario Notiver, señalan múltiples anomalías en la asignación de la obra a empresas constructoras con prestanombres, empresas fantasmas con domicilios fiscales inexistentes y las favoritas del gobierno cuestionadas por incumplimientos y mala calidad.    

Según Notiver en la edición de septiembre de este año, calificó la obra como un derroche de recursos que hay en el estadio: “tan sólo ahí en el ‘Pirata’ llevan gastados mil 500 mdp, que son casi una tercera parte de lo que invirtió el gobierno del estado en salud en todo el sexenio”.

Desde el inicio de la construcción del nuevo Estadio ‘Pirata’ Fuente, que tendrá un aforo para 30 mil aficionados y esperan concluyan los trabajos a fin de año, se ha especulado con insistencia en la compra de la franquicia del Puebla de la Franja, y en el “plan B” un equipo de la Liga Expansión.

Una de las primeras interesadas y parte activa para reunir a los inversionistas para la compra de la franquicia del Puebla o uno de la Liga Expansión, es la gobernadora entrante Rocío Nahle.

Una parte de los potenciales accionistas para invertir en la franquicia de futbol de primera división es Veracruz están relacionados con la firma Ienova, donde la mandataria morenista tiene intereses de negocios con la empresa.

“Para evitar que la historia de abandono y corrupción en el futbol profesional se repita, la entrega en comodato del Estadio Luis “Pirata” Fuente a la sociedad mercantil CF Veracruzano es condicional, con límite de 10 años y una revisión periódica bianual”, anunciaría García Jiménez en junio pasado.

“A diferencia de los anteriores, el nuevo comodato es condicional porque el “Pirata” Fuente es un bien del pueblo y hay que cuidarlo”, añadió el mandatario ante las críticas de prensa veracruzana que cuestiona la entrega del estadio a privados, con dinero público, sin ningún beneficio al estado.

Una y otra vez el nombre del empresario Ricardo Salinas es mencionado como parte de las negociaciones para la compra de la franquicia, sin importar los desencuentros de Salinas con el expresidente López Obrador, la postura crítica ante el gobierno de la 4T y sus deudas al SAT.

La gobernadora de Morena Rocío Nahle García está al frente de las negociaciones con el dueño de la franquicia del Puebla, encabezando a un grupo de inversionistas, principalmente de la firma Ienova, donde no figuran precisamente empresarios veracruzanos prominentes.

Futbol, política y negocios del Estadio Cuauhtémoc

Es de “pizarrón la jugada de Ricardo Salinas para vender la franquicia del Puebla de la Franja, sabiendo del valor monetario de la franquicia calculada en unos 24 millones de dólares. El juego de Salinas contempla llevarse al equipo al estadio “Pirata” Fuente de Veracruz a través de un testaferro, venderlo para cumplir con la prohibición de la FIFA de la multipropiedad o doblegar al gobierno entrante de Alejandro Armenta para continuar en el Estadio Cuauhtémoc.

Para los gobiernos de Morena, como lo fue para gobiernos del PRI o PAN, tener un equipo de futbol profesional de primera división, es un negocio social como distractor, de pan y circo.

En el caso de la mayoría de los gobiernos de los estados, cubrir esa necesidad de distractor social con una afición futbolera, le ha costado millones de pesos a los poblanos porque, además del comodato del Estadio Cuauhtémoc a los dueños del equipo, les otorgan un subsidio.

La información de la cifra de los montos anuales del dinero de los poblanos que los respectivos gobiernos han destinado a los dueños del futbol hasta la fecha se mantiene en la opacidad, en reserva, pese a tratarse de un inmueble propiedad de los poblanos, administrado por el gobierno.

Pese a presentarse como gobiernos “diferentes” al PRI y al PAN, los emanados de Morena siguen los mismos pasos de gobiernos anteriores en sus relaciones de opacidad con los dueños de los equipos de futbol profesional.

Las prácticas de negocios de los gobiernos en turno con los respectivos dueños del Puebla como José Abed, Chargoy, los Bernat, Luis Regordosa y socios, o Bustillos Orozco, siempre ha sido con la complicidad de la oscuridad.

En la era de las dos administraciones estatales del gobierno de la 4T con Ricardo Salinas como dueño del equipo, con Luis Miguel Barbosa se dificultó un acuerdo por el desinterés y desidia del entonces mandatario más interesado en invertir 600 mdp en Accendo Banco y “lavar dinero” público, que subsidiar al equipo de futbol.

Han sido seis años malos para los dueños de la franquicia en su relación con un dueño del equipo. Solo en los dos años del gobierno de sustituto, el gobierno volvió a subsidiar, se especula que, con un menor monto, y con la condición de firmar un comodato por veinte años.

Nada ha adelantado el entrante gobernador, también morenista, en torno a las condiciones de relación con los directivos de la franquicia; si hará público el subsidio que otorga al Puebla, sin retorno de la inversión pública a las arcas estatales.

Además del subsidio gubernamental, el comodato del Estadio Cuauhtémoc, los propietarios de la franquicia obtienen importantes dividendos en el boletaje, los esquilmos, por las transmisiones de los partidos en TV y la compra-venta de jugadores.

Tienen todo y les dan todo para sus negocios, sin ningún beneficio social ni retorno de capital por el uso del estadio patrimonio de los poblanos, construidos con recursos de los contribuyentes. ¿Pues qué no eso es neoliberalismo? Negocio de los conservadores.

El juego de Ricardo Salinas con Puebla y Veracruz

Para los empresarios el futbol profesional es un negocio donde los gobiernos estatales son un medio para lucrar con el dinero público, en la medida que tiene un impacto social.

Y justamente la estrategia de Ricardo Salinas es presionar al gobierno en turno para continuar las ventajas, beneficios y utilidades, desmotivando a la afición para que no acudan al Estadio Cuauhtémoc.

Con base a una reciente publicación del ranking de entradas de aficionados a los estadios de futbol de la Primera División; de las diez peores entradas a los estadios, seis son del Cuauhtémoc.

Para algunos expertos en el negocio de las patadas, se trata de un plan con mañana del empresario Ricardo Salinas para desmotivar a la afición de no asistir al estadio, como una forma de presión al gobierno para obtener mejores condiciones de subsidio estatal y del comodato.

Sabe el empresario que este y otros gobiernos requieren de un equipo de futbol de primera división porque es un negocio social distractor.

Salinas juega con la depreciación del equipo con la venta de los mejores jugadores, sustituyendo al director técnico con el entrenador auxiliar inexperto, para tener resultados como el reciente con San Luis, y tener el récord de 5 puntos en la actual campaña.

El juego perverso de ganar-ganar del dueño del equipo es utilizar el sistema de no descenso desde hace un lustro por la FMF, empero ya presiona la Liga Expansión para ampliar de 18, 20 o 22 equipos para el siguiente torneo.

En este nuevo contexto y oportunidad, el dueño del Puebla, como otros propietarios de las franquicias, tienen que cumplir con la prohibición de la multipropiedad, y Ricardo Salinas deberá vender a equipo del Puebla o Mazatlán; como ocurrirá con el Santos y Atlas; Pachuca y León.

Una de las “jugadas de pizarrón” de Ricardo Salinas estaría en la cancha de vender al Puebla de la Franja donde aparezca el empresario Manuel Jiménez García, y una operación de venta sería en lugar con accionistas reunidos por la gobernadora de Veracruz, la zacatecana Nahle García, para llevarlos al reconstruido Estadio ‘Pirata’ Fuente.

Se trata de un recurso más de negociación del dueño de Puebla para torcerle el brazo al entrante gobernador poblano Alejandro Armenta para la permanencia del Puebla en el Estadio Cuauhtémoc.

@pabl_ruiz
Face: Pablo Ruiz Meza
pabloruiz91516@gmail.com

 

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Pablo Ruiz Meza

Periodista con más de 30 años de trayectoria como reportero de staff, investigaciones especiales, corresponsal nacional, director editorial, autor de la columna "Nada personal" y colaborador en diferentes medios de comunicación multimedia.